domingo, 9 de diciembre de 2012

HABANA PASIÓN. (Julio 2012)


HABANA PASIÓN.

 Teatro Nuevo Alcalá.

Directores: Isdel Mori y Gito Maletá.
Asesor artístico: Amador Mohedano.
Intérpretes: Rosario Mohedano y Yuro Leyva, entre otros.
Cuerpo de baile: Habana Pasión Ballet.

… UN PLATO DE ENSALADILLA… CUBANA.

Lo ostentoso de este proyecto y de la familia que lo ha puesto en pie, con su nombre y su calidad mediática, aparece en el propio programa de mano de un musical que más que eso, se asemeja a una pobre ensalada de canciones, con música en directo.
Este afán pretencioso viene dado, en primer lugar, al afirmar que Rosario Mohedano es un nombre sobradamente conocido “de la escena española”. Sí, Rosario “Chayo” Mohedano es un nombre sobradamente conocido, pero no de la escena española precisamente. ¿Me equivoco? (Lo que no quiere decir que lo esté intentando, que haya grabado tres discos y que hace poco ofreciese un concierto en el Auditorio Nacional… Pero conocida, famosa, mediática, no lo es por su trabajo). Por otra parte, se asevera que pertenece a una saga de artistas… No sé, pero yo creo que en su familia, la única artista fue su tía. Los demás… más que artistas, son cuentistas, pero la artista, repito, fue su tía ¿Me equivoco? Hechas estas aclaraciones, procedo a analizar esta ensaladilla cubana, que no rusa, que se ha denominado musical cubano hecho con mucha pasión… ( perdonen la ironía)
He buceado en internet, más que nada para ver si es que mi “mala época” me impide “hilar” el argumento que se asegura existe en este espectáculo. Según parece, “Habana Pasión” “va” de una chica que se llama Belén (Rosario Mohedano). Ésta atraviesa una crisis existencial. Se separa. (suelta un monólogo que culmina con una canción de su tía). Le endosa el niño a su madre y se va a Cuba. Allí conoce a Juan (Yuro Leyva), se enamora, se casa y se “nacionaliza” cubana por amor… En fin… Hasta ahí uno se entera… Otra cosa es que esta “apasionante” historia esté bien contada, bien anexionada, con las canciones “metidas” oportunamente y no con calzador; que el estupendo Ballet haga su trabajo y éste sea creíble y obedezca a un porqué lógico y armónico… Esas cosas que sí pasan en un “Musical” bien hecho y en condiciones. Aquí no ocurre. Aquí nada tiene sentido… No hay lugar para “el actor”… claro, que La Mohedano no es actriz (si se hubiera incluido un mínimo argumento, con sus diálogos, sus personajes llenos de matices… La chica no se hubiera lucido)… Y para qué engañarnos, esto se ha organizado para lucir a la niña, que se cambia por lo menos diez veces de traje y explota el timbre de voz ya de por sí ciertamente parecido al de su tía, aunque ella y su familia, supongo, se empeñan en asemejarlo al máximo, sin darse cuenta de que es esto precisamente lo que empaña su labor, su trabajo y su discutible o no, talento.
“Habana Pasión” tendría un pase si se limitara ser lo que verdaderamente es: Un concierto. Un medio para recuperar canciones, bailes típicos cubanos… Un vehículo repleto de colorido y de buen baile, que nos invita a viajar a Cuba, con música en directo. Pero en el momento en el que se pretende hacer de eso un espectáculo de “teatro musical”… No nos queda más remedio que suspender el proyecto… Suspenderlo porque no hay mimbres, no hay libreto, no hay hilo argumental, no hay trabajo actoral… Y porque el fin último, repetimos es lanzar (de una vez) a la sobrinísima… Lanzarla a costa de “tapar” y “esconder” y “nublar” el buen hacer de un partenaire que podría comerse con patatas a “la estrella”.

Sofía Basalo.

viernes, 16 de noviembre de 2012

LA VENGANZA DE LA PETRA (Mayo 2012)



LA VENGANZA DE LA PETRA.

 Teatro Arenal.

Autor: Carlos Arniches.
Director: José Luis Gago.
Dirección artística: Estrella Blanco.
Intérpretes: José Luis Gago, Ruth Terán, Didier Otaola, Sonia Cruz y Natalia Jara, entre otros.

… LA VENGANZA DEL COSTUMBRISMO…

El Teatro Arenal ha recibido la comedia más divertida de Carlos Arniches, según dicen, uno de los dramaturgos más célebres del teatro español de principios del S.XX. En el programa de mano se alude a un hipotético lenguaje ingenioso, a unos conflictos y situaciones más que acertadas y a un perfecto acabado de personajes.
Supongo que todo esto se escribe, se afirma, si nos situamos en la época, a principios del S. XX. Seguramente en esos años ese lenguaje sería ingenioso. Seguramente en esos años ese humor sería incluso inteligente. Seguramente en las primeras décadas del siglo XX esos personajes estarían más que elaborados, hoy no.
Hoy este tipo de obras sobran. Hoy este tipo de obras nos retrotraen a un pasado execrable, machista y ridículo. Hoy este tipo de obras no aportan nada; como nada pueden hacer unos intérpretes que sin estar mal,  resultan ridículos en según qué roles, rozando incluso la exageración y la vulgaridad.
Por otra parte, podríamos pensar que al ser ésta una propuesta elaborada por una compañía privada, se recurra necesariamente a un título que va a contar con un seguimiento de un público “fijo” y “fiel”... Sin embargo, este argumento no es suficiente, no lo considero suficiente puesto que el teatro no es sólo un negocio con el que ganar dinero. 
El teatro debe de ser algo más y con títulos como éste… Eso parece olvidarse para viajar al Madrid de los años veinte o treinta, para instalarnos en una casona muy bien amueblada, para arrimarnos a unos “chulos” y “chulas” perfectamente caracterizados… Y para, personalmente no reírme porque según qué situaciones no me hacen gracia y creo que no debería hacernos gracia… Ya que si eso es así (como parece que es) eso, lo que nos indica es que en lo esencial seguimos siendo igual, seguimos siendo los mismos y perdónenme, pero no me parece positivo.

Sofía Basalo.

miércoles, 31 de octubre de 2012

GUILLERMITO Y LOS NIÑOS, ¡A COMER! (Abril 2012)





GUILLERMITO Y LOS NIÑOS… ¡A COMER!

Teatro Lara.

Autor: Guilleaume Galliene.
Director y adaptador: Julián Quintanilla.
Intérprete: Secun de La Rosa.

MONÓLOGO A LA FRANCESA.

No estamos ante un monólogo al uso. Su origen nos conduce a Francia, país donde en 2010 obtuvo el Premio Moliere al mejor espectáculo revelación. En él, su autor e intérprete se desnuda y nos hace partícipes de los traumas que han marcado su vida, convirtiéndolo en un ser que consigue conocerse en plena madurez.
Podría ser cierto que no estuviésemos ante un monólogo al uso… Sin bien, al ser adaptado a nuestro idioma y a nuestra cultura, ha adquirido ciertos rasgos que lo convierten en un monólogo más; podría ser cierto que en esta propuesta descubriéramos a un nuevo Secun de la Rosa con una gran capacidad para interpretar diversos papeles, sin  embargo, no descubrimos nada que no hayamos hecho ya (si es que hemos visto a Secun de la Rosa interpretando no sólo al hermano gay de “Mauricio” en la serie “Aída”); podría ser cierto que estuviésemos ante una gran obra… Pero personalmente, no creo que sea así.
Secun de la Rosa habla demasiado deprisa, a veces no vocaliza correctamente. En algunas ocasiones, sobre todo cuando imita a la abuela del protagonista, sí puede resultar muy gracioso; pero por otra parte, no considero algo extraordinario ese “ser diversos personajes”… Quizá porque el tema no me parece novedoso, quizá porque se han introducido algunas morcillas en lugares estratégicos que llevan directamente a la risa fácil, quizá porque ha añadido algún giro que no creo estuviese en el libreto original y que lo vulgariza en cierto modo.
No me resulta creíble esa historia, aunque se diga y se reitere que se trata de la biografía de Guilleaume Galliene… ¿Tal vez la adaptación la hace poco convincente. Tal vez la interpretación del actor?... No lo sé, pero admitiendo que en algunos momentos me reí con ganas, considero que “Guillermito y los niños… ¡A comer!” es un monólogo más que no nos descubre nada nuevo de quien lo interpreta.

Sofía Basalo.

jueves, 18 de octubre de 2012

VERANO (Julio 2012)


VERANO


Teatro Fernando Fernán-Gómez.
Autor: Jorge Roelas.
Director: Tamzim Townsend.
Intérpretes: Ana Marzoa, Ruth Gabriel y Lidia Navarro.

ASFIXIANTE PASADO…

“Verano” es la primera obra de teatro escrita por el polifacético actor Jorge Roelas. En ella, el nuevo dramaturgo, juega a las falsas apariencias, a los equívocos, a la mentira alimentada de silencios y a la búsqueda de una felicidad que espera paciente tras las tapas de un falso libro.
En ella, el autor ha imaginado a tres mujeres, para las que la calurosa estación del año, transcurre de una manera muy distinta, debido a un personaje masculino que está presente en todo momento a pesar de no aparecer físicamente en escena.
Este hombre ha marcado la vida de tres mujeres que poco a poco irán descubriéndose en los rostros de unas desconocidas con las que compartieron algo más que la decoración de una casa; con las que compartieron la insatisfacción de un hombre incapaz de ser feliz y de hacer felices a los seres que lo rodearon… Con las que compartirán por último, una herencia…
He de decir que el planteamiento inicial me resulta conocido. No puedo determinar por qué razón y sin embargo no lo percibo como algo novedoso. Aún así, la obra engancha, resulta interesante y atrapa al espectador deseoso de saber qué pasará y asombrado ante la reacción final de una esposa, lo suficientemente valiente como para cobrarse una deslealtad cultivada verano a verano.
Tal vez, la función resulta ágil gracias a la experta mano regidora de Tamzin Townsend; quizá la función derrocha energía gracias a la excelente labor de un trío de actrices realmente bueno. Las tres hacen de sus personajes seres entrañables, seres que muestran poco a poco, en pequeñas y efectivas dosis el interior de un espíritu dañado por la ausencia, por la falta de afecto, por un calor que ahoga, que asfixia y que las impide vivir.
Ana Marzoa, Ruth Gabriel y Lidia Navarro, son los tres perfectos ases de una obra cuyo valor reside en aquello que respira detrás de las persianas de tres ventanas… Las tres protagonistas de la vida de un hombre que jamás supo pensar en nadie más que en sí mismo…

Sofía Basalo.

miércoles, 10 de octubre de 2012

VIOLINES Y TROMPETAS. (Abril 2012)



VIOLINES Y TROMPETAS.

Teatro Muñoz Seca.

Autor: Santiago Moncada.
Dirección: José Troncoso.
Intérpretes: Ivonne Reyes, Cristina Peña, Antonio Vico y Javier Tolosa.

UNA VEZ MÁS, SANTIAGO MONCADA…

Esta comedia tuvo un rotundo éxito en 1977, año de su estreno. Eran otros tiempos, había otra mentalidad, otras costumbres, otras formas. Supongo que el momento que vivimos es el idóneo para que un texto de estas características regrese y vuelva a triunfar. Supongo que las circunstancias que estamos atravesando son las aptas para disfrutar con las vivencias de tres músicos de cámara que comparten no sólo la profesión, sino también sus objetivos amorosos. Supongo que estos fines resultan logrados. El trabajo de los intérpretes, incluida la labor de Ivonne Reyes, es notable; aunque no debemos olvidar que son personajes simples, sin aristas; son personajes lineales, que no presentan complicación alguna, más allá de la de provocar la hilaridad en el espectador.
Los avatares que van sufriendo son simples, comunes y para qué negarlo, muy trillados. Las situaciones “imaginadas” por el autor son muy similares a las “creadas” para otros momentos teatrales, con lo que casi se podría decir que además de inspirarse en sí mismo, Santiago Moncada puede haber cambiado los nombres, los parentescos y las profesiones de sus personajes para escribir lo mismo una y otra vez… Pero al público, que advierte estas circunstancias, parece darle igual.
Siendo objetivos, la escenografía y vuelvo a repetir, el trabajo del elenco, es correcto. Más que eso es la labor de Antonio Vico, quien se lleva al ovación más cerrada del público. Ivonne Reyes, casi debutante en estas lides, defiende con soltura su personaje… Pero más allá hay poco. En más de una ocasión he podido charlar con Jesús Cisneros (quien alterna su trabajo en la obra con Javier Tolosa) y me ha afirmado que una compañía privada no puede aspirar a más; que una compañía privada no puede arriesgar su dinero en obras de teatro más profundas, con mensaje, o en propuestas que inviten a la reflexión a un público que quizá ante un título de estas características no llenaría el teatro. No sé si este pensamiento es el correcto, pero parece que a Descalzos Producciones esto le funciona y al fin y al cabo es lo que cuenta.
“Violines y trompetas” es una propuesta aceptable dentro de la “normalidad” que la caracteriza y no está mal… Ese no está mal, viene dado, repetimos por el trabajo interpretativo notable de cuatro actores convencidos de lo que hacen.

Sofía Basalo.

sábado, 6 de octubre de 2012

LA ESCUELA DE LA DESOBEDIENCIA. (Junio 2012)





LA ESCUELA DE LA DESOBEDIENCIA.

Teatro Bellas Artes.

Autor: Paco Becerra.
Director: Luis Luque.
Intérpretes: María Adánez, Cristina Marcos, Sofía Alegre y Rosa Miranda.

DESOBEDECER PARA VIVIR.

Nos trasladamos a  la Francia del siglo XVIII, época en la que la mujer tenía pocas opciones para realizarse como ser humano, época en la que una mujer que se preciase debía dedicarse a leer libros de santos, ser santa y hasta parecerlo, época en la que la hipocresía era la única norma válida en una sociedad en la que por ejemplo, la prima monja de nuestra protagonista (Fanchon- Adánez) osa regalarle un vibrador para consuelo de su “más que probable” soledad y aburrimiento.
Ante este panorama, Sussane (Cristina Marcos) –prima de vida disoluta de Fanchon- acude al rescate temiendo que los progenitores de ésta intenten ingresar en un convento a la inocente niña. Así, comienza a instruirla en la más que recomendable ciencia de la desobediencia, con el fin de desaprender las nocivas lecciones de moralidad que hasta el momento han “entontecido” a la joven.
Estas lecciones son impartidas de un modo magistral por una actriz sensacional que ha sabido aprovechar y de qué manera, la oportunidad de meterse de lleno en una comedia. Una comedia ácida e irónica donde ésta, Cristina Marcos, se desenvuelve de un modo genial. No se queda atrás María Adánez, si bien, la primera muestra su veteranía y quizá la riqueza de matices que no acabamos de descubrir en la segunda. Es completamente acertada la interacción con las dos intérpretes musicales que dotan al espectáculo de un sabor dinámico dentro de su clasicismo.
“La escuela de la desobediencia” es una crítica feroz, llena de inteligencia y actualidad, hacia una sociedad empeñada en encerrar en el pecaminoso silencio la sexualidad y el placer femeninos. Acentúo la actualidad, pues si bien es cierto que no es comparable la situación que vivimos en la actualidad, también lo es que hablar de sexo, mostrar las vías de placer femeninas, reivindicar el sexo por el sexo y la libertad a la hora de vivirlo, siempre que esa libertad sea conjugada en femenino, siguen siendo temas escabrosos, temas de “segunda división”… La mujer no buscará su propio placer sin ser tachada de “fresca” o “desvergonzada”, mientras que el hombre siempre será más hombre cuantas más mujeres “se pase por la piedra”… Perdonen la expresión, pero “al pan, pan y al vino, vino”… Y aún nos queda mucho por desobedecer y más aún por desaprender. Enhorabuena, pues, a todo un equipo capaz de reivindicar con alegría, humor, inteligencia y buen hacer.

Sofía Basalo.


domingo, 30 de septiembre de 2012

MENDIGANDO AMOR (Junio 2012)


MENDIGANDO AMOR.

Pequeño teatro Gran Vía.
Autor y director: Roel García Serrano.
Intérpretes: Belén López Valcárcel y Majo Cardona.

… ETERNO TEMA, SIN ELABORACIÓN…

Una vez más, una pequeña compañía teatral se pone de acuerdo para elaborar un consabido análisis del porqué del desamor, de los errores que comete, en este caso la mujer, al iniciar una relación sentimental, de la necesidad de, a su vez, sentirse necesitada por un hombre; de la necesidad de sentirse querida y admirada, de la seguridad y estima que no es capaz de otorgarse por ella misma… Mientras queda a la expectativa de la ficticia confianza que le ha de dar esa persona.
¿Qué esto es algo muy manido, muy trillado? Sí.
¿Qué a estas alturas no hace mucha gracia? Personalmente, sí.
¿Qué a pesar de todo puede funcionar? También.
¿Por qué? Porque ya se sabe que el ser humano es el único animal empecinado en “avanzar” por el mismo sendero, aunque éste sea el equivocado, aunque no nos lleve a ninguna parte… Y aunque sea el único que a la postre pueda hacerle el más infeliz.
“Mendigando amor” se compone de una serie de sketches que interpretan Belén López Valcárcel y Majo Cardona sin demasiada complicación; pues se trata de distintos personajes que no necesitan mucha elaboración, al ser muy simples y además, girar sobre un mismo eje.
Quizá el gag más afortunado sea el que retrata a dos amas de casa, maduras, cansadas y aburridas. Una, desesperada por la pasiva actitud de su marido y la otra sin más aliciente que el de responder con monosílabos a la histérica perorata de su amiga, mientras plancha sin parar.
“Mendigando amor” no tiene más.
Puede funcionar porque se trata del eterno tema de las relaciones humanas, amorosas o sentimentales, pero aún así, no hubiera estado de más que el autor y director e incluso las actrices, hubieran elaborado el proyecto un poquito más.

