domingo, 8 de noviembre de 2009

TE QUIERO, ERES PERFECTO, YA TE CAMBIARÉ. (Noviembre 2006)



TE QUIERO, ERES PERFECTO... YA TE CAMBIARÉ.

Pequeño Teatro Gran Vía.

Texto y Letras: Joe Dipietro.
Música: Jimmy Roberts.
Adaptación texto: Pablo Muñoz-Chápuli.
Adaptación canciones: Alberto Moreno, Sara Benavente y Pablo Muñoz-Chápuli.
Intérpretes: Sara Benavente, Cristina Simarro, Pablo Muñoz-Chápuli y Jorge Gonzalo.
Música: Paloma de Juan y Enrique Poves.


... OTRO MUSICAL.



Ellas, ellos... Y el amor. Estarán de acuerdo, en que es ésta una fórmula que no falla. El eterno encuentro, desencuentro posterior y final reconciliación no pasan de moda. El ser humano tiende a cometer los mismos errores, a actuar con igual torpeza, a modelar a su gusto al contrario elegido... o al menos, a intentarlo... En fin, la conocida historia que, a pesar de todo, se hace con el favor del público.
Esto es “Te quiero, eres perfecto... ya te cambiaré”.
Un musical de pequeño formato que regresa a la capital de la mano de la compañía “Tela-Katola”.
Ellas son Sara Benavente y Cristina Simarro. Ellos, Pablo Muñoz-Chápuli y Jorge Gonzalo. Cuatro intérpretes que encarnarán a los distintos personajes, protagonistas todos, de las historias y situaciones que, sobre el escenario, se nos irán presentando y en las que, también, serán incluidos, los músicos, que forman parte activa de un espectáculo tremendamente sencillo y ágil.
No hay hilo argumental; el único nexo que une los diferentes “gags”, son las relaciones interpersonales y el tiempo. Al comienzo del espectáculo, somos testigos de una primera y curiosa cita; al final, encontraremos la historia más tierna; en ella, los protagonistas son dos personas mayores... siempre es buen tiempo para enamorarse y recomenzar... ¿no?
Estamos ante una puesta en escena fluida y perfectamente resuelta por las dos parejas. Todos ellos cantan e interpretan notablemente bien... aunque, no hemos de olvidar que los personajes carecen de gran complejidad. Son estereotipos, con características exageradas para la ocasión, que buscan el entretenimiento... algo que consiguen, por otra parte.
No vi el montaje que hace unos años dirigieron Esteve Ferrer, en la parte escénica y Manuel Gas, en su vertiente musical... con lo que no puedo comparar... pero, hay un dato a tener en cuenta, y es que en Norteamérica ( en el Westside Theatre de New York) lleva bastantes años en cartel, cosechando éxitos... Por algo será ¿no?

Sofía Basalo.

lunes, 2 de noviembre de 2009

ADULTERIOS. (AGOSTO 2009)


ADULTERIOS.

Teatro Maravillas.

Autor: Woody Allen.
Adaptación: Nacho Artime.
Dirección: Verónica Forqué.
Intérpretes: María Barranco, Miriam Díaz-Aroca, Fermí Herrero, Fernando Acaso Y Paloma Bloyd.



UNA COMEDIA MARAVILLOSA Y UN TEATRO AL QUE LE SOBRA EL NOMBRE…

Aunque últimamente parece que la risa sólo la ocasionan la vulgaridad y los chistes fáciles, intuía que su origen también podía hallarse en un texto inteligente, en unas interpretaciones impecables, en una dirección genial; en una buena propuesta, en definitiva. Como soy un poco “cabezota”, no he querido abandonar la esperanza de asistir a una comedia elaborada con talento y tal estado ha resultado satisfecho, doblemente satisfecho, diría, porque es muy difícil valorar positivamente algo cuando al mismo tiempo estás padeciendo el mal diseño del lugar, la mala planificación del recinto teatral, su deficiente boceto… es muy difícil ser objetivo cuando todos esos factores te obligan a permanecer una hora y media de pie, sin aire acondicionado y con una señora al lado a la que le molesta el ruido de un abanico… Cuando un teatro nos pone más que difícil algo tan obvio como ver la función. Un teatro que ha sido remodelado, abierto al público nuevamente hará tres años más o menos y para más inri, de la mano de gente de teatro, cuyos padres y abuelos han hecho teatro toda la vida… Como apuntaba unos renglones más arriba, una servidora vio la función de pie, de principio a fin (afortunadamente me dieron la última fila, porque si “me toca” otra más allá de la décima, hubiera estado condenada a ver las cabezas de las personas que se me hubieran sentado delante) y a pesar de ello, pudo entrar de lleno en las tres historias de amor y desamor que en el despacho de una peculiar psicoanalista estaban teniendo lugar; en las hilarantes y lapidarias frases que volaban de un personaje a otro con agilidad y acertada entonación; en el buen trabajo de Miriam Díaz-Aroca, actriz por la que quien escribe apostaba más o menos, nada; en las situaciones quizá exageradas en extremo al final de la obra y que sin embargo el público cree de lleno, hasta distinguir en los personajes a algún que otro conocido.
El tema central seguramente está más que trillado pero por ello no deja de ser eterno, tanto como el ser humano, dispuesto siempre a caer en la trampa de los afectos envueltos en palabras que no quieren decir nada, dispuesto a la falsa insatisfacción que nos impide ser nosotros mismos, dispuestos a querer más de lo que poseemos, dispuestos a no valorar aquello que se sienta cada tarde a nuestro lado… dispuestos a jugar con nuestros semejantes sin importarnos su dolor, sus sueños, sus ilusiones… Por esta razón, por la inteligencia de su autor y, cómo no, por el buen trabajo del equipo que la ha traído a España, esta comedia se escribe con mayúsculas. Algo maravilloso se respira, pues, en un teatro al que, lamentablemente, no le va su nombre.

Sofía Basalo.

sábado, 27 de junio de 2009

EN LA TOSCANA (Marzo 2008)


EN LA TOSCANA.

Teatro de La Abadía.


Autor y director: Sergi Belbel.
Intérpretes: Jordi Boixaderas, Lluis Soler, Cristina Plazas y Lluisa Castell.
Música: Albert Guinovart.
Escenografía: Max Glaenzel.


EN BUSCA DEL PARAÍSO.

He de admitir que no me resulta extraña la sensación de que algo tiene que ir mal, que algo tiene que fallar, cuando la felicidad nos envuelve. Quizá, subconscientemente, sintamos que no nos merecemos esa felicidad, el bienestar que, más o menos, hemos podido conseguir. Tal vez por ello, ante una “Toscana” indefinida buscamos en nuestro interior el interruptor que nos haga despertar de ese sueño idílico; pues algo nos dice que la realidad no puede ser tan hermosa, que no tenemos derecho a vivir algo tan perfecto. “Cuando has llegado a la cima de la pirámide de la felicidad (Dice Santi, refiriéndose a Marc) surgen dos grandes problemas: uno, tienes demasiado tiempo para pensar; y dos, sólo puedes mirar hacia abajo. Y eso es muy peligroso." Quizá olvida Santi (Lluis Soler) y el mismo Marc (Jordi Boixaderas) que también se puede mirar al frente para contemplar el paisaje... por otra parte, eso lo solemos olvidar todos al sentirnos atrapados por la ansiedad y por el miedo a perder aquello que nos es prestado...
Marc es un reputado arquitecto que lo ha conseguido todo en la vida: Dinero, salud, afectos... pero tras un viaje a La Toscana con su mujer, Joana (Cristina Plazas) se adentra en una profunda crisis que lo llevará a confundir la realidad con la ficción.
Su mujer y sus dos mejores amigos, Santi y María (Lluisa Castell) serán testigos de una caída contra la que no podrán hacer absolutamente nada. El tiempo, tal vez, pueda ser el artífice del regreso de Marc. El tiempo y él mismo, pueden ser los que abran la puerta a una segunda oportunidad y al definitivo viaje a La Toscana.
Sergi Belbel además de ser el autor de esta obra, es el director de una puesta en escena ágil, dinámica y casi cinematográfica, en la que nuevamente “los móviles” juegan un papel primordial, constituyendo en este caso el nexo de unión entre la realidad y la fantasía en la que vive Marc.
La obra se divide en 24 escenas que tienen lugar en un espacio casi laberíntico que puede representar exactamente la confusión mental del protagonista. El fondo es un espejo en el que el público puede verse de forma continuada; esos cuatro personajes somos todos; como todos somos víctimas de la incomunicación, de la infelicidad, del miedo, de la inseguridad... al final ese fondo cederá su vacío a una bella vista de La Toscana...
He leído algunas críticas y todas apuntan que el público no acaba de entender lo que ocurre sobre el escenario; en qué momento el personaje sueña o vive; dónde está la realidad o la ficción... No estoy de acuerdo.
Creo que la forma de contar de Sergi Belbel es clara, si bien, te invita a pensar, a optar, a reflexionar; de igual manera el sentido del humor que esgrimen los personajes es inteligente y a veces casi cruel... No puedo negar que me ha gustado, como tampoco puedo ni debo obviar el excelente trabajo y las magníficas voces de los cuatro intérpretes. No sé si es casualidad... creo que no... pero una vez más los actores y actrices catalanes marcan la diferencia... y para bien.

