jueves, 13 de marzo de 2014

Babel. (Octubre 2012)

BABEL.



BABEL

Teatro Marquina.

Autor: Andrew Bovell.
Adaptador: Pedro Costa.
Directora: Tamzin Townsend.
Intérpretes: Pedro Casablanc, Aitana Sánchez-Gijón, Jorge Bosch y Pilar Castro.

PAREJAS ENAMORADAS/MATRIMONIOS DESENAMORADOS.

No estamos ante una obra al uso. Quizá un público acostumbrado a un teatro más clásico, no acierte a enterarse del todo, a entrar en el mosaico que Babel nos ofrece. Un compuesto en el que se conjugan a un tiempo diversos espacios, diversas acciones, diversos diálogos, en un ejercicio teatral realmente complicado que está resuelto de un modo más que satisfactorio.

Dos parejas se son infieles respectivamente al mismo tiempo y en distintos lugares. El público es testigo de ambas acciones así como del posterior encuentro en el domicilio de cada uno. Se ha de estar muy atento a esta primera historia pues existen diversas ramificaciones que la unen al thriller que seguidamente dará comienzo, continuando parcialmente el formato inicial.

La dirección es verdaderamente eficaz, como suele ser habitual en Tamzin Townsend. Los intérpretes responden con solvencia a los nueve personajes a los que habrán de dar voz, alcanzando cotas de un dramatismo a veces sobrecogedor. Quizá el personaje más agradecido en este último punto sea el de Aitana Sánchez-Gijón, en la segunda parte de esta propuesta. Una psicoanalista, repleta de inseguridades, enfrentada a una paciente agresiva e intimidadora que a la postre resulta ser la amante de su marido, con quien no logra comunicarse.
Éste es el quid de esta obra, de ahí su título. No hay distintos lenguajes, diferentes idiomas en el edificio de dos plantas que conforma la escenografía de Babel. Pero sí hay una absoluta incomunicación; un absoluto cansancio en unos matrimonios que se toleran, que se aguantan, que se han acostumbrado a hacerse una compañía en soledad que a veces hace daño y les pide sentir otra cosa o simplemente sentir; hay hastío y un concepto de lealtad erróneo y egoísta… Y también hay deseo, amor, dependencia… Un cúmulo de sentimientos que nos invita a reflexionar tras la conclusión de una obra que nos deja helados.
Babel es una obra notable, novedosa, exigente tanto para el actor como para el público. El cuarteto intérprete no es del todo homogéneo, quizá los papeles femeninos sean más ricos y les ofrezcan a ellas la oportunidad de un lucimiento que en el caso masculino no llega a ser tal; sin embargo funciona y lo hace realmente bien.


Sofía Basalo.

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