Sofía Basalo.

sábado, 22 de septiembre de 2012

ANTES TE GUSTABA LA LLUVIA. (Marzo 2012)



ANTES TE GUSTABA LA LLUVIA.
Autora: Lot Vekemans.
Dirección: Miguel Ángel Solá.
Intérpretes: Sergio Otegui y Blanca Oteyza.

CUANDO ERA SENCILLO SONREÍR…

Enfrentarse al dolor es complicado. Quizá sea éste el auténtico reto de un ser humano que vive con la espada de damocles a su lado sin ver cuándo lo mirará de frente y se hundirá en su pecho doliéndole, matándolo, frenando su paso, impidiendo su crecimiento… O haciéndole más fuerte, nunca se sabe… Nunca podremos saber cómo reaccionaremos ante su manotazo hasta que se produce… No podremos saber si optaremos por huir hacia un futuro lejos de aquello que nos hace daño o si permaneceremos en él, saboreándolo, negándonos la vida y por tanto, la posibilidad de ser felices… No podemos evaluar qué es mejor, qué es lo correcto, qué es lo acertado, porque no podemos elegir, porque la realidad nos sorprende y nos descubre, porque realmente nos desconocemos y sólo ante la adversidad revelamos nuestra identidad… Aquello que éramos, Aquello que podíamos ser, Aquello que somos mientras sobrevivimos...
Dos personas han de enfrentarse a un hecho impensado. Cada una opta por un modo de encarar el dolor. Él teme ese sufrimiento, teme esa ausencia, teme la presencia de su rostro en el rostro de la mujer que una vez amó y huye hacia el futuro… Ella también lo teme pero lo afronta, lo conjuga en presente… Quizá, en un presente eterno que le impide ver más allá de sí misma, del momento en el que el adiós se apoderó del ser que más quiso… Ella deja de ser quién fue, deja de reírse, deja de vivir… Para subsistir, para engañarse y caminar a través de los días sin pisar demasiado fuerte para que sus huellas no borrasen la imagen perenne del ayer…
Ella y Él se reencuentran doce años después en una cita que busca ella, que necesita ella, que pide ella… Para decirse aquello que quedó pendiente… Para responder a todos los “porqué” que quedaron suspendidos una nochevieja doce años antes… Para romper la barrera de defensa que la acompaña a cada paso… Para volver a ser agradable siempre… Para recuperar su sonrisa… Para volver a pasear bajo la lluvia…
A Miguel Ángel Solá le gusta el teatro sencillo, el teatro que va directo al corazón, el teatro que nos habla de seres humanos, el teatro que habla del amor, del miedo… El teatro que no juzga… El teatro que nos hace crecer y creer en nosotros mismos… El teatro como catarsis, como elemento curativo… El arte que nos hace mejores…
“Antes te gustaba la lluvia” no juzga. “Antes te gustaba la lluvia” expone dos formas de sobrevivir al dolor, dos sentimientos, dos seres incapaces de volver a ser quiénes fueron por miedo a que el ayer distorsione aquello que continúan sintiendo…
“Antes te gustaba la lluvia” contiene el agridulce sabor del amor incapaz de conjugarse, el trabajo repleto de verdad de dos actores impecables: Sergio Otegui y Blanza Oteyza. Ellos son los padres de Jacobo. Los dos seres que una vez se amaron. Los dos seres que olvidaron el amor. Los dos seres incapaces de volver a mirar juntos en la misma dirección aunque es eso mismo lo que interiormente desean…
“Antes te gustaba la lluvia” contiene  la imperceptible y segura labor de Miguel Ángel Solá, en la que es su primera incursión como director de escena; la mano repleta de sensibilidad y buen gusto de un hombre que hace del teatro un refugio para el alma; el sello que hace de la sencillez algo mágico.
… Y es que a veces la salvación del ser humano pasa por pasear bajo la lluvia aunque sonreír por cualquier cosa vaya siendo algo más difícil…

Sofía Basalo.

domingo, 16 de septiembre de 2012

EL ENCARGO. (MAYO 2012)



EL ENCARGO.

Teatro Calderón.

… UN BODRIO MÁS…

Autor y director: Luis Ant. Rodríguez Juan.
Intérpretes: José Tejado, Esther Fernández, Javier Paez, José Luna, Silvia Nieto, Alberto Rodríguez, Giovanni Anastasi y Antonio Jiménez.

No me duele calificar de “bodrio” a un bodrio. No me duele decir que algo es insufrible cuando es insufrible. No me duele decir que hay que tener muy poca vergüenza para “escribir” algo así y defender o intentar defender de mala manera algo indefendible. No me duele, porque lo doloroso es tenerlo ante los ojos y tener que ser profesional para no coger tus cosas, levantarte de la butaca y salir por piernas…
La obra es absurda, los personajes son absurdos, las situaciones son absurdas… Es absurda e inadmisible la voz en off que se supone es la de un locutor incapaz de hablar correctamente… Son absurdos los “intérpretes” que dan vida a unos seres, afortunadamente, inexistentes en un mundo absurdo… Son vulgares y soeces las “bromas” que el “autor” ha colocado en boca de un cura que lejos de constituir algo crítico contra el clero, consigue lo contrario… Es ridículo el personaje del psiquiatra que sin venir a cuento se comporta de un modo idiota y exagerado…
Según parece, en alguna función ha habido una desbandada de espectadores. Yo fui al estreno, y ya se sabe, al estreno acuden amigos, familia… y claro, no hay desbandada e incluso se escuchan sonoras carcajadas… tras las que “una” que no es pariente de nadie, se pregunta: ¿De qué se ríe esta gente. Qué se ha tomado?...
En fin, esta “obra” es mala, mala con ganas, mala con intención, mala a sabiendas… Dolosamente mala… Vamos, que sólo viendo el cartel, sabes que la función va a dejar mucho, pero mucho que desear…
Los actores son malos, más malos que un dolor… Pero ya se sabe, de todo se aprende… Y las cosas como son, hacer algo tan malo es sumamente difícil, y eso hay que reconocérselo.

Sofía Basalo.

sábado, 7 de julio de 2012

LOS INTERESES CREADOS (Febrero 2012)



Teatros del Canal.

Autor:   Jacinto Benavente.
Director: José Sancho.
Intérpretes: José Sancho, José Montesinos, Juansa Lloret, Manolo Ochoa, Ángel Figols, Alicia Ramírez, Elena Seguí, Paula Barés, Estela Martínez, Paco Alegre, Cesca Salazar, Nuria Herrero, Paco Vila, Carles Roselló y Jorge San Félix.

… UNA PROPUESTA POCO INTERESANTE…

He de decir que acudí a ver el nuevo proyecto de José Sancho con cierta curiosidad; aunque temía que en este nuevo título, el actor y director valenciano hubiese cometido el mismo “pecado” que en su anterior proyecto, “Enrique IV”.
¿Qué pecado? Se preguntarán ustedes: El pecado de no escoger, como afirma, a los mejores actores y actrices… Sino a profesionales entre los que destacar, entre los que resultar sobresaliente…
Tengo que reconocer que en esta ocasión “este pecado” no ha sido tan ostentoso; aunque no hay, no he visto (por mejor decir) homogeneidad alguna en la actuación; incluso algunos momentos han resultado un tanto tediosos.
“El pecado” que José Sancho puede haber cometido con más descaro en esta ocasión, es el relax con el que se ha tomado su papel. No sé si ha sido sólo en la última función ofrecida en la sala roja de los Teatros del Canal, el 19 de febrero; pero en dicha fecha, Sancho dijo su texto sin ganas, a veces demasiado rápido, otras demasiado bajo y riéndose despreocupadamente (no es la primera vez que lo veo trabajar así)… Y ese comportamiento resulta demasiado “pasota”, como si le importase muy poco lo que ocurre sobre las tablas.
Por lo demás, la obra que presenta José Sancho en coproducción con Teatres de la Generalitat Valenciana no es una gran propuesta. Es sencilla, aspecto que no es negativo en absoluto; creo que se ha explotado sobremanera el nombre de la persona que ha diseñado el vestuario; quizá ése sea otro pecado que comete este proyecto: Concentrar su posibilidad de éxito en dos nombres: José Sancho y Francis Montesinos. De nuevo, lo accesorio frente a lo que debería ser primordial:  El nivel de actuación que es, en general, mediocre; salvando alguna excepción… Y sí, el tema es muy actual, lamentablemente actual…. Pero tampoco eso debe justificar ni elevar al grado de excelencia una propuesta que no es tal.

Sofía Basalo.

domingo, 1 de julio de 2012

DE CINTURA PARA ABAJO (Abril 2012)




Teatro Bellas Artes.

Autores y directores: Dunia Ayaso y Félix Sabroso.
Intérpretes: Antonia San Juan, Luis Miguel Seguí y Jorge Monje.

PRETEXTO TEATRAL, ANTICRISIS…

Es claro que quien acuda al Teatro Bellas Artes lo hará sin intención de ver ninguna obra de teatro; quien acuda al Teatro Bellas Artes no estará interesado en el argumento de esta obra de teatro, le dará lo mismo qué se cuente, por qué se cuente y con respecto a qué se cuente. Quien acuda al Teatro Bellas Artes irá a ver única y exclusivamente a Antonia San Juan. Le dará lo mismo qué personaje interprete, por qué problemas atraviese, qué emociones caractericen a la persona a la que prestará su voz. Le dará igual, porque también les ha dado igual a los autores de esta obra, que la han escrito precisamente para ella. Para una “Actriz” que se mueve siempre dentro de un mismo parámetro, de unas mismas características, de un mismo registro. No sabemos si podría dar más o si es que se ha acomodado en un papel que, para qué negarlo, le ha dado mucho; mucha popularidad, mucho eco… Y con el que se defiende bastante bien.
“De cintura para abajo” es un pretexto. Un pretexto para ¿hacer caja?... Quizá. Un pretexto comercial que analizándolo bajo un prisma meramente “teatral” se nos quedaría en algo muy pobre y qué diablos, ése y no otro es “mi cometido”.
“De cintura para abajo” no tiene dirección, al menos la que ha de marcar el camino a seguir para Antonia San Juan, eje de toda esta propuesta. Los dos intérpretes que la acompañan la siguen, siguen su juego ¿para qué más, si el éxito y el pretexto de esta obra viene dado por “la estrella”?
“De cintura para abajo” tiene un argumento que podría ser interesante si estuviese escrito de otro modo, planteado de otro modo y con otro tipo de lenguaje más refinado y menos soez… Y excluyendo, claro está, las dos canciones que sin venir a cuento “malinterpreta” la pareja protagonista; gesto que nos recuerda a otra propuesta que reunió sobre las tablas a dos amigas, hace algunos meses… Pretexto también escrito y dirigido por la misma pareja.
Poco más podemos escribir sobre un título colocado de una manera muy sugerente… Aunque la sugerencia se queda fuera del patio de butacas y muy alejado del escenario… Si bien, y repito, esto no es importante, pues la excusa tiene mucha más fuerza que el deseo de ver y de hacer una buena obra de teatro.

Sofía Basalo.

viernes, 15 de junio de 2012

HAY QUE DESHACER LA CASA (Enero 2012)




HAY QUE DESHACER LA CASA.
Teatro Arenal.

Autor: Sebastián Junyent.
Versión: Andoni Ferreño.
Dirección: Andoni Ferreño.
Intérpretes: Jorge de Juan y Luis Fernando Alvés.

DESHACER, PARA REHACER…

Dos personas se vuelven a encontrar al cabo del tiempo. Esas dos personas son hermanos. Cada uno ha afrontado la vida de un modo distinto. Uno de ellos, huye de un ambiente asfixiante y áspero. El otro, presa del terror y del miedo inconsciente hacia lo que el exterior le ofrece se engaña y cree querer quedarse en la casa paterna; cree ser pueblerino; cree estar enamorado de su novia de toda la vida y cree, finalmente, ser feliz… Mientras la infelicidad vestida de costumbre mina, poco a poco, su presente.
Tras la muerte de la madre, el padre falleció años antes, estos dos hermanos se reúnen para discutir la herencia. Este motivo hará que todo aquello adquiera un enorme valor emocional. Los reproches golpearán las paredes de esa casa, la verdad sacará de la penumbra generosa del recuerdo, los momentos que ambos compartieron con su padre. Un padre omnipresente en la vida de dos seres que, a su manera, han intentado liberarse de las cadenas del rencor, de la frustración y de la mala educación que siempre siembra la incomprensión y la tiranía.
Sebastián Junyent escribió esta obra para dos mujeres, dos grandes actrices (Amparo Rivelles y Lola Cardona) que, en su momento, hicieron de ella una obra enorme.
Parece ser que el autor y Andoni Ferreño, director y realizador de la versión que podemos ver en el Teatro Arenal, contemplaron la posibilidad de volver a llevarla a escena y convertir a los dos protagonistas en dos hombres.
La idea está bien y he de reconocer que, como director, el trabajo de Ferreño es notable.
Jorge de Juan y Luis Fernando Alvés, sobre todo el primero, llevan a cabo un trabajo más que solvente. El viaje emocional que los dos personajes emprenden al entrar en esa casa agotaría a cualquier ser humano; los dos intérpretes reflejan a la perfección ese trayecto lleno de baches, de socavones, de obstáculos, de miedos y recelos... Y sin embargo encuentro algunos aspectos que no me acaban de cuadrar. No sé si serán prejuicios o alguna imagen que el autor pensó y dejó escrito para las dos mujeres protagonistas, en su origen, de esta obra.
Por otro lado, considero que colocar el retrato del padre a modo de puzle sobre las paredes de la casa ha sido un acierto; el clima de agobio y opresión que produce, es justo lo que están viviendo las dos personas que muy a su pesar regresan a la que fue su casa para deshacerla, no sin antes haberse deshecho a sí mismos.
… Me pregunto cómo pasará la noche Cosme (Jorge de Juan)… Borracho, con la única luz que le presta una lánguida vela… ¿Sobrevivirá al peso de su propia infelicidad, de su propia impotencia, de su propia inseguridad… Al peso de la eterna mirada de su padre…?

Sofía Basalo.



lunes, 11 de junio de 2012

MADAME BOVARY (Febrero 2012)




MADAME BOVARY.

Autor: Gustave Flaubert.
Adaptación: Emilio Hernández.
Dirección: Magüi Mira.
Intérpretes: Ana Torrent, Juan Fernández, Armando del Río y Fernando Ramallo.

LIBERTAD EN FEMENINO.

Emma Bovary es una mujer culta. Una mujer que lee, piensa, sueña, desea… Mientras ve pasar la vida ante sus ojos…
Emma Bovary opina que cada vez que una mujer es atraída por un deseo, existe ya una norma pensada para reprimirlo, para castigarlo, para condenarlo… Aún así, ella intenta vencer a esas normas, intenta traspasar los límites y desea… Desea… Y vive sus deseos… Y esos deseos la poseen, la atrapan, la atan a un placer tremendamente doloroso…
Emma Bovary pasó, como muchas otras mujeres, de estar tutelada por su padre, a estarlo por un marido mucho mayor que ella, por un marido con el que nada podía compartir, por un marido que la adoraba… Y a quien ella despreciaba inconscientemente quizá, cansada de ese color azul que la vistió de niña, que ahogó sus deseos de mujer y que cada día hizo presente su insatisfacción…
Emma Bovary encontró su refugio en los libros, en historias que ella misma protagonizaba, en fantasías reales que depositó en brazos de un hombre que jamás la quiso, en fantasías adúlteras que cobijó en los jóvenes ojos que sí vieron en ella la belleza…
… Pero Emma no supo controlar la pasión… Emma no supo vivir ardientemente en un mundo que destruye las pasiones, que las ahoga, que las anula… Emma prefirió morir a reconocer su fracaso y con él la humillación de un marido capaz de consentir la traición con tal de tenerla a su lado para siempre… No siempre el amor puede salvarnos…
En la época en la que Gustave Flaubert escribió “Madame Bovary”, apostar por la libertad en el comportamiento amoroso era prácticamente un suicidio social. En Francia, primaba la hipocresía; era habitual entre las parejas pudientes, la existencia de amantes por las dos partes; sin embargo lo imperdonable, lo deshonoroso, lo execrable era que este hecho saliera a la luz… Flaubert también fue valiente al escribir esta obra, ahondando en las motivaciones que llevaron a la protagonista a cometer tales “locuras” y defendiendo su texto ante los tribunales.
Es ésta la primera vez que Madame Bovary sube a las tablas de un escenario. La versión libre de Emilio Hernández es impecable. Magüi Mira siempre comprometida con la mujer, ha dirigido esta puesta en escena y lo ha hecho de una manera muy sutil, muy limpia. El color azul envuelve la realidad fría y distante de esta mujer, iluminada por un cálido amarillo cada vez que el deseo aparece ante sus ojos y ante los ojos de los dos hombres que a un tiempo la conducen hacia un territorio apasionante y peligroso.
Ana Torrent está inmensa como Emma Bovary. Sus monólogos vehementes, a veces desesperados y siempre llenos de vida los dice con una verdad emocionante y sobrecogedora. Nunca había visto a esta actriz sobre un escenario y ha sido una sorpresa sumamente agradable. Juan Fernández es el marido de Emma; el amante fiel y sosegado, el marido-padre de la niña que quiere ser mujer; su trabajo es más que notable.
Quizá el actor al que he visto con menos presencia sobre el escenario ha sido Fernando Ramallo. (El amante joven de Emma)
No quiero concluir este comentario con esta nota “menos buena” con respecto a una obra de la que me ha quedado el recuerdo fantástico de Ana Torrent como Emma Bovary y el fragmento escrito por Magüi Mira en el programa de mano; un fragmento reivindicativo… Aún hoy, muchas mujeres nos prohibimos el placer por el placer mismo… Ya es hora de que recordemos que lo único importante es vivir… Y a eso también tenemos derecho, un derecho que nadie ni nada debe quitarnos (y menos, nosotras mismas).