Sofía Basalo.

sábado, 6 de junio de 2009

DÍAS DE VINO Y ROSAS (Enero 2009)


DÍAS DE VINO Y ROSAS.

Teatro Lara.


Dirección: Tamzin Towsend.
Autor: J.P. Miller’s
Versión: Owen Mcafferty.
Adaptación: David Serrano.
Intérpretes: Carmelo Gómez y Silvia Abascal.


CUANDO EL AMOR NO ES SUFICIENTE...

Pocas veces se ha retratado de una forma tan fiel el frágil universo de una persona atrapada en los engañosos brazos del alcohol.... “Días sin huella” dirigida por Billy Wilder y protagonizada por Ray Milland, actor que tuvo que sufrir las consecuencias de una magnífica interpretación, pues en la industria cinematográfica se creyó que en realidad era un alcohólico... más recientemente “Cuando un hombre ama a una mujer” con Andy García y Meg Ryan... pero ninguna ha podido superar, en mí, “Días de vino y rosas”. Recuerdo el sobrecogimiento que me invadió en la escena en la que Jack Lemmon destrozaba la casa de su suegro en busca de una botella, la última botella, escondida en una maceta de un maltrecho invernadero; la desolación de una mujer que se despide del amor porque no puede pasar más de tres días sin la sorda compañía del líquido que nos salva de las soledades y fracasos... la impotencia del hombre que ve cómo se marcha despacio, pausadamente, la sombra de la que fue su sueño. Más que acertadas contemplo la propuesta que ha dirigido Tamzin Towsend, la adaptación realizada por David Serrano y las interpretaciones, magníficas de Silvia Abascal y Carmelo Gómez, Sandra y Luis, respectivamente. Al sobrecogimiento, acompaña en esta ocasión la emoción de estar ante dos seres humanos cuya ilusión se rompe ante sus rostros, cuyo futuro cae en manos de una flor que en su camino deja tan sólo las espinas, cuyo paraíso se transforma trago a trago en un desierto angosto e inacabable. Carmelo y Silvia son dos titanes sobre el escenario. Su maravilloso mundo, su futuro envuelto en las cegadoras luces de la ciudad de Nueva York se convierte en un presente beodo y desastroso, del que somos conmovidos testigos. El frío espanto que deja el cine cede aquí el paso a la tremenda humanidad que dos grandes actores ofrecen a dos seres complejos, ricos, víctimas y, sin duda, luchadores. No son necesarios los distintos espacios que muestran su realidad en la pantalla. No es necesario salir de un apartamento que sufre en sus “carnes” el deterioro de dos seres humanos que buscan su paraíso en un lugar equivocado. No es necesario nada más que dos intérpretes que lo ponen todo al servicio de unos personajes ricos, complejos, intensos, fuertes... No es necesario nada más... y sin embargo alguna vez planea en el ambiente alcohólico de los dos protagonistas el “wonderful world” que una vez cantó El gran Satchmo... y que ellos pierden al contemplarlo a través del engañoso espejo de un vaso... Y sin embargo alguna vez suena, lejana, New York, New York en la voz de Frank Sinatra... mientras su eco se pierde en el sucio colchón que sufre las resacas de la mujer que una vez bebió batido de chocolate... Y, finalmente, todo ello logra convertir esta propuesta en esa obra de teatro que deseamos ver... esa obra de teatro que resulta ser Inolvidable...

Sofía Basalo.

sábado, 2 de mayo de 2009

ANTE LA JUBILACIÓN (Marzo 2008)


Teatro Valle-Inclán. Sala Francisco Nieva.

Autor: Thomas Bernhard.
Traducción: Miguel Sáenz.
Dirección: Carme Portacelli.
Intérpretes: Walter Vidarte, Gloria Muñoz y Teresa Lozano.

.... TUVE QUE VENCERME A MÍ MISMO...

Tres hermanos (Clara, Rudolf y Vera) se reúnen para celebrar secretamente el cumpleaños de Himmler, uno de los mayores asesinos de la historia. Nos encontramos en la década de los años setenta. Rudolf (Walter Vidarte) ha permanecido escondido durante una década a causa de su pasado Nazi; aunque en la actualidad es un importante magistrado, amparado en las ideas centristas propias de la gente bienpensante y civilizada. Sus dos hermanas son muy diferentes. Vera (Gloria Muñoz) ha sido siempre su cómplice, su aliada, fiel admiradora y amante del Señor Juez. Clara (Teresa Lozano) vive postrada en una silla de ruedas a consecuencia de un bombardeo aliado, circunstancia recordada de forma insistente por sus hermanos. Sus ideas izquierdistas chocan radicalmente con el discurso mantenido por Rudolf y Vera. Quizá odia a sus hermanos, quizá sienta lástima por ellos, quizá desprecio... atrapada en la inmovilidad, calma su sed de información en periódicos y libros izquierdistas, progresistas, realistas, acordes con los tiempos que corren... aunque su hermano crea y sienta que nuevos tiempos, pretéritos más bien, asfixiantes y genocidas, están por llegar...
Nos encontramos ante un triángulo, una de las fórmulas más antiguas de creación literaria, a partir del cual el autor pone de manifiesto que tras las aparentes ideas centristas y liberales late aún el extremismo, la homofobia, la discriminación y un absurdo sentimiento de superioridad que Rudolf aún dirige hacia los judíos, no todos los judíos pues especifica que conoce a muchos “decentes”.
Un triángulo a partir del cual el autor también abre la puerta a que tras los uniformes, tras la ciega obediencia a un orden jurídico injusto hubo alguien que tuvo que vencerse a sí mismo... Rudolf en un momento dado, cuando el Champagne nubla su prestancia y la firmeza de sus convicciones, dice, grita quizá, “Yo tuve que vencerme a mí mismo...” Clara lo mira despacio, incrédula, descubriendo en su hermano un matiz desconocido... Vera abre aún más sus ojos antes las palabras de su hermano... Creo que esta frase es muy importante en la obra... en ella se nos recuerda, se nos remarca que la ley, las leyes, el orden jurídico no han de ser necesariamente justas. Han de ser legales, han de cumplir los procedimientos legalmente aprobados, pero no han de ser necesariamente justos y quizá algunos de aquellos que cumplieron su deber... tuvieron que vencerse a sí mismos... y quizá algunos de aquellos que cumplieron su deber son culpables de no pensar, de cumplir exactamente una ley, un orden jurídico, sin plantearse su justicia. Por otro lado, también me parece importante la afirmación de Rudolf en la que asegura que en todos nosotros vive un asesino, un criminal, un ser capaz de cometer las mayores atrocidades...
Thomas Bernhard subtituló esta obra como “Comedia del alma alemana”. Aseguran que se trata de un título menor dentro de su gran repertorio. Aún así, el texto es magnífico, el reflejo de ese alma es absolutamente fiel, absolutamente clarificador.
Creo que Walter Vidarte ha realizado uno de sus grandes trabajos. Con 77 años interpreta a un anciano digno, orgulloso de su pasado, dispuesto a vencerse a sí mismo nuevamente si fuera necesario. Su discurso ideológico anegado en Champagne es sobrecogedor y de una fuerza arrolladora.
Teresa Lozano tiene en sí el personaje más difícil y lo defiende con total maestría. Su silencio habla sobre todas las cosas, resulta más elocuente que cualquier grito lanzado por los otros dos vértices del triángulo protagonista. Su mirada, su falsa indiferencia, su brindis, su negativa a cenar honrando la memoria de Himmler y la risa final al contemplar la incidental despedida del excelentísimo y beodo juez... Creo que está fantástica, como genial está la recientemente ganadora del Max a la mejor actriz en papel secundario, Gloria Muñoz.
Un perfecto trío de grandes intérpretes para una propuesta sobresaliente.
En alguna página web he leído que quizá el CDN ha pretendido hacer su propia campaña electoral a favor del Partido Socialista y en contra del PP... que se ha manipulado el texto de Bernhard, que se ha adaptado incluyendo algún término, concepto como el de “memoria histórica”... que se pueden descubrir algunos paralelismos... en fin, esta vez a algunos, a muchos para qué negarlo, sólo les ha quedado el recurso al pataleo... pues... que pataleen... tienen cuatro años para ello.

Sofía Basalo.

jueves, 16 de abril de 2009

¿ESTÁS AHÍ? (Noviembre 2008)


Teatro Lara.

Autor y director: Javier Daulte.
Intérpretes: Paco León y Clara Segura.

MÁS ALLÁ DE LA MUERTE...

Una pareja acaba de mudarse a un apartamento diminuto y caótico. Ambos pretenden iniciar un nuevo período de convivencia. Ambos planean comenzar un nuevo sendero llenos de ilusión, ganas y fuerza. Sin embargo, ninguno de ellos espera encontrar a un tercero en discordia entre esas cuatro paredes que estiman desiertas.
Así comienza “¿Estás Ahí?” la obra de Javier Daulte quizá más internacional. Hace un par de temporadas obtenía gran éxito en Barcelona; Joel Joan y Clara Segura interpretaban al joven matrimonio que llega al apartamento y entabla una curiosa amistad con el espíritu que, sentado en una butaca, observa pacientemente a sus convecinos.
Ahora pretenden repetir la hazaña y conseguir el favor del público madrileño. Sinceramente, creo, tienen todas las papeletas para llevarse el gato al agua.
Javier Daulte ha escrito un texto original. Muy cinematográfico. En una hora y media el autor argentino logra concentrar los variados sentimientos y sensaciones que tienen lugar entre esas cuatro paredes. Consigue sorprendernos, sobrecogernos incluso sin necesidad de recurrir a una gran escenografía o a excesivos efectos especiales.
Los actores son los auténticos artífices de una historia que transita en la difusa frontera de lo terrenal y lo espiritual. Ellos son los que nos muestran esa línea divisoria. Ellos nos abren la puerta a la imaginación para que seamos nosotros mismos quienes comprendamos, deduzcamos y entendamos qué es lo que ha ocurrido realmente.
Clara Segura ha aceptado nuevamente la aventura teatral propuesta por Daulte a la que en esta ocasión se ha unido el televisivo Paco León.
En un principio el autor argentino escribió “¿Estás Ahí?” como un monólogo para un personaje masculino. Más tarde se daría cuenta de que le faltaba desarrollar una historia de amor, por lo que decidió incorporar un personaje femenino. Óptima decisión por cuanto es en la segunda parte, con los dos personajes en escena, cuando esta propuesta adquiere emoción y agilidad.
Los dos intérpretes pasan el examen teatral con nota. Son capaces de dar vida a un personaje invisible. Son capaces de hablar con él, de pelearse con él incluso. Son capaces de ser invisibles, de no verse viéndose, de hablar con una sombra que vemos porque ellos imaginan ver, de crear complicidades con un espíritu que a la postre se convertirá en auténtico guía de un personaje que sólo podrán conocer si acuden al Teatro Lara.
“¿Estás ahí?” por tanto es una propuesta recomendable no sólo por la originalidad de su planteamiento que es mucha, sino porque ésta es resuelta con una calidad indiscutible.

Sofía Basalo.


lunes, 23 de marzo de 2009

DON QUIJOTE CONTRA EL ÁNGEL AZUL (Agosto 2008)


Patio Central Conde Duque.

Creación y dirección escénica: Jerome Savary.
Dirección musical: Roland Romanelli.
Intérpretes: Jerome Savary, Joan Crosas, Marta Ribera y Frédéric Longbois, entre otros.


UNA NUEVA AVENTURA PARA UN PECULIAR DON QUIJOTE.


En una actualidad en la que el playback, la decadencia y las “yanquiladas” como las denomina Jerome Savary, (con quien me hubiese encantado charlar de no ser por los “gigantes” contra los que el Quijote que todos llevamos dentro, hemos de luchar de vez en cuando y que en mi caso son identificados como “intermediarios” o “responsables de prensa” altamente incompetentes) han tomado la delantera, desplazando una forma de entender la vida, el espectáculo y su concepción creativa, es bueno, recomendable e incluso saludable volver la vista hacia atrás, armarse de autenticidad, aunque esta palabra y su significado no estén de moda, y arriesgarse y hacer travesuras para inventar un nuevo entuerto por desfacer, para extraer de él una revivida esperanza y la realidad de un sueño olvidado entre las páginas gastadas de un libro, por ejemplo, del libro más conocido y también menos leído.
Jerome Savary ha añadido un moderno capítulo al clásico cervantino; un capítulo que transcurre en la actualidad y en el que el Caballero de la Triste Figura (Joan Crosas) viaja a París para luchar contra un gigante rubio y disoluto (Marta Ribera) del que acabará enamorándose. A este eje argumental se adhieren anécdotas, improvisaciones, números musicales, gags, comentarios... elaborados con absoluto dominio por unos intérpretes que cantan, bailan, tocan y todo lo hacen bien.
El director francés es un maestro de ceremonias inmenso y el sentido del humor, la ironía e incluso la ternura con las que los distintos “actos” están dibujados son irresistibles. Savary se ríe de la actualidad social, política, artística... y diría que incluso llega a reírse de sí mismo y de la sorprendente poca afluencia de público... un público normalmente receptivo a todo aquello que lleva el sello de “Veranos de la Villa”... tal vez, el Patio Central Conde Duque no haya sido el recinto idóneo para este espectáculo. Demasiado amplio, demasiado lejano, demasiado frío. Quizá en una sala más recogida, donde el escenario y el patio de butacas o grada estuvieran más próximos, más cercanos, donde los intérpretes pudieran interactuar con el público, sin duda, esta travesura se viviría de una forma mucho más intensa y compacta.
“Don Quijote contra el ángel azul” se estrenaba en enero en el Teatro de París, donde permaneció hasta el mes de abril. Para la gira por España, La Boîte aux Rêves, la compañía de Savary, ha llevado a cabo una ardua labor de traducción y aprendizaje del texto en español, del que ha salido especialmente airoso Frederic Longbois, un Sancho Panza ágil, divertido, vivaz y como el resto de los intérpretes, extraordinariamente polifacético. Joan Crosas, Don Quijote desde el comienzo de esta aventura, está más que perfecto en la piel del ingenioso y peculiar hidalgo de Savary; se encuentra totalmente cómodo a lo largo de los numerosos estados de ánimo por los que transita el personaje así como en las variopintas situaciones en las que se ve envuelto, sin embargo, es inevitable echar de menos la música en algunos de sus parlamentos... no hubiera estado mal, nada mal, que Savary le hubiera dedicado algún número musical más a este gran actor y no menos grande como cantante. La última en unirse a la trouppe ha sido la reciente y justamente galardonada con el Premio a la mejor actriz de Teatro Musical, Marta Ribera, seductora, sensual y totalmente integrada en el sobresaliente colectivo que ha logrado reunir el fundador del legendario Magic Circus.

Sofía Basalo.


miércoles, 18 de marzo de 2009

LA SEÑORITA JULIA (Marzo 2008)


Teatro Auditorio Federico García Lorca de Getafe.
Desde el 14 de marzo, en el Teatro Fernán Gómez.


Autor: August Strindberg.
Dirección: Miguel Narros.
Intérpretes: María Adánez, Raúl Prieto y Chusa Barbero.

INOLVIDABLE NOCHE DE SAN JUAN...

