domingo, 20 de abril de 2014

Esta noche no estoy para nadie (Febrero 2013)

ESTA NOCHE NO ESTOY PARA NADIE.




ESTA NOCHE NO ESTOY PARA NADIE.

Teatro Auditorio Federico García Lorca de Getafe.

Autor y director: Juan Carlos Rubio.
Intérpretes: Kiti Mánver, Gisela, David Ordinas y Bruno Squarcia.
Letra: Isabel Montero.
Música: Raúl Gama.

NOTABLE PASATIEMPO.

Después de más de diez años, Juan Carlos Rubio reestrena su primer texto. Una divertida comedia de enredo, aderezada con unas gotas musicales que llevan envueltas ingeniosas letras. “Esta noche no estoy para nadie” nos cuenta la complicada relación que existe entre una madre (Kiti Mánver) que acaba de separarse de su segundo o tercer marido y una hija (Gisela) que vive su primer desengaño amoroso. Ambas acaban de “estrenar” la recién aprobada ley de divorcio, pues hemos de decir que esa noche en la que la primera “no está para nadie” transcurre en 1981; una década en la que se comenzaba a vivir la libertad, la independencia, la desenfrenada alegría… siempre bajo la brillante protección de “la laca”.
La noche de autos, la confusión y el desenfreno se darán cita en el apartamento de la joven. El exmarido y padrastro de ésta “se invitará” a la casa dispuesto a seducirla. Bruno Squarcia da vida a este desfasado personaje, un poco fantasma que cree ser muy moderno porque lleva al hombro un teléfono móvil… (de los que comenzaban a cambiar las costumbres de los más modernos en aquellos tiempos – es decir, de los que pesaban un quintal-). Poco después hará su aparición el cuarto en discordia, el marido gay al que da vida David Ordinas. Éste junto a Kiti Mánver protagonizan uno de los números más hilarantes de este musical de pequeño formato que nos regala un directo íntegro, con unos guiños continuos “al vecino que toca el piano” y vive tras la estantería que cobija los objetos de valor de la pareja de mujeres que se pelean, se dicen las verdades y se quieren con locura en una noche inusitadamente intensa.
La dirección es impecable y los actores se mueven con una complicidad absoluta. La risa, la ironía, el sarcasmo y un poquito de drama, están garantizados en una propuesta enormemente sencilla, casi intrascendente, que se mueve de una agilidad asombrosa entre la nostalgia y la hilaridad… Aunque a decir verdad, todos salimos con ganas de bailar en una noche en la que estamos para todos.


Sofía Basalo.

No hay comentarios: