jueves, 15 de abril de 2010

MUJER BUSCA HOMBRE QUE AÚN NO EXISTE. (octubre 2009)



MUJER BUSCA HOMBRE QUE (AÚN) NO EXISTE.

Teatro Amaya.

Autor: Eloy Arenas.
Director: Eloy Arenas.
Intérpretes: Andoni Ferreño, Óscar Ladoire, Laura Moré y Roser Pujol.

… BUSCANDO AL HOMBRE “DVD”…


El autor de esta obra, Eloy Arenas, ha manifestado que su idea le rondaba desde hace algunos años; de igual modo, ha añadido que la ha escrito porque estima que la mujer de hoy en día necesita a otro hombre, un hombre nuevo que no busque en ella algo para satisfacer sus necesidades, un hombre que vele por los deseos y sueños de su pareja… Un hombre nuevo que mire al otro sexo como un ser humano igual que él… Un hombre que respete y sueñe los sueños de su compañera…
A Eloy Arenas la operación le ha salido bien. El texto está lleno de frases lapidarias, de humor, de inteligencia, de personajes femeninos que abarcan los distintos tipos de mujeres y las distintas posturas respecto a este tema. Estimo muy interesantes los personajes que no existen y que acompañan, guían o confunden a la pareja protagonista; Una vuelta de tuerca perfecta para una comedia que invita a la reflexión y que tal vez puede dejarnos indiferentes, con un sabor agradable, pero indiferentes… Éste es el "pero" que le pondría a la obra. Puede ser que todo obedezca a una impresión equivocada, pero no me gustaron los aplausos arrebatados que arrancó la mujer “machista” que reclama la vuelta del hombre dominante, del hombre que ordena y que estima una “gilipoyez” todo lo que las feministas han conseguido y que a la postre, no es otra cosa que trabajar fuera, trabajar dentro y cuidar de los hijos… las risas y los aplausos ante esa afirmación me desagradaron. Sinceramente creo que eso mismo es lo que pensaban sus autores… Sinceramente creo que no fueron más allá de esa afirmación llena de ironía y doble intención... Sinceramente creo que no pensaron que si eso es lo que hemos conseguido es porque la sociedad en la que vivimos está enferma y necesita una evolución grande, profunda… Sinceramente creo que no pensaron que habrán de pasar varias generaciones para que esto cambie y ese hombre exista y esa mujer no se vea obligada a actuar como el primero para encontrar respeto.
De igual manera, estimo que Eloy Arenas ha escrito este texto con una visión crítica. Me gusta la escenografía, esas sillas en forma de dados, esa mesa central que es una especie de mesa de billar o futbolín; terrenos, ambos, donde se disputa un partido que no puede acabar en tablas... Esa mujer, protagonista, que es la única que cambia de ropa y en más de una ocasión, cuando quien debería cambiar de camisa es Andoni Ferreño, al que al final se le ven unos “cercos” de sudor que no quedan nada bien… ¿no tiene este detallito algo de machista?... Los cambios de luz que nos indican y aproximan a los personajes que habitan en la mente de los protagonistas… el color rojo pasional e intenso…
“Mujer busca hombre que (aún) no existe” está bien escrita, aunque no ofrece nada nuevo. Los intérpretes están bien, incluso Andoni Ferreño, por el que no siento afinidad alguna.
Sin embargo, el final en el que las dos ideas se enamoran y acaban juntas, debería ser más explícito… Creo que el significado de ello es que el hombre y la mujer han de luchar en igualdad por la igualdad… Creo que el sentido de esta unión es que los dos extremos son negativos… Creo que el hecho de que las dos ideas se enamoren es que en el fondo ese futuro nos favorecería a los dos, a hombre y a mujer… Y creo, finalmente, que el público se quedó en las risas, en los personajes extremos, en la mujer machista que hace más daño que el propio hombre, en la mujer agresiva que parece querer ser como ellos cuando lo único que busca es el respeto y un salario idéntico cuando las funciones son las mismas… Me encantaría equivocarme, pero me temo que no ando muy desencaminada…

Sofía Basalo.

lunes, 5 de abril de 2010

SER O NO SER (Octubre 2009)


SER O NO SER.

Teatro Alcázar.

Autor: Melchor Lengyel.
Director: Álvaro Lavín.
Adaptador: Julio Salvatierra.
Intérpretes: José Luis Gil, Amparo Larrañaga, Carlos Chamarro, Diego Martín, Mauro Muñiz de Urquiza, Alfonso Torregrosa y Santiago Nogués
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…CUESTIÓN DE ESCENOGRAFÍA…

La brillante sátira del nazismo que Ernest Lubitsch dirigiera en 1942, regresa cincuenta y siete años después y lo hace sobre los escenarios. Julio Salvatierra ha llevado a cabo una aceptable adaptación que, sin embargo, no ha resultado satisfactoria. ¿Por qué? Quizá por lo que siempre solemos decir sin caer por ello en la reiteración: El teatro no es cine y lo que en este último es fácil, enriquecedor y bello, en el primero puede convertirse en un lastre. Así ha sido. La que podía ser una comedia completa, se queda a medias, por una escenografía pesada, por una duración quizá excesiva y un director que da la impresión de “autoinspirarse”, pues nos parece curioso, cuando menos, que teniendo dos obras en cartel, en ambas, las proyecciones cinematográficas posean un papel preponderante.
El teatro no es cine y jugar a mostrarnos mil y un lugares puede ser peligroso. Peligroso para el espectador, peligroso para el actor, peligroso para el público y peligroso para un montaje que finalmente no ha quedado a la altura de lo esperado.
“Ser o no ser” se hace larga a pesar de contar con escenas francamente delirantes, a pesar de que los intérpretes masculinos son magníficos, a pesar de que el público queda enganchado desde que a las puertas del Teatro Alcázar es recibido por un actor maravillosamente caracterizado… A pesar de todo ello, esta adaptación es excesiva y parece que todos estamos obligados a realizar un esfuerzo común cuando se produce un cambio de escena o de espacio…
Sin embargo la escenografía no es la única rémora de esta adaptación que cuenta con una “Diva” que despliega su aura más allá de un papel que ciertamente es de esa manera; la pega de Amparo Larrañaga es que además de declamar su papel con un soniquete extrañamente familiar, por machacón; cuando el telón baja, poniendo fin a esa comedia, ella no retira de su rostro el personaje y en fin, “ir de Diva” tampoco es muy recomendable que digamos, sobre todo cuando no se es tan grande como para tal calificativo.
Aunque disfruté como una enana con escenas dignas de la mejor comedia gracias a la labor de unos intérpretes que defendieron de un modo sobresaliente sus personajes, no puedo obviar un peso escenográfico que podía no haber sido, más aún, cuando llega firmado por grandes profesionales de la escena.

Sofía Basalo.