Nos encontramos ante uno de los textos imprescindibles del teatro y una de las mejores creaciones de August Strindberg.
Su protagonista, La Señorita Julia, es también uno de los papeles femeninos más complejos y apasionantes de la dramaturgia universal, un reto y una meta para grandes actrices que han podido vivir a través de la piel de una mujer contradictoria, apasionada y símbolo de una lucha que aún continúa viva en muchos frentes.
Miguel Narros ha sido el encargado de recuperar este texto, de hacer de él una puesta en escena de una fuerza enorme aunque de ritmo desigual. Su valor máximo lo alcanza en “el combate” sexual y social de los dos protagonistas, aunque pierde esa tensión al comienzo y al final de la obra. Al comienzo porque avanza lentamente, porque se pierde en el esbozo de lo que será más adelante, con lo que estimo que esas pinceladas deberían ser más breves para dar relevancia a lo que realmente la tiene. Al final porque resulta demasiado largo, demasiado denso, su transcurso está trazado a cámara lenta. La Señorita Julia (María Adánez) no se acaba de ir nunca, el espectador de forma inconsciente empuja a ambos personajes para que tomen una determinación rápida y tajante.
Obviando estas dos notas, centrándonos en la lucha sexual y social que emprenden los dos personajes, podemos afirmar que estamos ante una gran obra de teatro y ante dos estupendas interpretaciones. Ante uno de los mejores trabajos de María Adánez y ante el siempre eficaz Raúl Prieto. La atracción sexual de ambos personajes se enreda con violencia y ferocidad a los recelos sociales que anidan en sus pasados; la lucha dialéctica repleta de reproches, de miedos, de honor mancillado y vergüenza sobrevenida se funde en una lucha física voraz que acaba con la Señorita, con la mujer atrapada en la voz autoritaria e intransigente del General, con la mujer abrazada a una inocencia incapaz de recordar que tras la noche de San Juan llegará un nuevo día repleto de miradas, de voces acusadoras e injuriosas...
Esa noche mágica se han vulnerado las normas. La frontera invisible e impenetrable ha sido cruzada por la pasión, por el deseo... después nada podrá ser igual. Las vidas de ambos jamás podrán ser iguales... por mejor decir, la vida de La Señorita Julia no podrá ser igual, no será, quizá... La mujer por muy “Señorita” que sea, siempre resultará ser la gran perjudicada por un error común que le será imputado únicamente a ella...

Sofía Basalo.




sábado, 14 de marzo de 2009

CANTANDO BAJO LAS BALAS (OCTUBRE 2007)



Teatro José Monleón de Leganés. (Festival Internacional Madrid Sur)

Autor: Antonio Álamo.
Director: Álvaro Lavín.
Intérpretes: Adolfo Fernández y Mariano Marín.

MISERIAS DE ENTRE LOS MUERTOS...

El 12 de octubre de 1936, en el paraninfo de la universidad de Salamanca, tuvo lugar uno de los primeros actos públicos de aquellos que traicionando a la segunda república se autoproclamaron salvadores de la patria. Allí estuvieron presentes Miguel de Unamuno, Millán Astray, Carmen Polo, numerosos obispos, falangistas y otras fuerzas que hicieron posible la sublevación fascista. Hasta nuestros días han llegado las solemnes palabras del intelectual y rector universitario (venceréis pero no convenceréis) y los fanáticos gritos del fundador de la legión (¡Viva la muerte!), acentuados por su desprecio, demasiado patente por otro lado, hacia la inteligencia.
Esta efemérides constituye el punto de partida de “Cantando bajo las balas”; un texto narrativo, con el que Antonio Álamo consigue hacer del lisiado general un pobre hombre que arrastra a duras penas sus miserias; un esperpento, una caricatura mal hecha de un “héroe” que canta mal, pero canta; que cuenta con dudoso orgullo las veces que ha visto el rostro de una muerte que también lo ha despreciado; un ser cuya humanidad al descubierto acentúa la indignidad de una biografía marcada por un patriotismo enfermizo, excluyente y deleznable. El Millán Astray que ha retratado Antonio Álamo y que por ende interpreta Adolfo Fernández es, como bien escribe su autor, un alma herida, un ángel sin alas, un volcán repleto de palabras atroces, un amante de la muerte y los actos injustificadamente violentos, un personaje incómodo, patito feo entre los feos y oveja negra entre el ganado más ennegrecido...
Millán Astray habla en presente, pues en su regreso, en su delirio de glorias, hazañas y grandezas todo sucede en este mismo instante... Un instante eterno en el que el ruido de los bombardeos le recuerda el glorioso alzamiento nacional acaecido tan sólo hace tres meses... en el que un batiburrillo de canciones legionarias y populares amenizan el insultante y pretendidamente hiriente guión del monigote maltrecho que conserva aún la crueldad irónica y chulesca del que sabe que más tarde o más temprano “pasará”...
Adolfo Fernández interpreta al macabro general. Hubiera sido verdaderamente fácil hacer de él una caricatura sin más. Un pretexto para la burla, pero no ha sido así. Los adjetivos surgen de esa invitación a “ver más allá del chiste” y es que, ese más allá es aún más oscuro que la gris superficie en la que se escribe su historia.
La fluidez del texto y el genial trabajo de Adolfo Fernández nos conducen a través de los recovecos mentales del protagonista en una ceremonia teatral cuidada hasta el último detalle.
La puesta en escena es magnífica, la iluminación y el sonido nos introducen en ese paréntesis temporal en el que todo es posible; hasta que desde lo más alto puedan surgir aquellos que hace setenta y un años fueron testigos de uno de los debates más tensos de nuestra historia y desde todos los rincones se escuchen de nuevo las palabras del ambiguo catedrático “Venceréis pero no convenceréis”. Todo en esta propuesta está pensado para mostrarnos un tiempo y una realidad histórica. Todo en esta propuesta está elaborado con sumo cuidado, con sumo respeto y rigor. Todo en esta propuesta es acertado. Su intención, su capacidad para convencer y su inteligencia comprometidamente viva.

Sofía Basalo.

lunes, 9 de marzo de 2009

PICASSO 1937. HISTORIA DEL GUERNIKA. (Noviembre 2006)



Teatro Auditorio Federico García Lorca, de Getafe.

Autor y Director: Carlos Panera.
Textos de Federico García Lorca, Antonio Machado, César Vallejo, Miguel Hernández, Picasso y Balzac.
Intérpretes: Compañía Maskarada: Iñaki Urrutia, Gorka Mínguez, Alfonso Díez, Susana Castro, Lalo Cortés, José María Pertusa e Imanol Rodríguez.
Guitarra: Juan Pérez Mena.
Voz: Carlos Panera.


DOCUMENTO TEATRAL.


Se han cumplido 125 años del nacimiento del pintor malagueño y 25 del regreso a España del gran testimonio pictórico de la barbarie, del horror y la injusticia. Por este motivo, la compañía de teatro Maskarada, ha estrenado en nuestro país un montaje con un alto valor documental que ha obtenido un rotundo éxito en Norteamérica.
El comienzo de “Picasso 1937. Historia del Guernika” nos sitúa ante los hechos que han de venir. El exilio, el hambre, la lucha. Los rostros de numerosos seres anónimos nos miran desde el ayer, desde unas proyecciones que nos hablan, que nos quieren contar su historia.
Corre el año 1936, el verano de 1936. La guerra se declara en España; mientras tanto, en París, se siguen con inquietud estos hechos. Representantes del gobierno legítimo de la república, tratan de denunciar la pasividad del mundo ante el genocidio. Con motivo de la gran Exposición Universal que se prepara en la capital francesa, para julio de 1937, se le encargará a Picasso una obra, que habrá de ocupar, en el pabellón español, un lugar privilegiado, de grandes dimensiones.
El artista español busca su inspiración, su motivo, la sensibilidad exacta y viva, en su propio dolor, que es el dolor de todos, y que alcanza su grado máximo, en el bombardeo de la localidad vasca.
Este suceso marcará un antes y un después en su obra.
El Guernika iniciará, así, su vocación de denuncia, de grito ahogado por la muerte. Su vocación viajera y generosa...
El valor documental de este montaje es considerable. La selección de los textos, las ilustraciones que los acompañan, el tempo narrativo es extremadamente cuidadoso.
El inicio de la guerra, el asedio de los sublevados, la resistencia de Madrid, el asesinato de Federico García Lorca, el valor de los intelectuales al frente de la defensa republicana, la lucha, para la libertad, de Miguel Hernández, el bombardeo de Guernika... finalmente la exposición y los distintos rostros del mural viajero...
En medio de estos hechos, encontramos el aspecto puramente teatral de este montaje. El punto, quizá, más débil del mismo.
La interpretación es floja, carente de veracidad. Los actores dicen sus frases de una forma mecánica... muy bien aprendidas y muy mal aprehendidas...
No dejamos de ver a unas personas que dicen las frases de otras personas... a unas personas que intentan sentir lo que otras sintieron una vez... sin resultado.
Sólo cuando el actor se quita la máscara, cuando es capaz de contarle al espectador lo que sus ojos han llegado a ver en la obra de arte más viajera; sólo cuando descubrimos el poder del amor para detener el curso de una vida, en una fecha y un aroma, logramos extraer de esta interesante propuesta, la intensidad que requería...
Lástima que esa fuerza aparezca, únicamente, en su final... sin duda, la intención merecía mucho más.

Sofía Basalo.

sábado, 7 de marzo de 2009

EL GUÍA DEL HERMITAGE (Febrero 2008)



Teatro Bellas Artes.

