sábado, 23 de marzo de 2013

HISTORIA DE DOS (Julio 2012)


HISTORIA DE DOS.


Teatro Amaya.

Autor: Eduardo Galán.
Director: Gabriel Olivares y Jesús Bonilla.
Intérpretes: Ana Ruiz y Jesús Bonilla.

LA VICTORIA DEL AMOR.

El Teatro Amaya ha abierto su temporada teatral veraniega con una historia de amor tierna y no exenta de humor. Los protagonistas son un profesor en horas bajas; cuando su vocación docente comienza a flaquear al ver, día a día, cómo sus alumnos desoyen sus consejos y hacen mofa de sus enseñanzas; y la madre de uno de sus pupilos. Una mujer luchadora, con poco tiempo para cultivarse y muchas ganas de aprender.

La obra parte de los recuerdos de este viejo profesor, el día de su jubilación. Ante los pupitres vacíos, el maestro recuerda el momento en el que todo cambió para él: Cuando creía tenerlo todo perdido y apareció ella; una mujer un poco vulgar, con mucha energía, defendiendo a un hijo  que intenta educar en soledad; una mujer casi analfabeta pero con un deseo inmenso de aprender… Eso quizá hace que en el profesor resurja la esperanza, una ilusión que poco a poco se transformará en amor. Un amor correspondido por una mujer necesitada de afecto y protección.

La historia es bonita, aunque a mi parecer debería concluir cerrando el círculo del recuerdo del protagonista masculino; pues si empieza como una evocación, creo que debería de concluir en el mismo tiempo y en la misma situación, Sin embargo, no ocurre esto.

El final de “Historia de dos” es precipitado, con las gracias típicas de los personajes que, en los últimos tiempos ha popularizado Bonilla y con un abrazo tan rápido y fugaz como poco apasionado.

Ana Ruiz interpreta bien su personaje. Hemos de acentuar la dificultad del texto que a menudo debe declamar la actriz, al dar vida a una mujer con un léxico deficiente y complejo para memorizar.

“Historia de dos” es, en definitiva, un buen pretexto para pasar una hora y media fresquita, viendo algo agradable con la ilusión (irreal) de que el amor puede vencer las barreras del tiempo, la clase social y la falta de cultura.

Sofía Basalo.

viernes, 8 de marzo de 2013

TESTIGO DE CARGO (Octubre 2012)




TESTIGO DE CARGO.

Teatro auditorio Federico García Lorca de Getafe.
Autor: Agatha Christie.
Director: Javier Elorrieta.
Intérpretes: Manuel Galiana, Luis Fernando Alvés, Paca Gabaldón, Iker Lastra, Lara Dibildos y Voro Tarazona, entre otros.

THRILLER SIN SUSPENSE…

Decir Agatha Christie, es decir suspense, interés, emoción, misterio…

Es complicado vulnerar estas características cuando se parte de un texto bien escrito, de un texto con los rasgos que leemos en el programa de mano: “Depurado estilo. Un thriller lleno de fuerza y profundo interés humano, con giros inesperados a cada paso del relato”.

Esto podría ser así, si estuviéramos ante una puesta en escena ágil, capaz de mantener un ritmo vivo y enérgico… Pero esta propuesta es lenta, demasiado lenta. Cuenta con unas pausas (Para cambiar la escenografía) excesivamente largas y numerosas, a lo que hemos de añadir una banda sonora original que ya nos parece cansina como “obertura” inicial… Una obertura extensa, innecesaria y repetitiva a lo largo de dos horas que fácilmente podrían percibirse como alguna más…

No podemos decir nada en contra de los intérpretes que, sin embargo, adoptan unos ademanes demasiado estáticos e inexpresivos. No sabemos si son exigencias del director, estimamos que así es, por tanto, achacamos el negativo resultado final de la propuesta a un director que ha apostado por una puesta en escena clásica que no aporta dinamismo ni emoción al argumento que por el contrario pierde toda su “sustancia”.

Paca Gabaldón como la “testigo de cargo” adopta en el final una “pose” con tintes de tragedia griega poco creíble. Iker Lastra es un “acusado” aceptable aunque al principio un tanto insulso. Manuel Galiana es un “abogado defensor” notable. Luis Fernando Alvés es un “fiscal” muy americanizado pero convincente y Lara Dibildos alcanza en su segunda caracterización “el bien” en mi particular escala de valorización artística, algo a tener en cuenta dada mi poca “empatía profesional” con esta actriz.

Sin embargo, y en definitiva, nos encontramos ante una propuesta pesada y estática que no favorece en absoluto al lenguaje literario de la siempre eficaz Agatha Christie.

Sofía Basalo.

sábado, 2 de marzo de 2013

LA DECISIÓN DE JOHN (Noviembre 2012)



LA DECISIÓN DE JOHN. (COCK)

Teatro Fernando de Rojas (Círculo de Bellas Artes)

Autor: Mike Bartlett.
Director: Denis Rafter.
Intérpretes: José Vicente Moirón, Gabriel Moreno, Isabel Sánchez y Javier Magariño.

LA INDECISIÓN DE UN COBARDE…

Aunque esta obra de Mike Bartlett ha sido traducida como “La decisión de John” la compañía de Teatro del Noctámbulo ha evocado de forma continua su título original: Pelea de gallos. Así, la escenografía es una especie de “ring” circular o coso taurino, alrededor del cual caminan enérgicamente los intérpretes. Este espacio concluye con unas gradas, en las que puede acomodarse parte del público. La acción se estructura en escenas breves que quedan interrumpidas por un sonido similar al de un combate de boxeo. No hay más. La palabra, el actor y el poder del teatro. Tampoco es necesario. El público queda entregado a la acción, al dilema del protagonista, a la lucha por descubrir su identidad.

John es un joven homosexual y pareja estable de H. Cuando estos atraviesan una pequeña crisis, conoce a una mujer M, de la que se enamora y con la que vive un romance. John decide volver con H, aunque no logra olvidar a M. Llegando así a no saber a ciencia cierta si es homosexual o heterosexual. Finalmente, el padre de H decide intervenir en esta disyuntiva con un discurso que no deja abierta la puerta a la posibilidad, a la probabilidad, al quizá.

Puede parecer que John decide, opta, logra conocerse, saber quién es… Personalmente, creo que se queda con lo más fácil, con lo conocido, no es valiente. De hecho así lo reconoce en varias ocasiones. No sabemos si John y H serán felices, conservarán su relación de pareja y la felicidad entre la negación a la posibilidad de un bienestar desconocido y peligroso… Éste es quizá el campo en el que es el público quien juega, quien apuesta… Y quien puede o no ganar el envite entre dos gallos que pelean por atraer hacia sí a John…

Una vez más, Teatro del Noctámbulo deja muestra en la capital de su buen hacer, de su buen trabajo, de su calidad. De la capacidad para elaborar personajes humanos y no esterotipados, para elaborar dramas veraces y auténticos, para darnos la oportunidad de reflexionar sobre la identidad de alguien incapaz de ello por cobarde.

John no decide, quizá no decida nunca… Es más fácil tener siempre 21 años y dejar que otros nos digan quiénes somos… Aunque sepamos que al otro lado de la cotidianidad podría estar una placidez dispuesta a ser conjugada sin red…

Sofía Basalo.