viernes, 4 de noviembre de 2011

19:30. (Diciembre 2010)


19:30

Naves del Español. Sala II

Autor: Patxi Amezcua.

Director: Adolfo Fernández y Ramón Ibarra.

Intérpretes: Adolfo Fernández, Fernando Cayo, Antonio Molero, Ángel Solo, Ramón Ibarra, Sonia Almarcha, Nerea Garmendia, Óscar Sánchez Zafra y Rafael Martín.

REALIDAD GRIS…

Ríes, piensas, sospechas, deduces… En una propuesta teatral de plena actualidad, de pasmosa actualidad, de rabiosa y cruda actualidad. Una propuesta teatral que coloca sobre la mesa los restos de una ética malherida por el “ligero” peso de cinco millones de euros encontrados en un maletín que portaba un político cuando fue hallado desnudo y borracho en plena calle, a altas horas de la madrugada. Una propuesta teatral que pone sobre la mesa los restos de unos principios olvidados entre los documentos de un “amañado” dossier de prensa, obediente a los intereses presupuestarios de un partido político. Una propuesta teatral que deja al descubierto los entresijos de una negociación económica que una bomba informativa de tal calibre puede llevar al traste. Una propuesta casi documental en la que se observa, se analiza, se examina el comportamiento humano; los “porqué” a veces contradictorios e incongruentes que mueven a las personas, que las impulsan hacia un fin u otro, sin tener en cuenta un medio inaceptable, inadmisible y frustrante; un medio justificado por el poder financiero, por el poder mediático... Poder, al fin y al cabo.

Patxi Amezcua ha escrito un texto ágil y nada demagógico. Un texto donde todo está perfectamente expuesto para que el público saque sus propias conclusiones. No se filosofa, no se adoctrina, no se emite juicio alguno. Vemos, observamos, somos testigos de unos hechos que están sucediendo en tiempo real.

El grupo de un partido político, junto a sus asesores, deberá mantener en silencio “El Vesubio” hasta las 19:30. Una dura y costosa negociación con el principal partido de la oposición, está en juego. La verdad no se puede decir, la ética y la política son incompatibles, todos han tenido que dar la espalda a sus principios en un momento determinado… Mientras el asesor más mezquino, más incapaz y más sinuoso hace la cama a su jefe… Mientras el compañero de militancia y corrupción calla su culpa por un buen fin: No perder las dos “Torres” y proteger al “Rey” para que quede intacto en una partida de ajedrez corrompida desde el momento en el que el primero de los contrincantes movió ficha.

Adolfo Fernández y Ramón Ibarra han dirigido a un elenco que realiza una labor magnífica, en una obra coral y tremendamente viva que nos mantiene en continua tensión el tiempo que dura la agonía de un partido político en el que respira el alma de todos y cada uno de aquellos que han sentido el latido del poder entre las manos.

Sobresaliente pues para una compañía que se sube nuevamente al escenario manteniendo los pies sobre la tierra para poner el dedo en una realidad doliente y maloliente.

Sofía Basalo.

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