Autor: Herbert Morote.
Director: Jorge Eines.
Intérpretes: Federico Luppi, Manuel Callau y Ana Labordeta.

EL PRIVILEGIO DE LOS SUEÑOS.

Federico Luppi estima que soñar no es un privilegio de unos cuantos, que todos tenemos esa facultad, que todos podemos soñar, imaginar la realidad en su auténtica dimensión... Quizá el privilegio sea la fortaleza para vivir por esa realidad soñada que no es más que una realidad en potencia... Pavel, el guía del Hermitage, ve cuadros en donde sólo hay paredes desoladamente desnudas. Pavel ve y habla para unos seres anónimos que varias veces al día acuden al museo más grande del mundo para disfrutar de los colores y de las formas de unos cuadros que, gracias a las palabras del anciano guía, son una realidad más fuerte aún que la misma cotidianidad en la que transcurren nuestras vidas... pero además, este viejo soñador nos invita a soñar, nos invita a descubrir el valor de los sueños, el valor de la imaginación y la fantasía... el valor de sobrevivir con dignidad aún en las circunstancias más tristes y lamentables... nos invita a reconocer la fuerza de los sueños más poderosos que el arma más ruidosa... nos invita a reconocer su valor de construcción en un mundo que se afana en destruir.
En “El guía del Hermitage” encontramos a tres vencedores dentro de un oasis al que rodea un mar de muerte... Tres personas que intentan reconstruir la vida en medio de las ruinas; rescatar la luz, rescatándose a sí mismos...
He leído y he escuchado que el texto de Herbert Morote no tiene un gran valor. Que no deja de ser un texto previsible y con poca consistencia... Que partiendo de una buena historia, se queda ahí, no avanza e incluso introduce un tercer personaje que rompe en cierto sentido la acción, introduciendo datos innecesarios. En esto último puedo estar de acuerdo y lo primero... puede ser... aunque quizá me he dejado llevar por los sueños de ese hermoso personaje... quizá me he dejado llevar por las palabras descriptivas de unos cuadros que incluso llegué a ver antes de que unas gráficas proyecciones revelasen su identidad... quizá me he dejado llevar por dos actores magníficos que llenan el escenario haciendo magia con las palabras, con las emociones, con la posibilidad de lo imposible... quizá me he dejado llevar por los valores que subyacen en este texto, en esta aventura teatral para mí verdaderamente hermosa... y para qué negarlo, tras leer lo que he leído y escuchar lo que he escuchado... me sigo dejando llevar por este guía, quizá porque me resulta gratificante soportar mis sueños y los sueños que me invitan a soñar... y porque cada vez que la realidad me ahoga... recuerdo el final de esta obra; el momento en el que Igor (Manuel Callau) sueña con innumerables espectadores dispuestos a ver unos cuadros que no existen y las luces del patio de butacas se encienden y los ve... son reales en la realidad presente de un teatro repleto de ojos expectantes y, por una vez, prestos a imaginar... Todo puede ser... para quien comete la osadía de soñar.

Sofía Basalo.









martes, 3 de marzo de 2009

COMO TE MUERAS... TE MATO. (Mayo 2008)



Teatro de La Latina.

Autor y director: Rafael Pence.
Intérpretes: Belinda Washington, Maribel Ripoll, Pedro García Mazo, Vicente Colomar, Celine Tyll, Joshean Maouleón e Isaac Vidjraou.

... UNA RESOLUCIÓN PREVISIBLE.

Tras una extensa gira y con algunos cambios en el reparto, llega a Madrid la nueva obra de Rafael Pence inspirada en la novela “10 negritos” de Ágata Christie. Un muerto que ejerce el sano deporte del cinismo y la ironía más allá de la vida, congrega a todos sus posibles herederos en la lectura de su testamento. Sus hermanos, cuñada, sobrino, amante y mayordomo acuden sin pensárselo dos veces a la emocionante cita, sin saber que ese documento oficial atesora la última y definitiva jugada del finado. Las miserias, secretos, frustraciones y debilidades de unos personajes dibujados al límite irán quedando al descubierto en el transcurso de una obra en la que la risa resta protagonismo al suspense. Es obvio que el público y los mismos personajes se preguntan quién será el heredero universal de “Pedro” el hombre que un día a la semana come Pizza con Juan (Isaac Vidjrakou), pero a medida que van llegando a la mansión cada uno de los aspirantes, las características de estos, los rasgos de los que el autor les ha hecho dueños, provoca que el asombro, la incredulidad y la exageración con la que los mismos se nos transmiten, sustituyan las ganas de saber si hemos acertado o no con “nuestras” pesquisas. Pesquisas, por otro lado, muy simples. Descubrimos pronto, demasiado pronto quizá, quién va a sustituir a Bartolomé, el fiel perro del tío fallecido. Es, pues, previsible el final. Igualmente previsibles son las circunstancias de alguno de los posibles herederos, con lo que a la inspiración inicial del autor le falta fuerza o sabiduría. La resolución no es ninguna vuelta de tuerca como solían ser los finales de Ágata Christie, con lo que la dosis de suspense que Rafael Pence ha incluido en esta novela es medianita. Otra cosa es que el autor pretenda reflejar la ambición desmedida del ser humano y “lo buitre” que puede llegar ser... aspecto al que no le falta realidad... una realidad mermada por unos personajes ciertamente caricaturizados. Sin duda creo que ésta ha sido la intención del autor y bajo esta premisa la cosa no le ha salido mal. La escenografía es totalmente costumbrista y un tanto cutre; me explico, La librería que está situada a la izquierda del espectador no tiene libros, los lomos que vemos son coloreados y se nota, se nota mucho... tanto como que las figuritas de adorno y demás enseres de la estantería que está ubicada a la derecha del espectador son reales. No queda bien, creo yo... ¿no? O todo es mentira o todo es real... y si es mentira, hagámoslo un poquito mejor... digo yo...
En fin, “Como te mueras... te mato” es un divertimento más... mejor de lo que esperaba, todo hay que decirlo. Aunque olvídense de la intriga porque en cuanto llaman tres veces a la puerta... el final está más que claro.

Sofía Basalo.

viernes, 13 de febrero de 2009

ODIO A HAMLET (Diciembre 2006)



Sala Guindalera. Escena Abierta.

Autor: Paul Rudnick.
Dirección y versión: Juan Pastor.
Intérpretes: Raúl Fernández, Josep Albert, María Pastor, Ana Alonso y Álex Tormo, entre otros.


LA FAMA O EL PRESTIGIO, ÉSA ES LA CUESTIÓN.


Un actor de moda ha de elegir entre seguir ganando dinero, y mucho, en la tele o adentrarse en la apasionante aventura del teatro, encarnando en este primer envite al personaje shakespeariano por excelencia, Hamlet. El tema es importante y, como el Danés príncipe, de una intemporalidad absoluta. Acomodarse en la popularidad, arroparse en la abundancia... o arriesgarse, sacrificarse, enfrentarse a los miedos de unos ojos abiertos que, a veces, escuchan; apostar por el trabajo aunque económicamente no compense tanto... ¿dónde está la compensación... qué vale más... qué es más valorado... qué es más apreciado...?
Estas preguntas, estas cuestiones de gran relevancia están planteadas en un tono ligero y en una comedia muy divertida. La puesta en escena dirigida por Juan Pastor, camina paralela, al ágil ritmo del texto escrito por el norteamericano Paul Rudnick. El peso de la acción recae sobre dos personajes: Andrew, interpretado por Raúl Fernández; él es el joven actor, inmerso en el dilema de firmar un contrato para una serie televisiva que será, seguramente, todo un “bombazo” o representar en la época estival el drama Shakespeariano. Por otro lado se encuentra Barrymore, Josep Albert, el peculiar espectro del legendario actor. Él será quien ayude a nuestro joven protagonista a dar el gran paso... suponiendo que el paso realmente “grande” sea apostar por “escribir su nombre en la gloria” de los que interpretaron a Hamlet...
Mientras tanto, se desarrollan diferentes situaciones tremendamente hilarantes que hacen de esta función una propuesta más que recomendable.
La puesta en escena es muy sencilla. Pocos elementos configuran lo que sería el espacio escénico en una representación en la que lo verdaderamente interesante es el duelo actoral llevado a cabo por los dos intérpretes protagonistas. El joven actor televisivo, asumido por Raúl Fernández y el “fantasma” de Lord Barrymore; personaje elaborado de una forma muy alegórica, impostada y recordando a alguna que otra antigua estrella de cine, por Josep Albert. El duelo atrae y mucho... será también, porque estos dos buenos profesionales no están solos y tras ellos hay un equipo más que notable.