Sofía Basalo.

domingo, 6 de mayo de 2012

EL APAGÓN. (Marzo 2012)



EL APAGÓN. (Black Comedy)

Teatro Alcázar.
Autor: Peter Shaffer.
Dirección: Yllana.
Intérpretes: Gabino Diego, Eva Santolaria, Aurora Sánchez, Diego Molero, Paco Churruca, Ramón Merlo y Ana Arias.

… UNA BRILLANTE VELADA…

Tenemos que comenzar reseñando el total acierto de Yllana, al recuperar la obra de Peter Shaffer;  una propuesta que se estrenaba en nuestro país en 1968 de la mano de Paco Morán.  “El apagón” es una disparatada comedia que, en este caso, protagoniza Gabino Diego, al interpretar a un simpático y joven escultor que se ve envuelto en un descomunal enredo a causa de un corte de luz. En un principio, la intención del protagonista es invitar a su casa a un prestigioso crítico de arte que relanzará su carrera profesional; sin embargo, todo se tuerce al producirse el fatal suceso: Un apagón que los mantendrá a oscuras toda la velada.
Esa misma noche, su novia (Eva Santolaria) invitará a su padre, un severo militar (Paco Churruca) que habrá de dar el visto bueno a su relación. Sin embargo, a esa cita acuden el sibarita vecino al que la pareja “ha cogido prestados” sus muebles, para dar una buena imagen que en este caso resulta ser un tanto oscura (Diego Molero); una vecina un tanto reprimida y proclive a los excesos alcohólicos que interpreta genialmente Aurora Sánchez; Un técnico de la compañía eléctrica (Ramón Merlo) que es confundido con el prestigioso  crítico y por último, la antigua novia de nuestro protagonista (Ana Arias). El embrollo está servido en un ejercicio actoral realmente complicado; pues en teoría, toda la obra transcurre a oscuras; los intérpretes no se miran a los ojos, no ven lo que les rodea, tropiezan y confunden los elementos que hay en su entorno, las personas a las que hablan, las distancias a veces inexistentes entre los distintos personajes o la presentación simultanea de varias escenas que se desarrollan a un tiempo con total precisión. Todo ello, crea un ambiente de risas absolutamente descacharrante. Es sumamente fácil entrar en un juego teatral que está muy bien trabajado. Todo funciona como un reloj y con una verdad rotunda.
Tengo la certeza de que los ensayos han debido de ser muy duros para conseguir esta gran propuesta. Una vez más, Yllana demuestra la maestría que los caracteriza, el buen hacer, “el buen ojo” para elegir una propuesta brillante y hacer de ella algo más brillante todavía.
Enhorabuena pues para estos ases de la comedia y para un reparto que sin duda está a la altura.

Sofía Basalo.


domingo, 29 de abril de 2012

ELLING (Febrero 2012)





ELLING

Teatro Galileo.

Autor: Ingvar Ambjorsen.
Versión: David Serrano.
Dirección: Andrés Lima.
Intérpretes: Javier Gutiérrez, Carmelo Gómez, Chema Adeva y Rebeca Montero.

LA AVENTURA DE VIVIR.

A todos nos falta algún elemento en la gran aventura de la vida. Todos hemos tenido miedo alguna vez. A todos nos ha perseguido algún recuerdo. A todos nos ha obsesionado algo, en un momento dado. Todos nos hemos sentido incapaces de seguir, de mantenernos en la eterna y floja cuerda de la estabilidad, del equilibrio, de lo socialmente aceptable… Sin embargo lo único importante en esta travesía es intentarlo, luchar por lo que queremos y creemos, ser valientes y cruzar la puerta que nos separa de nuestras propias trampas, salir y ver que todos, al fin y al cabo, tenemos un único propósito: La felicidad… Sumar momentos plenos, que la balanza de la vida se incline por la sonrisa, por la amistad, por la complicidad, por la satisfacción de poder ser uno mismo, por la seguridad de encontrar nuestros porqués en un mundo, en una sociedad… En el fondo, acogedores.
Éste es el mundo de Elling. Un mundo en el que poco a poco todos van entrando por el único camino correcto: El del corazón, el de los sentimientos, el de las emociones.
Éste es el mundo de Elling. Siempre en peligro, siempre bajo la atenta mirada de Frank (Chema Adeva), severa y comprensiva… Como todos…
Éste es el mundo de Elling, un mundo de palabras, inteligencia y sensibilidad.
Elling (Carmelo Gómez) y Kjell (Javier Gutiérrez) que han convivido durante dos años en un centro psiquiátrico, se enfrentan ahora al reto de su vida: La reinserción social; demostrar que pueden vivir como dos personas “normales”.
Seremos testigos de ese proceso, de ese caminar a través de los miedos, las inseguridades y los descubrimientos.
Elling y Kjell habrán de abandonar poco a poco sus muletas (Quién más quién menos andamos un poco cojos, con lo que sería mejor decir que nuestros dos protagonistas habrán de aprender a disimular su cojera para vivir).
Andrés Lima no nos defrauda; como tampoco lo hacen dos actores maravillosos que desprenden verdad a borbotones. Un equipo infalible que ha abordado con una emocionante humanidad el día a día, la rutina, de un sector social, todavía preso de las tristes y arbitrarias etiquetas.
Es inevitable, más aún, totalmente recomendable, emprender este viaje. Un salto mortal tras el cual renacer más vivos que nunca.

Sofía Basalo.

sábado, 14 de abril de 2012

IDIOTAS ROMÁNTICOS. (Julio 2011)


IDIOTAS ROMÁNTICOS.

Café del Teatro Arenal.

Autor: Rich Orloff.

Dirección e interpretación: Lucía Franco y Rodrigo Chiclana.

A VUELTAS CON EL AMOR...

¿Qué quieren las mujeres. Qué quieren los hombres?

Eternas preguntas cuyas respuestas conocemos. Sí, las conocemos... Y aún así, volvemos a formularlas... Quizá con la esperanza de que la respuesta, por obra y gracia de alguna fuerza sobrenatural, sea diferente; quizá con la esperanza de que por una vez la respuesta sea la que queremos o la que nos hace falta para que nuestra autoestima levante su rostro y sea capaz de mirar al mundo de frente, o la que demanda nuestro “enfado” cuando nuestras relaciones se rompen, cuando quedan menoscabadas por una equivocación, por una torpeza, por una omisión indebida o por alguna acción que debió ser, en ese caso, una omisión...

“Idiotas Románticos” es un vodevil cómico. Un viaje a través de las relaciones entre hombres y mujeres. Una búsqueda vestida de humor. Un encuentro, al fin y al cabo, en el que los sentimientos deambulan desde el más puro (o idiota) romanticismo hasta el instinto más primario.
Lucía Franco y Rodrigo Chiclana han sido los artífices de esta propuesta. Han llevado a cabo la traducción, han elaborado la dramaturgia y por último, son quienes dan voz a los distintos personajes que sobre el escenario del café del Teatro Arenal muestran su “idiotez romántica”... Eso sí, con vocación reivindicativa.

El trabajo de los dos intérpretes es realmente bueno, por la rapidez, por la simpatía y la conexión que establecen con el público y por la versatilidad que demuestran durante la hora y diez minutos que dura el espectáculo. Quizá pudiéramos esperar menos de una propuesta cuyo tema está un tanto trillado, pero no es así. Tampoco diría que aborda la temática con una originalidad extrema, las cosas como son... Pero, no sé, quizá ocurra lo que esbozaba al principio. “Idiotas románticos” plantea unas preguntas cuyas respuestas conocemos. ¿No sabemos lo que quieren las mujeres. No sabemos lo que quieren los hombres? Lo sabemos, sabemos que en este aspecto somos notablemente diferentes (habrá excepciones, por supuesto)... Pero no nos cansamos de hacernos estas preguntas, no nos cansamos de reírnos de nuestros errores y de nuestras torpezas... Quizá sea porque no tenemos libro de instrucciones y seguimos cometiendo esos mismos errores y esas mismas torpezas...

“Idiotas románticos” no nos ofrece nada nuevo, no entiendo (la verdad) el porqué de su éxito internacional y sin embargo, consigue hacernos reír, consigue que nos veamos reflejados en más de una situación... o que incluso veamos a alguien que conocemos, en la piel de algún personaje de este vodevil... Pero no hay nada más detrás de lo expresivo de un título que acaba siendo una afirmación asumida de una forma más que consecuente. Si el romanticismo hoy en día es una idiotez; afirmemos y admitamos la nuestra... Y a mucha honra.

