viernes, 16 de diciembre de 2011

LA ALEGRÍA DE VIVIR (Octubre 2011)


LA ALEGRÍA DE VIVIR. (DESIGN FOR LIVING)

Teatro Galileo.

Autor: Noel Coward.

Versión: José Ramón Fernández.

Dirección: Francisco Vidal.

Intérpretes: Candela Serrat, Francisco Vidal, David Villanueva, Fernando Escudero y Lorena Jiménez.

LA ALEGRÍA DE SER LIBRE.

Canta Serrat “A menudo los hijos se nos parecen”... Y en este caso tiene razón. Candela Serrat, la menor de sus vástagos, ha debutado en el teatro con una comedia elegante, optimista, rompedora y absolutamente feliz. La joven actriz se ha preparado de forma concienzuda antes de dar este gran paso y el resultado ha sido más que positivo.

Candela Serrat da vida a Gilda. Una joven llena de energía. A veces seductoramente déspota, otras enigmáticamente dulce y siempre inspiradora, capaz de enamorar a todo aquel que se enfrente a sus ojos brillantes, retadores e irresistibles.

“La alegría de vivir” o “Design for Living” como la tituló su autor en 1933, es un canto a la vida, a la libertad, a la valentía de ser quienes somos independientemente de lo que puedan decir, pensar o juzgar los demás. Noel Coward se encontró con la imposibilidad de mostrar su obra en la mojigata sociedad británica de los años treinta; no pasó lo mismo en Estados Unidos, lugar donde, de la mano de Ernest Lubisch y el séptimo arte, pudo ver la luz. Los tres vértices de este atractivo triángulo fueron Gary Cooper, Fredrich March y Miriam Hopkins. Los tres nos regalaron un film inolvidable e intemporal.

Dicen que quienes ponen reglas al juego del amor es porque no se han atrevido a jugar. Francisco Vidal, recordando que el teatro es también un juego, ha decidido llevar a escena este clásico de Noel Coward, con la versión de un autor más que solvente, José Ramón Fernández.

El resultado es sobresaliente. Si Candela Serrat nos muestra todo lo que puede llegar a ser, no son menos los jóvenes que la acompañan en este recorrido emocionalmente vital, David Villanueva y Fernando Escudero. Los tres intérpretes llenan con su energía y vitalidad un escenario dispuesto en tres partes, en tres momentos, en tres etapas, que quizá nos habla de cada una de las partes de este triángulo, de cada una de las fases que va recorriendo una mujer que quiere ser “normal” dentro de una sociedad “aburridamente costumbrista” y que al final de este camino descubrirá que ser así no es ser mejor, que amar a dos hombres al mismo tiempo no es ningún error si este amor la hace crecer, la hace mejor persona, y a un tiempo hace grandes a aquellos a quienes ama; que el verdadero error es pretender ser aquellos que no somos a sabiendas, pretender actuar como quieren que lo hagamos, pretender adaptarnos a unas normas que no nos hacen felices...

“La alegría de vivir” es un canto a la vida, a la felicidad, a la libertad... Y así lo ha transmitido una compañía que ha respetado en todo momento la clase y la elegancia que caminan de la mano de la alta comedia.

Sí, desde luego, la única regla que pone Coward y que reflejan los artífices de este proyecto la dice el personaje de Gilda, interpretado por Candela Serrat: “Ese juego me tiene que hacer mejor”. Ahí está la sabiduría del autor inglés. Ahí está la sabiduría del ser humano que de un modo valiente y decidido es él mismo y no lo que pretenden los demás, anclados en unos usos rancios... respetables sí, pero nunca obligatorios.

Sofía Basalo.

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