domingo, 26 de septiembre de 2010

BROKERS (Noviembre 2008)

…SI LA BOLSA SONA -BROKERS (Yllana)

Teatro Auditorio Federico García Lorca de Getafe.

Me he reconciliado con Yllana. Es lógico, por otra parte, que una determinada compañía, un determinado creador se repita o conserve su “sello personal”...
pero últimamente, cada vez que veía un espectáculo de Yllana pensaba “es lo mismo”... o “eso ya lo vi antes”... Pero “Brokers” es diferente, si bien, he de reconocer que en un principio, únicamente acertaba a sonreír... pues el consabido pensamiento machacón no hacía más que atormentarme.
La última creación de Yllana aborda el mundo de las finanzas, las vilezas que acompañan a “Don Dinero”, las ruindades que se pueden cometer para pertenecer al club de los “rubios” privilegiados, la mentira que preside un mundo cuya única bandera es el dólar, el euro, la libra...
Si al comienzo encontramos el tono habitual de la prestigiosa compañía, la risa más o menos fácil y cómplice con un público entregado que invierte en bolsa gracias a unas cartulinas coloreadas con las que es obsequiado a la entrada del teatro y al que no le importa “mojarse” con la despreocupación de un “yuppie” cuyos ademanes arrojan el exquisito y líquido elemento que únicamente pueden ingerir tan elegidos gaznates... En la mitad del espectáculo esa risa se viste de cierto cinismo rozando el humor negro. Uno de los “privilegiados” que juega al pádel, uno de los privilegiados que invierte en bolsa, uno de los privilegiados que vive en un ático “de película”, tras sacar de un cajero un nutrido “fajo” de billetes, acudirá al casino donde lo perderá todo.
Así pues, se verá excluido del club de la gente VIP, convirtiéndose en un vagabundo despreciado por todos... Esta víctima (de sí misma) intentará ganarse la vida trabajando, aunque el despotismo de un empresario lo empujará nuevamente a la calle... a la lluvia... al frío... al hielo... A partir de aquí, comenzará su ascenso... ¿cómo?... con el robo, con la agresión, con la amenaza, con el chantaje, con el soborno; esto último lo encumbrará hacia el mundo de la banca, de la especulación inmobiliaria, de la política... hasta llegar a fotografiarse junto al Santo inquilino del Vaticano...
De nuevo este “caballero” se ha convertido en un “rubio” privilegiado... Así funciona el mundo, parece decirnos Yllana en esta nueva propuesta... y lo hace muy bien... utilizando la ironía, el ingenio y la inteligencia.
En “Brokers” encontramos a Yllana en estado de gracia y, por tanto, no debemos
perdérnoslo.


Sofía Basalo.

sábado, 18 de septiembre de 2010

GLENGARRY GLEN ROSS (Diciembre 2009)


GLENGARRY GLEN ROSS.

Teatro Español.

Autor: David Mamet.
Director: Daniel Veronese.
Intérpretes: Gonzalo de Castro, Ginés García Millán, Alberto Jiménez, Jorge Bosch y Carlos Hipólito, entre otros.

