miércoles, 31 de diciembre de 2008

SILENCIO... VIVIMOS. (Enero 2008)




Teatro Fígaro-Adolfo Marsillach.


Autor: Adolfo Marsillach.
Adaptador: Paco Mir.
Director: Josep María Mestres.
Intérpretes: Carlos Heredia, Laura Domínguez, Gracia Olayo y Sergio Torrico.


MARSILLACH; TAN LEJOS, TAN CERCA...

A seis años de la muerte de Adolfo Marsillach, su hija ha tenido la buenísima idea de poner el nombre de su padre a uno de los clásicos teatros de la capital así como el enorme acierto de comenzar esta nueva andadura con la puesta en escena de unos textos escritos por el gran hombre de teatro. Paco Mir y Josep María Mestres son los artífices de “Silencio... vivimos”; una serie de relatos concebidos en los años sesenta que recogen la ternura, el humor, la ironía, la capacidad de ver más allá del blanco y negro de una España que quería salir del oscurantismo en que vivía y la indiscutible inteligencia de Marsillach. El amor y el desamor a un tiempo; la imposibilidad de volver a saborear una virginal felicidad que lo es gracias a la incógnita de un futuro que llevará consigo la cruel respuesta; la dulce desesperanza de una espera eterna... y la más que actual, decisiva y amarga reflexión al respecto de la servidumbre forzosa de la calidad en pos de una comercialidad que cercena la inteligencia, alimentando la incultura... No hay nexo que una estas historias, pero una extraordinaria coherencia las enlaza, como si hubieran estado esperando desde siempre este momento. Cuatro magníficos intérpretes envueltos en los televisivos colores de antaño, delante de una escenografía casi cinematográfica y con una cuarta pared integrada por completo en la más que agradecida evocación, nos devuelven la voz y la genialidad del maestro; nos devuelven su actualidad, su carácter crítico y rotundamente tierno... nos devuelven la memoria del hombre de teatro que algunos sólo conocimos a través de los libros y de la televisión... Nos queda aún mucho por redescubrir de Adolfo Marsillach, algún que otro texto dramático sin estrenar... ojalá éste sea el comienzo definitivo.


Sofía Basalo.


No hay comentarios: