viernes, 2 de enero de 2009

SOLILOQUIO DE GRILLOS (Septiembre 2006)


Sala Cuarta Pared.

Autor: Juan Copete.
Director: Esteve Ferrer.
Intérpretes: Ana Trinidad, Paqui Gallardo y Paca Velardiez.

DEBAJO DE NUESTROS PIES.

Nunca llegaron a París.
Nunca llegaron más allá de unas pretensiones ajenas y propias, a un tiempo, como esa España que moría, recién nacida, entre los fusiles de quienes se autoproclamaban salvadores.
Nunca pudieron adivinar la búsqueda incesante de quienes quedaron atrás, agazapados en el silencio, alimentándose de miedo y opresión.
Nunca llegaron a París... porque la muerte les sorprendió en una cuneta, al norte de Extremadura. Más allá de aquella noche, sólo las abrazó el silencio, la oscuridad y el tiempo...
...Y el tiempo nos dice que nadie muere del todo, mientras su voz nos susurra al oído; mientras sus ojos ven a través de los de alguien que se mira en su memoria; mientras se es vivido en la vida de quien camina en nuestros pasos y hace más profundas y seguras nuestras huellas...
Nunca cerraron sus ojos, porque más allá de ese acto cobarde y ruin, vive y respira el derecho a saber, a sentir, a querer...
Nunca dejaron de gritar, porque exigían una muerte digna, un descanso digno, una identidad digna.
Nunca perdieron la esperanza, porque sabían que el amor es más fuerte que el silencio; porque sabían que una flor puede atravesar el frío asfalto y llegar hasta el corazón de unos huesos que esperan... que siguen esperando... como siempre espera el que ama... El que amó una vez, lo sabe.
“Soliloquio de grillos” nos conduce hacia una historia donde no hay culpables, donde no hay revanchas, donde no hay rencores. Nos conduce hacia el único lugar, donde respira libre, la verdad.
Ésa que no nos han contado. Ésa que nos explica por qué somos, cómo somos y quiénes somos; ésa que se escribe en el suelo que pisamos, que nos cobija y nos abraza, que nos espera y nos mira a través de sus ojos agrietados por la omisión... que nos habla con el rumor mudo de las hojas... que nos llama porque se siente sola, olvidada y perdida entre décadas de hastío...
Ellas nunca llegaron a abandonar esa cuneta. Ellas son tres mujeres que han vuelto a morir, gracias a la pluma maravillosa de Juan Copete.
Ana Trinidad, Paqui Gallardo y Paca Velardiez han prestado su voz, su sensibilidad, su humanidad a una maestra, a una mujer que nunca vendió su amor y a otra mujer casada con un republicano, que no sabe por qué la persiguen... que no sabe por qué ha de huir...
Al amanecer del día siguiente las matarán...
Esa cuneta, testigo de sus miedos, de sus sueños y de su muerte, será su tumba improvisada, su lugar para continuar contemplando el devenir de los tiempos...
La puesta en escena ha sido dirigida por Esteve Ferrer, quien en el doble plano presentado por el autor, nos ha hecho testigos emocionados de ese soliloquio de almas, que contemplan el acto de un amor sorprendido, los juegos de unos niños, la conversación entrecortada de unos yonquies, el reencuentro de una hija y una nieta con su madre... nos ha hecho testigos emocionados del descanso final de esas almas tras el final de una búsqueda...
Todos tenemos derecho a saber... pero quizá el derecho más sagrado reside en ellos, en ellas, en este caso... en aquellos que no están...
Los que no están tienen derecho a que sepamos dónde nos esperan. Los que no están tienen derecho a que sepamos cómo fue. Los que no están tienen derecho a que sintamos, con ellos, su dolor, su soledad. Los que no están tienen derecho a ser una vez más... porque entonces, nada habrá tenido sentido; porque, entonces, nada habrá valido nada...
Bajo nuestros pies, nos espera la verdad... y esa verdad, es la que nos merecemos... la que se merecen...

Sofía Basalo.

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