TANTO VENDES, TANTO VALES…

Tres conversaciones al calor solitario de un restaurante. Seis hombres. La realidad que a trompicones se hace sitio en un diluvio de palabras, de necesidades, de urgencias. El empleado que atraviesa una mala racha y como producto ya no vale. El superior que escucha impasible la urgencia de un subordinado ineficaz. Dos trabajadores que pretenden encontrar una luz en su cotidianidad laboral, infringiendo aquello a lo que la lealtad moral obliga. Por último, el mejor vendedor, aquel que ganará el Cadillac, el que con un discurso aprendido, ensayado e impostado “venderá la moto” al pobre dueño de un restaurante que a cada palabra se sentirá más pequeño, más sumiso, más indefenso y quizá menos convencido…
Pasamos página. Entramos de lleno en una oficina en la que alguien ha robado. El desconcierto y el caos reinan en las paredes grises de una agencia donde los contactos han volado, como lo han hecho los teléfonos. En medio de las dudas continúan las rivalidades, los engaños, las palabras que dicen aquello que ocultan, la inocencia de aquel que cree haber recuperado una técnica que con el paso del tiempo resulta caduca, la mentira del buen compañero que en realidad lo que pretende de su rival es el resultado de un producto que ha de ser satisfactorio por necesidad. Las malas artes de un superior que humilla cuando manda, a sabiendas del daño que con ello puede ocasionar a alguien que tiempo atrás colocó en primera línea la empresa que dirige de una manera sucia y engañosa. No importa la humanidad que día a día se ha podido quedar en las míseras paredes de la empresa. No importan los sueños que se han mantenido dormidos en sus austeras sillas. No importa el pasado de alguien que depositó los cimientos de un futuro en sus gigantes y luminosas letras. Hoy no vende. Hoy no ha sido capaz de distinguir la enajenación en los ojos de un futuro cliente. Hoy no ha sido capaz de ver en los signos de un contacto la trampa de alguien que sólo quiere contemplar su sombra más allá de las frías paredes del fiero mercado laboral. Hoy no será capaz de callarse, ignorando que sólo él pondrá el punto y final a su propia película.
Qué bien interpreta Carlos Hipólito al perdedor, al humillado, al que no vale nada pues nada llega a producir. Qué tristeza, qué derrota hay en su rostro, qué ingenuo triunfo llega a dibujar cuando logra hacer una venta a dos enajenados…
El texto es eficaz y contundente. La puesta en escena resulta un tanto fría; los dos espacios se abren paso de un modo cortante, sin concesión alguna. Parece que Veronese ha querido plasmar esa misma impersonalidad, esa misma inhumanidad en un trabajo que aún así resulta enérgico. Las puñaladas que nos deja el final son absolutamente letales… y sin embargo no logro descubrir porqué de vez en cuando algunos intérpretes nos dan la espalda…
Sin duda, es grande el reparto que completa este proyecto. Es grande su autor. Es tremendamente grande la realidad que nos deja, una realidad que estamos pisando, que estamos soportando dóciles, como mudos borregos... que estamos respirando sin ser conscientes de la toxicidad con la que nos ametralla el odio, la envidia, la indiferencia, el menosprecio, el superfluo brillo de la apariencia…
Nuevamente el teatro nos regala la reflexión, ¿seremos lo suficientemente valientes como para conjugar el verbo?

Sofía Basalo.

jueves, 9 de septiembre de 2010

LOS CHICOS DE HISTORIA (Mayo 2010)


LOS CHICOS DE HISTORIA.

Teatros del Canal.

Autor: Alan Bennett.
Traducción y dirección: José María Pou.
Intérpretes: José María Pou, Josep Minguell, Maite Gil, Jordi Andujar, Javier Beltrán, Oriol Casals, Alberto Díaz y Llorenç González, entre otros.

INSPIRACIÓN VITAL.

Una escuela. Unos alumnos deseosos de vivir, de absorber cada minuto, de hacer de su paseo vital algo extraordinario. Un profesor que entiende que la cultura es mucho más que una serie de datos, de números sin alma, de hechos objetivos. Un hombre que pretende quedarse en sus pupilos más allá de la fecha de un examen. Un “maestro” que, en una denodada lucha contra el descorazonador sistema educativo, gana la batalla nuevamente, al regalarnos el firme convencimiento de que el ser humano, como tal, es más grande que un boletín de notas, que un título académico y que un master en economía. Si bien es cierto que la fórmula presentada por José María Pou, con la autoría de Alan Bennett no es nueva, su éxito y su valor son incontestables, más aún cuando atravesamos una época en la que la palabra respira ahogadamente, en la que el ser humano pretende aniquilar su esencia en números, en un éxito material que le asfixia el alma. En tal presente, pues, la reivindicativa inspiración vital que nos deja Héctor (José María Pou) no tiene precio. En tal presente, este texto repleto de poesía, de cine clásico, de música popular, de esa cultura que nos coge de la mano alentándonos en nuestro paseo por la vida, nos recuerda lo verdaderamente importante, lo que hay más allá de una careta que nos miente, que nos oculta la verdad, que viste la realidad de una felicidad que no existe… Al final de la función hay algo que me parece interesante. El alumno que ha seguido al pie de la letra aquello que el “maestro” les dejó en sus años estudiantiles vive en la actualidad como un ermitaño; solo, conectado al mundo a través de las redes sociales; mientras otros compañeros, aquellos quizá anclados en el sistema oficial, han alcanzado “el éxito”… ¿Qué es el éxito. Acaso el alumno judío y homosexual que siguió las directrices del “maestro” y que vive como un auténtico ermitaño, ha fracasado. Acaso el gran profesional, el ejecutivo, aquel que puede comprar el bienestar y el máximo confort es el único que puede considerarse triunfador?...
Temas eternos, temas que politizados, como están, demandan una solución que desde luego no se halla en ninguna ley, éstas en tal caso ofrecen una respuesta a posteriori. Temas eternos cuya raíz se encuentra en la infancia, en las costumbres, en aquello que vemos, que alienta nuestras circunstancias, nuestro alrededor, nuestro hogar, nuestros ancestros, en aquello que hemos delegado en otros, depositando nuestra responsabilidad en unas manos indefensas que desde luego poco pueden hacer si en el alma en la que se trabaja no se ha sembrado…
“Los chicos de historia” en teatro, como hace años “El club de los poetas muertos” o “El club de los emperadores” en cine, nos regala el valor de la poesía, de la lectura, de la cultura, de la palabra emitida con la seducción propia de aquel que la pronuncia desde dentro, con el corazón, con el alma… Creando uno de esos “mejores momentos” en los que del último sonido, del último verso, de la última página, de la última escena surge una mano, coge la tuya, para decirte en un susurro: “Eres apto para coger el testigo”