Sofía Basalo.

jueves, 5 de abril de 2012

LOS HOMBRES NO MIENTEN. (Septiembre 2011)


LOS HOMBRES NO MIENTEN.

Teatro Amaya.

Autor: Eric Assous.

Director: Arturo Fernández.

Intérpretes: Arturo Fernández, Sonia Castelo y Carlos Manuel Díaz.

... EL COSTUMBRISMO DEL SIGLO XXI...

Arturo Fernández afirma que ésta es la mejor comedia que ha llegado a sus manos en muchísimo tiempo. Una comedia elegante, de un realismo increíble y de una altura considerable.

Arturo Fernández, galán donde los haya, ha afrontado esta nueva aventura como lo viene haciendo de un tiempo a esta parte: Produciendo, dirigiendo y protagonizando un texto al que como también viene siendo habitual le añade sus reiterativas “coletillas” y consabidos “ademanes”.

Recuerdo la declaración que el actor asturiano realizaba a una revista, días previos al estreno en el Teatro Amaya. En ella se jactaba de tener el mejor decorado de la cartelera. Fernández añadía que el público comenzaba a aplaudir cuando el telón daba paso al salón de la casa de los protagonistas y a las vistas que a través de las ventanas podían divisarse. Es cierto que el decorado está muy bien, pero si vamos a jactarnos de ello, completemos esa “perfección”. No la “caguemos” con detalles tan obvios como por ejemplo la luz. Al comienzo es de noche. El matrimonio llega muy tarde de una fiesta, hablan, discuten... Y mientras tanto ha pasado el tiempo. Repito: Es de noche... Y tras la ventana lo que vemos es la luz de la tarde... Si tenemos la osadía de decir que contamos con los mejores decorados de la cartelera, hagamos un poquito más, hoy en día es muy fácil hacer que las hojas de las palmeras se muevan, que el agua de la piscina también se mueva... Si vamos a ser “realistas” como era la Alta Comedia, démosle ese realismo a todo.

“Los hombres no mienten” parte de un postulado muy visto. Las relaciones matrimoniales, los cuernos... En fin, qué les voy a decir que no sepan ustedes. Sin embargo, sí hay cierta inteligencia u originalidad en el final, en la vuelta de tuerca que el autor da a esta obra, en lo “sorprendente” de la actitud de la esposa. El texto de Eric Assous puede ser pasable, incluso agradable, sin embargo Arturo Fernández lo llena de “morcillas”, de giros y gestos que contribuyen a restarle elegancia. De igual modo, su labor como director fracasa estrepitosamente en el segundo acto, con el carácter histriónico que le ha dado al personaje que interpreta Carlos Manuel Díaz. Quizá busque la risa fácil, llenar así un teatro enorme como el Amaya... No lo sé, de cualquier forma el segundo acto está lleno de exceso y esa característica resulta bastante desagradable.

Poco más podemos decir de esta nueva pieza de “Alta Comedia” protagonizada, dirigida y producida por Arturo Fernández. Poco más y del todo estereotipado, pues la conclusión viene a decirnos: Ponle los cuernos a tu pareja, pero no se lo digas... Sobre todo si eres hombre, porque los hombres sí mienten aunque no con tanta inteligencia como las mujeres...

Sofía Basalo.

lunes, 2 de abril de 2012

LAS NOVIAS DE TRAVOLTA. (Octubre 2011)


LAS NOVIAS DE TRAVOLTA.

Teatro Arenal.

Autor: Andrés Tulipano.

Adaptación: Paloma Ulloa.

Dirección: Josu Ormaetxe.

Intérpretes: Beatriz Rico, Carla Hidalgo, Elena Martín E Isabel Pintor.

CUARENTAÑERAS.

El uruguayo Andrés Tulipano lleva más de 25 años escribiendo para TV y acaba de cumplir 50, edad que, según él, le permite pasar a ser un autor de larga trayectoria, iniciando así una nueva etapa en la que “me he propuesto no escribir por encargo, sino sobre lo que me dé la gana”.

Esta libertad le ha llevado a escribir sobre mujeres, aunque muchos le advirtieron de que no lo hiciera porque “es un tema muy trillado”. Él no estuvo de acuerdo y escribió la obra que actualmente podemos ver en el Teatro Arenal y que, por lo que parece, ha sido “multipremiada”.

Habría que decirle a este autor de larga trayectoria que un tema nunca está trillado si se tiene la suficiente inteligencia y buen gusto como para abordarlo de un modo original. Quizá, éste sea el “problema” de “Las novias de Travolta”... O el “problema” de la adaptación realizada por Paloma Ulloa. (Cuando algo se ha adaptado no se llega a saber del todo, dónde acaba el texto original y dónde comienza la labor del adaptador)

Según Andrés Tulipano, todas, las cuatro, tienen algo que decir y de hecho, todas, las cuatro, hacen una especie de monólogo al estilo de “El club de la comedia” (Algo “trillado” no por el tema en sí, sino por el modo en el que dicho monólogo se desarrolla).

La obra nos cuenta la reunión de cuatro amigas de la infancia que se reúnen con motivo del cuarenta y dos cumpleaños de una de ellas. No hay más. Tampoco hay una verdad que nos invite a esa reunión, a creernos esa reunión. Los personajes son arquetípicos, sus diálogos y monólogos están llenos de chistes vulgares, conocidos y poco innovadores. Entre la maraña de irrelevancia en la que se desarrolla “la noche de autos” se introducen algunas frases que en cierto modo pueden llegar a conmovernos, pero son frases sueltas entre un diálogo intrascendente y poco veraz que incluso llega a romper la “posible” emoción.

Las actrices poco pueden hacer en unos personajes tan superficiales... Pues cuando alguno de ellos parece mostrar un rostro más o menos profundo, rápidamente emerge hacia la superficie alejándose de lo que quizá sí pudiese llegar a ser interesante.

Esta obra se queda en lo anecdótico de una edad, de una etapa, de una psicología que puede dar mucho de sí, aunque su tema sea recurrente... Pero claro, ese “dar mucho de sí” no puede ser si nos quedamos en lo “trillado”, en personajes planos e incapaces de avanzar en una dimensión nueva, profunda y seria. Un chiste está bien, una sucesión de chistes triviales en menos de una hora y veinte minutos... chirría... Cuando menos.

Sofía Basalo.

jueves, 29 de marzo de 2012

LAS CINCO ADVERTENCIAS DE SATANÁS (Septiembre 2011)


LAS CINCO ADVERTENCIAS DE SATANÁS.

Teatro Marquina.

Autor: Enrique Jardiel Poncela.

Dirección: Mara Recatero.

Intérpretes: Pep Munné, Andoni Ferreño, Nuria Benet, Juan Lombardero, Nicolás Romero, Susana Lois, Aloma Romero y Gemma Cáceres.

... A VUELTAS CON JARDIEL...

En esta ocasión Gustavo Pérez Puig aborda como productor, uno de los proyectos más complicados de los últimos años. Así escribe el director madrileño.

Un proyecto de su dramaturgo preferido, Enrique Jardiel Poncela. Un proyecto con el que recupera una de las obras menos representadas del autor. Un proyecto caro, según añade, porque requiere un gran número de actores, tres decorados, efectos de iluminación, efectos musicales y vestuario de los años treinta. Un proyecto teatral en cuyo texto se aprecia un equilibrio, una ponderación de tonos, una calidad de diálogo repleto de intencionadas frases, giros, paradojas, ingeniosas acrobacias en la curva ascendente y descendente del humor, de lo emotivo y de lo escéptico... En definitiva, para Gustavo Pérez Puig y para muchos “jardielistas” “Las cinco advertencias de Satanás” es una obra maestra.

Me gustaría que alguno de estos “fans” me explicase esas acrobacias, esas paradojas... Pues una servidora únicamente alcanza a ver una obra de teatro costumbrista, un tanto machista, mojigata, que presenta a unos personajes estereotipados y por la que ha pasado demasiado tiempo... Tanto que incluso podría ser aún más radical afirmando que obras como ésta, en la actualidad, no tienen lugar, entre otras cosas porque no tienen razón de ser.

Ello no me impide reconocer el buen hacer de los actores, que en esta ocasión defienden con solvencia el texto y el planteamiento de una directora hecha a estas lides. Una directora que, por otra parte, tampoco nos ofrece nada nuevo. El público que va a ver un proyecto teatral puesto en pie por la pareja formada por Pérez Puig y Mara Recatero, sabe de antemano que sobre el escenario verá algo que lo trasladará a tiempos pasados, a épocas pretéritas... Obligándonos a adoptar posiciones morales pasadas, añejas, retrógradas e incluso reaccionarias...

“Las cinco advertencias de Satanás” no es lírica (al menos una servidora no ve el lirismo por ninguna parte), a veces resulta pesada, lenta, sin gracia... Eso sí, no exenta de diversos aforismos del ingenioso autor, al que le gustaba también crear chistes con un alto y humillante contenido machista...

En definitiva, aprobamos al elenco artístico, no así a la pareja empeñada en defender la altura literaria y la vocación clásica de un autor que fue muy popular, que tuvo un gran éxito en una época... Que, desde luego, no es ésta.

Sofía Basalo.

miércoles, 14 de marzo de 2012

HISTORIAS DE UN KARAOKE (Noviembre 2011)


HISTORIAS DE UN KARAOKE.

Teatro Bellas Artes.

Autores: Juan Luis Iborra y Antonio Albert.

Dirección: Juan Luis Iborra.

Intérpretes: Elisa Matilla, Juanjo Artero, Ángel Pardo y Pepa Rus.

PENTAGRAMAS EMOCIONALES.

El Karaoke es la tabla de salvación de cuatro personas desesperanzadas, de cuatro personas para las que la vida ha agotado toda posibilidad de redención, de cuatro personas ahogadas en sus recuerdos, en sus complejos, en sus traumas, en sus heridas.

La música en sí, puede liberarnos, puede cambiar el color de nuestro propio paisaje, puede llevarnos al otro lado, a esa orilla en la que todo puede volver a comenzar, en la que todo lo anterior puede borrarse o quedar diluido en una espesa nebulosa que casi agradecemos.

La música puede devolvernos por un instante el amor que perdimos una vez. La música puede devolvernos durante tres minutos, la identidad que en una época pretérita acompañó nuestros pasos. La música puede abrirnos la puerta a un mundo nuevo, a la libertad o también a la sumisa afirmación que nos recuerda que todo sigue más o menos igual... Esas muletas emocionales son buscadas quizá, por los cuatro personajes de esta comedia. Unas muletas que en forma de karaoke les ayudan a caminar, a seguir andando en un círculo vicioso, en un círculo del que difícilmente podrán salir...

Es cierto que la ironía y el humor están presentes en el local que dirige Raúl (Ángel Pardo). Es cierto que la sonrisa es continua en la hora y media que dura esta comedia. Pero también es cierto que la infelicidad planea en las luces intermitentes de una bombilla que pretende decirnos que el amor de una forma fugaz, o de una forma perenne, puede estar ahí donde menos lo imaginamos... Si bien, nuestros personajes no saben verlo, no saben vivirlo, no saben mantenerlo... Como puede ocurrirnos a nosotros mismos...

Juan Luis Iborra y Antonio Albert han pretendido seguir la estela del éxito que obtuvieron con “Mentiras, incienso y mirra”; de hecho, dos de sus intérpretes (Elisa Matilla y Ángel Pardo) son protagonistas de las historias desesperanzadas que salen a la luz en el Karaoke del que es dueño el segundo.

A Matilla y Pardo, acompañan en esta ocasión, Juanjo Artero y Pepa Rus. Esta última se lleva el mayor número de aplausos en su peculiar versión de “La vida sigue igual”. Ángel Pardo, por su parte, hace una interpretación magnífica de “Libre” uno de los grandes éxitos de Nino Bravo; Sin embargo, estos cuatro capítulos musicales pueden considerarse secundarios (seguramente porque no todos pueden “afinar” con mucho acierto), en una propuesta que no tiene mayor pretensión que la de hacer pasar un buen rato, que la de decirnos que lo importante es resistir los envites de la vida, resistir los golpes de mala suerte. Una propuesta que nos asegura que todo aspecto negativo puede tener, si lo buscamos, un lado positivo que nos ayude a vivir con o sin canción, con o sin pentagrama... En el que columpiar nuestras frustraciones.

Sofía Basalo.

sábado, 3 de marzo de 2012

AFTERPLAY (Diciembre 2006)


AFTERPLAY.

Sala pequeña del Teatro Español.

Autor: Brian Friel.
Director: José Carlos Plaza.
Intérpretes: Blanca Portillo y Helio Pedregal.



RETRATO DE DOS SOLEDADES.


Poco a poco se va haciendo la luz en la sala pequeña del Teatro Español. Mientras tanto, en la penumbra, llegan al espectador las voces de distintos personajes que quedaron atrapados en las páginas cerradas de un libro, de dos libros. Las quejas de una joven que vio cómo el amor se le escapaba de sus días mientras optaba por esperar... Los gritos de dos hermanas que depositaron un sueño irrealizable en la voluntad cansada de un hermano sin un sueño por soñar... las voces se alejan. Dan paso a la débil voz de un violín... en una gélida mañana... ante el espectador, a través de una luz velada, de foto antigua, una mujer sentada ante una mesa repleta de papeles añejos. A su lado, lejos aún, un hombre abrazado a un violín. Ambos en silencio. Cesa la música. El espectador abre un nuevo libro. Aquel que hace posible el encuentro, veinte años después, de dos seres que quedaron atrapados en el inconcluso final de dos historias. Ella es Sonia, sobrina de Tío Vania. Él, Andrei, casado con Natasha... solo ya. ¿Qué ha sido de ellos. Qué es de los personajes de un libro. Qué es de sus esperanzas, de sus ganas de luchar, de sus ansias por vivir, de las ganas de ser feliz que descubrimos en sus ojos aquella vez que nos atrevimos a adentrarnos en su finito mundo... Qué es de su soledad?
Él, Andrei, (Helio Pedregal) se aproxima a la mesa que ocupa Sonia (Blanca Portillo) con una familiaridad que le extraña. De nuevo se presentan, recuerdan la noche anterior, ella cae en la cuenta... y una noche más, crece en el ambiente de ese desconocido café la necesidad del otro, la perentoria urgencia de la compañía, de la confesión, de la palabra, de la mirada que, a su vez, nos mira, nos acierta a ver y nos comprende... aunque la excusa sean unos sabañones, unos árboles, abedules, para más señas... una noche en el magnífico teatro de la ópera... escuchando La Bohème... de Puccini... un puñado de frágiles mentiras, una espera condenada a no terminar nunca... ¿qué importan las excusas? Son dos soledades que se hacen compañía en un lugar y un tiempo indeterminados. Un lugar y un tiempo en los que todo puede ser...
Pocas veces, muy pocas veces se le da la oportunidad al espectador de conocer las vidas posteriores de dos personajes de ficción que quedaron truncadas, abiertas, inconclusas en el final de una obra. Esto es lo que ha hecho Brian Friel, imaginando una conversación entre dos personalidades creadas por el escritor ruso Anton Chejov. La intimidad de la situación se ve potenciada por el recinto teatral en el que se vive cada tarde el encuentro emocionado de estos dos seres, personajes a los que desde un principio les habita una conmovedora humanidad que va asomando poco a poco, de forma pausada, en un perfecto ejercicio de contención... La desesperanzada espera de Sonia, la necesidad de ser amada, el valor infinito de una partitura cuyos ecos llevaron a Andrei ante el rostro de su hijo, el calor imperceptible de una caricia que se escapa involuntaria entre las risas provocadas por una tontería, capaz de elevarnos hasta una momentánea felicidad que nos hace escapar de ese algo ansiado y cada vez más lejano... Todo en esta propuesta nos invita a sentirnos testigos privilegiados de este encuentro. El texto revestido de una sensibilidad exquisita. La dirección llevada a cabo por José Carlos Plaza creando ese ambiente de película antigua, lejana, intemporal... eterna... La interpretación de dos grandes de la escena, en un duelo dificilísimo, donde dejan buena muestra de su total implicación con los seres a los que dan vida.
Concluye la noche. Sonia habrá de tomar el tren... nada hay que la retenga en Moscú... en un momento de pasión quizá, le propone a Andrei que vuelvan a verse, le propone a Andrei la posibilidad de mantener la comunicación... le dice que le escriba... intercambian sus direcciones... Él contagiado por la esperanza de Ella, comienza la carta... Sonia regresa a la mesa que anteriormente ocupó... le dice que no le escriba. Sería inútil, añade... nunca volveremos a encontrarnos... se conforma con las migajas de un amor soñoliento y cansado... la luz se atenúa... Él piensa en sus palabras... pero sigue escribiendo la carta... Un final desazonador quizá... pero, quién sabe si esas palabras se las dijo Sonia a sí misma... para no comenzar una nueva espera... quién sabe si esas palabras esconden la desesperada urgencia de esa carta... Él es ”tan efervescente” que quizá se vuelva perezoso y se encierre en su presente gris... quién sabe si la esperanza que ha nacido en ese músico... es la activa espera del que se afana por provocar la llegada de lo esperado...
”Afterplay” es, sin duda, una de esas pequeñas grandes joyas que de vez en cuando descubrimos en la cartelera Madrileña... o de cualquier otro lugar... es, una de esas pequeñas grandes joyas que te llaman, que te invitan a compartir la inigualable aventura del Teatro... con mayúsculas, por supuesto.


Sofía Basalo.

jueves, 1 de marzo de 2012

PREGÚNTAME POR QUÉ BEBO (Abril 2005)

PREGÚNTAME POR QUÉ BEBO.