Sofía Basalo.

lunes, 9 de febrero de 2009

FUNCIÓN BECKETT (Noviembre 2006)



(Compañía de Comedias de Manuel de Blas)

Teatro Fernando de Rojas. (Círculo de Bellas Artes.)

Autor: Samuel Beckett. (La última cinta de Krapp, Qué palabra, Nana, Fragmento de Teatro II)
Directora: María Ruiz.
Traducción: Jenaro Talens.
Intérpretes: Manuel de Blas, Jeannine Mestre, Morgan Blasco y Carlos Velasco.

EL ÉXITO DE TRES FRACASOS PERFECTOS.

Manuel de Blas, asegura que en Beckett respira la esperanza. Sus personajes esperan, como todos esperamos... “La esperanza como motor del vivir o como estrategia inconsciente para sobrevivir” leemos en el programa de mano... aunque, a veces, esos personajes hayan de asumir que todo ya se fue... le digo, que en los tres personajes de “Función Beckett” no puedo ver esa esperanza... No sé que ha de llegar para Krapp... creo que tampoco él lo sabe... No sé qué ha de llegar para esa mujer sentada eternamente en una mecedora, mientras una voz le canta una nana sobrecogedora... no sé qué ha de llegar para ese hombre que, pensativo, pretende tirarse de una ventana... éste, quizá, espere algo que lo detenga... quizá él sí espera... quizá, espere el momento en que los dos hombres que especulan sobre la superficialidad con la que ha vivido... desaparezcan, como ese pajarito por el que lloran amargamente, quizá espere la fortaleza que le permita hacer de su vida algo más que una mera agenda de citas intrascendentes... Manuel de Blas, me dice que, realmente, el dibujo de esos personajes es desolador... que lo que podían esperar, pasó de largo...
Poco después... pienso dónde puede hallarse la esperanza de esos personajes, de esas voces que repiten que es el tiempo de acabar, de esas voces que, implacablemente, niegan la posibilidad de una felicidad que se tuvo entre las manos, de ese autor que penetra hasta lo más íntimo del alma humana, hasta hacer daño... Quizá la esperanza esté en los ojos que miran lo que ocurre sobre un escenario, apenas vestido por la tenue luz de una habitación cerrada, en la que se mece una anciana, apenas cubierto por las viejas cintas de una vida vacía y solitaria... quizá la esperanza esté en ese espectador que alguna vez pudo ser Krapp, que alguna vez pudo ser esa mujer que esperó antes de asomarse a la ventana de su casa, que alguna vez pudo horrorizarse al contemplar su vida... quizá la esperanza esté en un público que no se vaya al reconocerse en los ojos de un hombre que no acierta a saber quién es ese joven de treinta y nueve años que, insensato, afirma que jamás querrá volver a vivir su juventud, su amor... que afirma que ésa es, que aquélla fue, la última oportunidad de ser feliz... quizá la esperanza esté en un espectador dispuesto a vivir, dispuesto a despojarse de todas las mentiras que arropan el frío rostro de los días, dispuesto a no sentarse a esperar... mientras la vida se aleja de nosotros... porque no supimos declararle nuestro amor... porque no fuimos lo suficientemente valientes como para declararle nuestro amor...
Ése es el triunfo de unos personajes que quizá, lo intentaron y fracasaron... que quizá, lo volvieron a intentar... y fracasaron... que quizá, lo intentaron una vez más... y el fracaso, en esta ocasión, fue perfecto... quizá el último intento de estos personajes son esos ojos que los miran, son esos fracasos que anidan en las vidas de quien los mira, es la humanidad, a veces herida, de quien escucha esa voz y es capaz de decir, a su lado, “continúa”...
Sí hay esperanza en el desesperanzado final de esta “función” concebida como homenaje en el centenario de Samuel Beckett.
Tres fragmentos, tres vidas, tres momentos, unidos entre sí, por la soledad y la incomunicación.
Una mujer (Jeannine Mestre) espera la muerte quizá, desde una voz cálida, crecida por la proximidad de ese final, tal vez, deseado. Un hombre, una ventana y las voces histriónicas de quienes evalúan un tiempo malgastado y vacuo... Y Krapp, y su cumpleaños, y el horror de lo que ya se fue... y la impotencia de lo que nunca llegará...
Jeannine Mestre y Manuel de Blas, nos sobrecogen, nos emocionan, respondiendo magníficamente a las voces, a sus voces, en un ejercicio interpretativo soberbio; son esos seres que una vez creó Samuel Beckett, están en las almas en las que esperó el autor irlandés... están en las vidas que aún siguen esperando mientras nos seguimos descubriendo... mientras intentamos ser, lo suficientemente valientes, como para reconocernos y vivir.

Sofía Basalo.

martes, 27 de enero de 2009

DESCALZOS POR EL PARQUE (Enero 2008)




Teatro Lara.

Autor: Neil Simon.
Versión, adaptación y dirección: Pep Antón Gómez.
Intérpretes: Jorge Sanz, Rosa Boladeras, Magüi Mira, Fermí Herrero y Álvaro Roig.



COMO EN EL CINE...

Aunque este texto de Neil Simon fue concebido para el teatro, la mayoría lo recordamos en los rostros de Robert Redford y Jane Fonda. Aunque el mismo data de 1963 no resulta anacrónico. Los valores que de él se pueden extraer son absolutamente actuales. Una actitud vital que nos impulse a hacer lo que otros miran y no a mirar lo que otros hacen. Un carácter abierto con el que acoger, aceptar, comprender y conocer a los demás antes de prejuzgarlos y excluirlos. La imagen de una mujer con cincuenta años que conserva las fuerzas para amar y continuar viva en una sociedad en la que es invisible... en la que continúa siendo invisible... “Descalzos por el parque” es una comedia, un divertimento en el que es el ser humano en sí el que se enfrenta a unas determinadas situaciones de las que nace la hilaridad, de las que nace la misma comedia... y el ser humano no ha cambiado en absoluto... y al ser humano le sigue costando sobremanera pasear descalzo por el parque en pleno invierno... de hecho no lo hace... quizá por ello se considere a este texto un clásico. Un clásico que vale la pena recuperar de vez en cuando, revisar de vez en cuando o adaptar de vez en cuando. En esta ocasión la nueva adaptación de Pep Antón Gómez tiene un “pero” y es que no es nueva. Admito que es la primera vez que veo esta obra en teatro, pero cada giro, cada ademán, cada palabra (aunque afirman que el texto se ha actualizado), cada gesto, la canción que canta y baila Rosa Boladeras como “Corie”... me evocan la película... tuve la sensación de estar viendo y escuchando la película que en 1967 dirigió Gene Saks. Todo en esta nueva puesta en escena recuerda a la película... salvo los espacios que, lógicamente, no pueden tener cabida en el teatro... Pueden pensar que, claro es el mismo texto así que se tienen que parecer por fuerza... no es exactamente eso... es que no ha habido un trabajo de adaptación o al menos yo no lo he visto... es que es como si el escenario del Teatro Lara fuera la pantalla de un cine en el que estuvieran proyectando la película... aunque sin sus actores protagonistas, claro... no hay originalidad, no hay nada nuevo en esta propuesta.
Los intérpretes son verdaderamente notables, con unos secundarios de lujo, Magüi Mira, Fermí Herrero... sobran las palabras. En fin, debo admitir que me gustó... ya me gustó la película... pero no me parece que la evocación cinematográfica sea lo que el teatro deba provocar.

Sofía Basalo.

domingo, 25 de enero de 2009

UNA HISTORIA DE FANTASMAS (Enero 2008)



Sala Ítaca.

Autor: José Ramón Fernández.
Director: Luis Bermejo.
Intérpretes: Miguel Barderas, Beatrice Minotti, Luis Crespo, Eugenio Gómez, Aída Villar y Walter Luzarreta.

PERFECTA CULMINACIÓN DE UNA TRILOGÍA PERFECTA.

Un grupo de actores ensaya una obra que cuenta una historia de fantasmas... de espíritus... de almas que deciden quedarse en una, dos, tres fotografías... que deciden mirarnos eternamente a través de los ojos que nos miraron una vez... que deciden permanecer a nuestro lado pues no se decidieron a partir hacia ese lugar desconocido y alumbrado entre supersticiones o creencias...
Un grupo de actores ensaya una obra inacabada... Cinco personajes que se corresponden con diferentes formas de sentir, de vivir incluso... de sobrevivir de una forma más o menos absurda en medio de un mundo sustentado por causalidades... cinco personajes deciden abrir una cajita de hojalata en la que guardan los recuerdos más dolorosos... deciden poner en común sus distintas formas de estar en la vida... pisando o no una multitud de fotografías que los observan desde el suelo...
La propuesta escrita por José Ramón Fernández, autor presente de una forma discontinua en la puesta en escena, es ingeniosa, original y enormemente divertida.
Esta particular “Historia de fantasmas” critica de una manera inteligente no ya las creencias, a menudo infundadas, en un más allá que anhelamos... se dirige sobretodo a la superchería... a la manipulación con la que algún que otro charlatán puede someter al ciudadano más desesperado o inocente... al miedo con el que vivimos, con el que caminamos a través de un universo plagado de incógnitas, de señales, de vanos augurios, de avisos arbitrarios impidiéndonos ser libres...
Esta obra culmina la trilogía formada por “Un momento dulce. La felicidad” y “Hoy es mi cumpleaños”. Trilogía en la que hemos encontrado obras de teatro frescas, de temática contemporánea, tratada de un modo igualmente moderno, ágil y en total comunión con el espectador.
La compañía de teatro “El Zurdo” se convierte de este modo en punto de referencia de un teatro moderno, que busca lenguajes y registros artesanales, en los que el teatro desde su pureza se muestra sin envoltorios rancios y caducos ante los ojos y oídos de un espectador capaz de sorprenderse, capaz de elaborar, capaz de imaginar y optar, como en esta fantasmal historia, por el desenlace más en consonancia con su propia convicción...
Ah! No podía olvidar la música... siempre presente en los trabajos de esta compañía que, desde luego, no merece el olvido de la magnífica y bien modulada voz de Beatrice Minotti...

Sofía Basalo.

lunes, 19 de enero de 2009

VOCES (SOME VOICES) (Mayo 2008)



Sala Pequeña del Teatro Español.

Autor: Joe Penhall.
Traducción: Joan Sellent.
Dirección: Marta Angelat.
Intérpretes: Pablo Derqui, Toni González, María Ribera, Jordi Ballester, Carles Sales y Jordi Brau.


EXTRAORDINARIO RETRATO HUMANO.

Presos en su malherida humanidad. Presos de unas voces que respiran en algún lugar de su cerebro. Presos en una sociedad que estigmatiza, rechaza e ignora. Seres humanos doloridos como todos, pero con un dolor más fuerte y también más ingrato. Esta obra, una de las más celebradas de Joe Penhall, no exhibe ni caricaturiza; no se instala en un tópico superficial y vacuo; muestra, comprende, invita a conocer y a reflexionar. En esta obra vemos personas que un día quedaron atrapadas en un mundo desconocido, oscuro quizá y siempre inquietante, que de vez en cuando asoman su rostro al mundo real y viven y aman y planean un futuro condicionado siempre. En esta obra vemos a otras personas que desde “la normalidad” han de convivir con la enfermedad, han de combatir contra lo desconocido con el único argumento posible, el amor; otras personas que han de ceder parte de su tiempo, de su intimidad, de su libertad, de su futuro, de su vida en sí, a unos ojos a veces asustados, a veces alucinados, a veces asombrados... y siempre necesitados de afecto... Los personajes de esta obra son seres humanos, gente normal, que un día se adentró a través de un camino desconocido cuya salida no es capaz de encontrar, en donde la química biológica no acierta a “descruzar” los cables de su mente... aún así cuando la tempestad se aleja de su orilla son seres inteligentes, afectuosos, son seres aún más cuerdos que aquellos que pasean su sombra por la cotidianidad... “Las voces” pone de manifiesto la incidencia pública, la problemática social de una dolencia que impide ser en plenitud... el sonido de una voz que martillea un cerebro consciente de su inexistencia... la incapacidad de estas personas de liberarse del ritual de unos fármacos que los adormecen, que ralentizan su razonamiento, que merman su vitalidad... y sin los que un proyecto vital sería inconcebible... Todo en esta propuesta es magnífico, desde su escenografía, pasando por la dirección de la debutante Marta Angelat, hasta llegar a los intérpretes, impecables y repletos de verdad. Justo cuando comencé a reír con “la crisis” de uno de los personajes, recordé que no era la primera vez que escuchaba estas voces; recordé el comentario que había oído hace algo más de un año; recordé cómo una persona afectada de esquizofrenia hablaba de las risas de los espectadores; recordé cómo se esforzaba en dejar claro que eso era verdad, que él había estado en esa situación, la angustia inenarrable que los invade cuando la gente de su entorno niega la verdad que están viviendo y creen de manera absoluta... recordé ese comentario y dejé de reírme para entrar de lleno en la realidad solitaria e incomprendida de aquellos a los que condenamos a la locura, nosotros, los otros locos.

Sofía Basalo.

lunes, 12 de enero de 2009

TERAPIAS (Junio 2006)



Centro Cultural de la Villa.

Autor: Christopher Duran.
Versión: Juli Disla.
Dirección: Rafael Calatayud.
Intérpretes: Marta Belenguer, Sergio Caballero, Mamen García, Rafael Calatayud, Carlos Amador y Juli Disla.
Companyia La Pavana.

El amor puede encontrarnos en cualquier situación, detrás de cualquier “nick” y tras un perfil más o menos falseado.
El amor puede esperarnos en un restaurante atendido por un enigmático camarero y, ¿por qué no? Saludarnos tras los ojos de un caballero que no es tan alto, tan rubio ni tan perfecto como se describió en un determinado e-mail. Tras la emotiva sonrisa de un caballero que, en diez minutos, nos pide en matrimonio... perdón, le pide en matrimonio a Pruden (Marta Belenguer), y le propone vivir en un bonito apartamento, en cuyo garaje vivirá también Teo (Juli Disla)... su novio... ¿El novio de quién?, se preguntarán... el novio de Òscar (Sergio Caballero)...
Óscar y Pruden se conocen virtualmente en un chat... al que sólo han entrado una vez (eso dicen). Se atraen, se gustan... salen... y no son felices, ni comen perdices... porque la bisexualidad de Óscar confunde a Pruden... aunque ésta llega al lugar de la cita previamente confundida.
Pruden es una treintañera inestable. Busca a un hombre maravilloso, sabe que no existe, pero lo busca, aunque tiene miedo de encontrarlo.
Óscar, tiene pareja estable. Su pareja es Teo, aún así, quiere casarse, tener hijos con una mujer... y no abandonar a Teo, claro... ¿Por qué no va a ser posible?...
Los dos protagonistas, un tanto desequilibrados, (de tontos y locos, todos tenemos un poco), acuden, periódicamente a la consulta de sus respectivos psicoanalistas... más desequilibrados todavía.
El Dr. Martone (Rafael Calatayud) “escucha” los miedos de Pruden.
La Dra Bornikoff (Mamen García) intenta buscar la palabra exacta de las dolencias de su “propósito” llamado Óscar.
“Terapias” es, en fin, un juego teatral de ritmo trepidante, divertido; tratado con inteligencia, profesionalidad y buen gusto.
Los tres espacios escénicos en los que la acción se desarrolla, los encontramos en un único triángulo que a un tiempo hace las funciones de restaurante, apartamento de Óscar y las respectivas consultas médicas.
El enredo, la rapidez, el humor va creciendo a medida que este vodevil sin puertas, que nos recuerda sorprendentemente a las propuestas cinematográficas de Woody Allen, va mostrando el surrealista nudo, de un planteamiento sencillo y de un desenlace sumamente original.
Los seis intérpretes se desenvuelven con desenfado y agilidad en esta comedia, en la que hasta los excesos son bienvenidos en un trabajo hecho con gusto y ganas.
“Terapias” llega a Madrid habiendo sido galardonada como mejor espectáculo de las artes escénicas de la Generalitat Valenciana y su actriz, Mamen García, premiada como mejor actriz en papel de reparto.
Todos los intérpretes desempeñan su labor de un modo notable, pero, a decir verdad, mamen García, hace de su “teatral” desequilibrio algo memorable. Son suyos, enteramente suyos, los puntos álgidos de una estupenda comedia.

Sofía Basalo.

lunes, 5 de enero de 2009

EL HOMBRE ALMOHADA. (Octubre 2007)




Teatro Fernando de Rojas.

Autor: Martin McDonagh.
Versión: Isabel Montesinos.
Dirección: Denis Rafter.
Intérpretes: José Vicente Moirón, Javier Magariño, Gabriel Moreno, Lourdes Gallardo y Luis Mariano López.

INOCENTES

El condenado que no puede leer lo que se escribe en el cartel que cuelga de su cuello, que desconoce el delito que lo condujo a esa celda maloliente, que comparte pena con un asesino y un violador, al que el asesino escupe, del que unas monjas huyen, el que es objeto de la risa sarcástica de un caminante anónimo... seguramente es inocente... seguramente sobre el cartel que cuelga de su cuello se lee esa palabra... y la inocencia ya no es una presunción, y en la inocencia caben todos los delitos, y la inocencia es una conducta sospechosa, amenazante, inductora, cómplice y temeraria...
Inocente es también Katurian, el protagonista y contador de cuentos de la obra de Martin McDonagh. Inocentes son los policías, al servicio de un sistema totalitario que necesita forzosamente un culpable. Inocente es Michael, el hermano maltratado del escritor macabro e inocentes son los niños muertos y protagonistas póstumos de unas literarias torturas.
“El hombre almohada” es un magnífico texto, una elaborada y bella metáfora sobre una dramática realidad: La violencia y el maltrato infantil.
El escritor irlandés ha imaginado un estado totalitario en el que se han producido una serie de asesinatos. Se detiene a un escritor de cuentos cuyos argumentos coinciden de forma sospechosa con el modus operandi del asesino. Los policías que interrogan al escritor lo creen autor intelectual de unos delitos que estiman, ha cometido su hermano deficiente.
Estos métodos violentos, brutales, torturadores irán desvelando los fantasmas que respiran en el pasado de todos y cada uno de los personajes de este cuento para no dormir; cada palabra, cada exabrupto responde a un trauma, a una carencia, a un conflicto irresoluto que persigue a unos personajes que no dejan de ser víctimas de una sociedad maltratadora.
“El hombre almohada” es ante todo una magnífica historia que la compañía “Teatro del noctámbulo” ha desarrollado de un modo sobresaliente. Una historia que ha sido articulada escénicamente en numerosos planos, de una forma muy original, creativa, reforzando la intención con la que los hechos son narrados y que en ningún momento produce la sensación de ruptura, más bien al contrario, esas pausas, esos cambios en el ritmo, en la forma de contar, enfatizan el mensaje, la moraleja (hablando de cuentos) de una historia que se podría encuadrar dentro del teatro de la crueldad de Genet o Pinter... todo ello sin dejar de conmover, sin dejar de asombrar y sin dejar de reservar un espacio para la ternura...
Denis Rafter ha sido el encargado de dirigir esta propuesta. Lo ha hecho de un modo muy inteligente. Ha aprovechado al máximo todos los recursos y ha logrado una puesta en escena vibrante, llena de poesía y enormemente expresiva. Las diferentes atmósferas que se respiran en este montaje se dirigen sin ambages al espectador, a sus sentidos, a su conciencia, a su sensibilidad, a su capacidad para emocionarse y también para horrorizarse. A ello hay que añadir al recurso del “teatro dentro del teatro” en los momentos en los que en la acción hay un paréntesis ficticio, y el protagonista en forma de cuento, se retrotrae al pasado. Tras él, sobre un pequeño escenario, se ilustran las historias que Katurian narra. Estos cambios de tiempo, de ritmo, están sensacionalmente resueltos, potenciando el carácter denunciatorio de la propuesta y la calidad de la misma.
Todo en esta propuesta es excelente. Desde la versión llevada a cabo por Isabel Montesinos, hasta la labor los intérpretes. José Vicente Moirón como Katurian exhibe una importante gama de matices en su expresividad oral y dramática, siendo el atormentado escritor que desconoce su delito y el contador de cuentos lleno de poesía, lirismo y ternura.
Javier Magariño y Gabriel Moreno componen perfectamente sus respectivos tipos de policías, dejándonos en el último momento la incógnita de su verdadero ser, de su verdadero dolor; en otro plano y como “personajes ilustradores de cuentos” resultan impecables.
Luis Mariano López es Michael, el hermano deficiente de Katurian, un ser maltratado, indefenso, sin capacidad para distinguir el bien y el mal, su interpretación resulta convincente. Y Lourdes Gallardo, un personaje secundario, de apoyo a las ilustraciones de los cuentos que sin embargo, en su última aparición resulta ser un tanto histriónica y exagerada.
En el programa de mano Denis Rafter abre la puerta a que algún espectador no soporte la crueldad que Martin McDonagh pone sobre la mesa o sobre el escenario y abandone el patio de butacas... paradójica opción, pues la realidad nos depara infinitas dosis de crueldad y éstas verdaderas... en fin, la tarde que fui a ver esta magnífica obra de teatro, dos espectadores utilizaron esa puerta que el mismo Rafter abría...

Sofía Basalo.

viernes, 2 de enero de 2009

SOLILOQUIO DE GRILLOS (Septiembre 2006)


Sala Cuarta Pared.

Autor: Juan Copete.
Director: Esteve Ferrer.
Intérpretes: Ana Trinidad, Paqui Gallardo y Paca Velardiez.

DEBAJO DE NUESTROS PIES.

Nunca llegaron a París.
Nunca llegaron más allá de unas pretensiones ajenas y propias, a un tiempo, como esa España que moría, recién nacida, entre los fusiles de quienes se autoproclamaban salvadores.
Nunca pudieron adivinar la búsqueda incesante de quienes quedaron atrás, agazapados en el silencio, alimentándose de miedo y opresión.
Nunca llegaron a París... porque la muerte les sorprendió en una cuneta, al norte de Extremadura. Más allá de aquella noche, sólo las abrazó el silencio, la oscuridad y el tiempo...
...Y el tiempo nos dice que nadie muere del todo, mientras su voz nos susurra al oído; mientras sus ojos ven a través de los de alguien que se mira en su memoria; mientras se es vivido en la vida de quien camina en nuestros pasos y hace más profundas y seguras nuestras huellas...
Nunca cerraron sus ojos, porque más allá de ese acto cobarde y ruin, vive y respira el derecho a saber, a sentir, a querer...
Nunca dejaron de gritar, porque exigían una muerte digna, un descanso digno, una identidad digna.
Nunca perdieron la esperanza, porque sabían que el amor es más fuerte que el silencio; porque sabían que una flor puede atravesar el frío asfalto y llegar hasta el corazón de unos huesos que esperan... que siguen esperando... como siempre espera el que ama... El que amó una vez, lo sabe.
“Soliloquio de grillos” nos conduce hacia una historia donde no hay culpables, donde no hay revanchas, donde no hay rencores. Nos conduce hacia el único lugar, donde respira libre, la verdad.
Ésa que no nos han contado. Ésa que nos explica por qué somos, cómo somos y quiénes somos; ésa que se escribe en el suelo que pisamos, que nos cobija y nos abraza, que nos espera y nos mira a través de sus ojos agrietados por la omisión... que nos habla con el rumor mudo de las hojas... que nos llama porque se siente sola, olvidada y perdida entre décadas de hastío...
Ellas nunca llegaron a abandonar esa cuneta. Ellas son tres mujeres que han vuelto a morir, gracias a la pluma maravillosa de Juan Copete.
Ana Trinidad, Paqui Gallardo y Paca Velardiez han prestado su voz, su sensibilidad, su humanidad a una maestra, a una mujer que nunca vendió su amor y a otra mujer casada con un republicano, que no sabe por qué la persiguen... que no sabe por qué ha de huir...
Al amanecer del día siguiente las matarán...
Esa cuneta, testigo de sus miedos, de sus sueños y de su muerte, será su tumba improvisada, su lugar para continuar contemplando el devenir de los tiempos...
La puesta en escena ha sido dirigida por Esteve Ferrer, quien en el doble plano presentado por el autor, nos ha hecho testigos emocionados de ese soliloquio de almas, que contemplan el acto de un amor sorprendido, los juegos de unos niños, la conversación entrecortada de unos yonquies, el reencuentro de una hija y una nieta con su madre... nos ha hecho testigos emocionados del descanso final de esas almas tras el final de una búsqueda...
Todos tenemos derecho a saber... pero quizá el derecho más sagrado reside en ellos, en ellas, en este caso... en aquellos que no están...
Los que no están tienen derecho a que sepamos dónde nos esperan. Los que no están tienen derecho a que sepamos cómo fue. Los que no están tienen derecho a que sintamos, con ellos, su dolor, su soledad. Los que no están tienen derecho a ser una vez más... porque entonces, nada habrá tenido sentido; porque, entonces, nada habrá valido nada...
Bajo nuestros pies, nos espera la verdad... y esa verdad, es la que nos merecemos... la que se merecen...

Sofía Basalo.