viernes, 22 de julio de 2011

CONTRAACCIONES. (Marzo 2011)


CONTRAACCIONES.

Teatro Lara.

Autor: Mike Bartlett

Traducción y versión: Lucy Collin.

Dirección: Pilar Massa.

Intérpretes: Pilar Massa y Goizalde Núñez.

EL PRECIO MÁS ALTO…

El teatro tiene una función; una función esencial que pasa por mostrarnos la realidad, por introducirnos de lleno en un espejo cuyos cristales nos traspasen y nos hagan daño, si es preciso.

“Contraacciones” nos hace daño, nos asfixia, nos ahoga como lo hace el sistema que hemos creado concienzudamente con el único fin de destruirnos, de ahogar nuestra maltrecha humanidad entre las garras de unos contratos leoninos redactados por nuestra inconsciencia…

Mike Bartlett, autor británico de tan sólo 30 años, ha escrito un texto de una eficacia absoluta. Cada palabra implica una contradicción, un paso más hacia la deshumanización de Emma (Goizalde Núñez), empleada imprescindible para la empresa que dirige el personaje interpretado por Pilar Massa. En cada reunión, el bisturí verbal de la impersonal jefa va incidiendo sutilmente en la intimidad de Emma. Quiénes son sus amigos, sus compañeros, cómo su carácter es capaz de fomentar un debate o discusión en el seno de la empresa, los actos que puede “perpetrar” con el fin de avanzar en una situación amorosa o sexual, el deseo de respirar el aire que circula más allá de las paredes de la compañía…

La impersonal jefa repite una y otra vez que su único empeño consiste en cuidar de los empleados. La impersonal jefa con una sonrisa neutra, aprendida, casi encajada en cada uno de los rasgos de su cara, repite una y otra vez la pregunta “Hola ¿Cómo estás. Todo bien?”…

La impersonal jefa seguramente una vez fue “Emma”; seguramente una vez quiso “apostar”, “jugar”, “amar”, “vivir”…; seguramente una vez se atrevió a respirar el aire que circula más allá de las paredes de la empresa que en ese momento dirige; seguramente olvidó su nombre y también “qué más había”…

Pilar Massa ha dirigido la puesta en escena de este genial texto. Un despacho impersonal. Una mesa rectangular. Dos sillas y 14 escenas rápidas, como cuchillos, como descargas eléctricas, como disparos de una realidad que mata lentamente el hálito de vida de la joven empleada. Creo que el lenguaje de gestos es algo que la actriz y directora ha tenido muy en cuenta en este trabajo. Los movimientos de cada uno de los personajes. Su sonrisa calculada mientras su cuerpo siempre está echado hacia atrás o con los brazos cruzados sobre el pecho (contradicción absoluta) y sin embargo, cuando pretende convencer a Emma o cuando pretende que demuestre la muerte de su hijo, su cuerpo se acerca, casi como una serpiente, a ella, que ante todo y en ese instante es una madre desolada… Algo que la empresa no puede admitir.

Goizalde Núñez está más que perfecta en la piel de Emma. En cada reunión más apagada, más indefensa, con el alma despedazada… En el camino se ha quedado el pañuelo de color azul que osó mostrar a su jefa en una de sus reuniones, no se dio cuenta de que quizá ese color era sinónimo de vida e indicativo de que algo estaba a punto de “perpetrarse”… Hasta concluir en la más absoluta anestesia… Seguramente, pronto olvidaría su nombre, sus ganas de jugar, a su hijo… Olvidaría lo que hay más allá de los libros de contabilidad…

Tal vez en algún punto sintamos que Mike Bartlett exagera. Sin embargo, no es así. Mike nos avisa. Nos alerta sobre lo que puede ocurrirnos como olvidemos que para ser libres hemos de rebelarnos; como olvidemos el valor que tiene la vida; como olvidemos quiénes somos, como no sepamos ver qué hay más allá de una sonrisa siempre igual y siempre inexpresiva, qué hay más allá de una palabra amable o del ánimo falsamente solidario de un compañero, de cualquier compañero… Mike Bartlett coloca ante nuestros ojos el precio, el alto precio, que casi sin darse cuenta termina pagando Emma… En nuestras manos está cambiar el rumbo de esta deshumanizada realidad…

Sofía Basalo.

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