Sofía Basalo.

domingo, 5 de septiembre de 2010

TRES (Febrero 2010)

TRES.

Teatro del Bosque, Móstoles.

Autor y director: Juan Carlos Rubio.
Intérpretes: Nuria González, Kiti Mánver, Octavi Pujades y Aurora Sánchez.


… MÁS ALLÁ DE LA SIMPLE RISA.

Tres antiguas compañeras de colegio deciden reencontrarse. En un principio, la “quedada” reunirá a todas las alumnas que años atrás compartieron jornadas de estudio, recreo, juegos y cánticos religiosos… Sin embargo, a los pocos minutos, dos de ellas se darán cuenta de que esa tarde serán sólo Tres, las antiguas amigas que compartan los recuerdos de una niñez que de repente se convertirá en un repentino y aún así, sólido proyecto de futuro.
Juan Carlos Rubio, autor y director de este proyecto, asegura que esta función es un juego teatral sin más pretensión que la risa, las buenas vibraciones y la evasión en un tiempo de crisis. Quizá ha sido éste el motivo por el cual tras varios años de éxito en Hispanoamérica bajo títulos como “Él cuando quiere… Ellas cuando pueden” o “¡¡Qué trío!!” ha optado por llevarlo a escena en España… Eso sí, con el equipo perfecto, una tríada genial que resuelve con naturalidad y tremenda frescura unas surrealistas situaciones y unos diálogos sobradamente ingeniosos.
“Tres” efectivamente es un juego teatral divertido y original con el que el público empatiza desde el principio: Un encuentro con dos personas a las que no has visto desde hace más de veinte años. Un encuentro con dos personas a las que no reconoces en las niñas que quedaron en la memoria. Un encuentro con dos personas a las que admiraste, para descubrir que no son más que tú misma. Un encuentro con dos personas de las que, fíjate lo que es la memoria, sólo recuerdas cosas divertidas... Cómo no sentirse cerca de estas tres mujeres, cada una con su historia, con sus frustraciones, con sus soledades, con sus operaciones de estética, con sus desfases, con sus mentiras… cómo no haber pensado lo que ellas deciden entre carcajadas y caladas a un porro fumado en “comandita”… cómo no comprender el confuso deseo de ser madre, de unas mujeres que tan sólo quieren dejar de estar solas… cómo no comprender la familia que tras nueve meses comenzará a ser numerosa y matriarcal por triplicado…
Sin duda, no hay más pretensión que la risa, el pasatiempo y el optimismo. Pero detrás de todo ello pueden esconderse dos cuestiones: El sentido de la maternidad o el concepto de familia; la seriedad que encierra el hecho de engendrar una vida humana, contemplada como un fin en sí mismo o como un simple medio para satisfacer un ego solitario y hundido por el paso del tiempo y las desilusiones; o la idea de familia, en un momento en el que se suceden una tras otra, manifestaciones, que reivindican un único modelo y satanizan otros… cuando lo verdaderamente importante es el afecto, el amor y el cariño que quien sea, está o no capacitado para Dar.
“Tres”, efectivamente, es una comedia cuyo objetivo principal es la risa, la carcajada incluso; y lo consigue, entre otras cosas, porque está bien hecha y bien dirigida. Nuria González, Kiti Mánver y Aurora Sánchez forman un trío más que sobresaliente, sobre todo ésta última; quizá interpretar a la compañera más “mojigata”, más psicológicamente necesitada y también más manipuladora tiene sus ventajas. Octavi Pujades, solo ante el peligro, sale más que airoso de una encerrona que significará el comienzo de una nueva vida.

Sofía Basalo.