Teatro Arlequín.

Autor: Juan Carlos Ordóñez.

Director: Jesús Cracio.

Intérpretes: Ramón Langa y Juan Polanco.

… PORQUE ME GUSTA.

Por enésima vez, se llena el eterno recipiente. Los labios de alguien se acercan ávidos en busca del infalible elixir que lo conducirá hacia el paraíso.

Le gusta no sentirse. No encontrarse en el asfixiante día a día, en la incolora cotidianeidad, en su insípido ser. Le gusta desembarazarse de sus palabras, de sus reiterados fracasos, de sus envidias insanas. Le gusta imaginar que dormirá cobijado en los brazos de alguien, arrullado por el canto dulce de alguien, arropado en los labios generosos de alguien. Le gusta alzar el telón, cada tarde, para convertirse en el auténtico protagonista de un cuento maravilloso. Le gustan los finales felices aunque, para ello, tenga que beberse de un trago el planteamiento y el nudo de ese cuento. Le gusta no saberse él, aunque a la mañana siguiente se sepa y no se reconozca.

Después de algunos años regresa a la cartelera madrileña el excelente y “falso” monólogo, escrito por Juan carlos Ordóñez: “Pregúntame por qué bebo”.

De nuevo, Ramón Langa, se convierte en Adriano Alaya; el fracasado hombre de negocios, vestido de éxito y desnudo de autoestima.

El escenario del Teatro Arlequín abre las puertas y se transforma en el confesionario inmejorable de nuestro protagonista: “La Chabola”, el bar al que, cada noche, puntuales, aterrizan los sueños de este “borracho ilustrado”. El bar donde lo espera cansado a veces, entristecido siempre, “Luisito” (Juan Polanco), el mudo camarero. El personaje más difícil, más sufrido y, en su momento, más cruel y contundente.

Ramón Langa se sumerge en las entrañas de un rol complicado y tremendamente rico. El humor inteligente y la amargura que subyace en sus palabras, cobran, en la interpretación de Langa una fuerza y una veracidad casi hirientes. Éste es el valor de su interpretación. La mesura y el ir más allá del “típico borracho” gracioso y payaso, en ocasiones, para presentarnos a un hombre solo; incapaz de mirarse a sí mismo e incapaz de ser quien fue una vez… Quizá no se gustase demasiado.

La cruda realidad que nos presenta este montaje, es el valor que ha hecho posible su regreso a los escenarios de nuestra capital.

“Porque me gusta” es una de las muchas respuestas que Adriano Alaya pronuncia esa noche, ante la indiferencia, aparente, de Luisito. Una respuesta que emerge del nirvana alcohólico en el que ese hombre de negocios logra olvidar sus promesas, su soledad, su indefensión y su teléfono móvil…

Sólo dos palabras bastarán para devolverlo al mundo real, a su reflejo oscuro, nebuloso y gris: “Hasta mañana”.

El mudo camarero ha hablado. El escenario ya está oscuro. Fin del viaje. Ya no habrá respuesta alguna para esa impertinente pregunta…

Sofía Basalo.

sábado, 18 de febrero de 2012

CAMBALACHE (Diciembre 2011)


CAMBALACHE.

Teatro Arlequín.

Autor: Álvaro Sáenz de Heredia.

Director: Álvaro Sáenz de Heredia.

Intérpretes: Emma Ozores, Santiago Urrialde, Ferran Botifoll, Vicente Renovell y Nelson Dante.

... POBRE PANFLETO CÓMICO...

En la oscuridad de la noche, un ruido sospechoso, en un elegante piso del barrio de Salamanca de Madrid. La luz del dormitorio se enciende y Sonia, aterrada, saca de la mesilla el revólver de su marido ausente, con el que encañona a un ladrón en el intento de abrir la caja fuerte... Así comienza la obra que ha escrito y dirigido Álvaro Sáenz de Heredia. Así comienza el texto que podemos leer en el programa de mano de una obra que puede tener algún acierto y numerosos puntos oscuros.

Entre los aciertos, hemos de señalar la presencia de dos actores bastante notables: Ferrán Botifoll y Vicente Renovell, que sin embargo se “pasa” en su “tarea” de “hacer gracia” como guardaespaldas del político corrupto que interpreta Santiago Urrialde. Otro acierto que, sin embargo, se diluye a medida que transcurre la obra y las interpretaciones exageradas por parte de “la protagonista” de la obra que de nuevo (supongo, con el visto bueno del director) recurre a sus tan traídos gags “heredados” de su padre, son las situaciones hilarantes y casi surrealistas que tienen lugar en el elegante piso del barrio madrileño de Salamanca. Pero no hay más que destacar de una obra que se hace larga, una obra a la que le sobran los mini monólogos de unos personajes que bajan al patio de butacas para que el equipo técnico cambie los cuadros del decorado (es que se nota mucho, disculpen ustedes), una obra que “lía” su final invitando al público a pensar en otra cosa... Sobre todo cuando Nelson Dante se dispone a cantar el tango “Cambalache” (¿Por qué creerán que todos los argentinos cantan y bailan bien el tango?... Supongo que pasa igual con los andaluces; la gente tiende a pensar que todo andaluz debe saber bailar y cantar flamenco...) Pues en este caso, el Señor Dante ni lo canta ni lo baila bien. Éste es otro aspecto que podría restarse de un espectáculo al que paradójicamente le sumaría algún que otro punto.

Álvaro Sáenz de Heredia ha querido hacer una comedia con la excusa de criticar la situación política actual y concretamente los puntos negros del gobierno saliente, tras las últimas elecciones generales. Eso está bien, pero cuando se hace de una manera inteligente, sin que esa intención sea tan notoria y se lleve a efecto de una manera tan ramplona. “Cambalache” es un panfleto, un panfleto elaborado de una manera fácil, sin inteligencia y cayendo en los tópicos de la comedia que por otra parte siempre ha practicado la pareja protagonista (Urrialde y Ozores)...

Una comedia deficientemente dirigida, heterogéneamente interpretada, de la que sólo destacamos, repito, a Ferrán Botifoll, quien en este proyecto ha sabido mantenerse en su papel, sin pasarse de la raya... Cosa complicada cuando “esa raya” se flexibiliza tanto...

Sofía Basalo.

domingo, 5 de febrero de 2012

CARCAJADA SALVAJE (Noviembre 2011)


CARCAJADA SALVAJE.

Teatro Bellas Artes.

Autor: Christopher Durang.

Director: Josep Costa.

Intérpretes: Charo López y Javier Gurruchaga.

EL ABSURDO COTIDIANO.

Una silla en un escenario vacío. Al fondo, una neutra proyección que favorecerá la transición entre un personaje y otro; la transición entre las situaciones que ambos nos relatarán en sendos monólogos.

La esencia escenográfica es bien sencilla. No se precisa nada más. Sale a escena Charo López, y a pesar de sus movimientos siempre exagerados, a pesar de su forma de actuar siempre un tanto afectada, consigue hacer del escenario del Teatro Bellas Artes (no demasiado grande, todo hay que decirlo) un espacio íntimo. Consigue romper la llamada cuarta pared y establecer con el público una comunicación que sinceramente llega a sorprenderme. Tal vez sea porque esa mujer perdida, hundida en el caos cotidiano que a todos nos ahoga en cierto modo; esa mujer que no es capaz de decirle “amablemente” a un hombre desconocido que le impide coger una lata de atún: “¿Podría apartarse un momento?”; esa mujer que suelta una carcajada salvaje en medio de la más dolorosa aflicción... Podría ser cualquiera de nosotros... En cualquiera de nuestros “absurdos cotidianos”...

Poco después aparece en escena Javier Gurruchaga. Desde el principio más auténtico que la veterana actriz. Quizá, el personaje que de sí mismo ha creado a lo largo de los años es, en esta función, su hábitat natural. Un hombre un poco histriónico, un poco histérico... Y un todo neurótico... Como cualquiera de nosotros...

Esta función es una comedia. Pero una comedia amarga. Podemos reírnos, incluso soltar alguna carcajada. Pero esa risa no se va a quedar ahí, vacía, hueca, sin más. Esa risa asoma su rostro en medio de una realidad asfixiante y adocenada. Una risa que nos habla de nuestra lucha por sobrevivir en un día a día que nos queda estrecho, que nos impide ser, que no deja que nos realicemos como seres humanos.

Nos reímos porque si paramos nuestro camino, si llegamos a pensar seriamente en ello... Tal vez no podríamos resistir tanta crueldad.

El final no acaba de gustarme. Si en un principio llegábamos a mirarnos en los rostros y los avatares de estos dos seres... Al final nos resulta muy difícil ser ellos... No sé si esa conclusión en la que ambos se encuentran en una especie de vuelta de tuerca del absurdo es iniciativa del autor, del director, del adaptador... Pero a la Carcajada Salvaje le basta y le sobra con los dos monólogos.

Sofía Basalo.