sábado, 23 de octubre de 2010

LOS MONÓLOGOS DE LA VAGINA (Junio 2010)

LOS MONÓLOGOS DE LA VAGINA.

Teatro Maravillas.

Autora: Eva Ensler.
Director: Gabriel Olivares.
Intérpretes: Rebeca Valls, Ruth Núñez y Marta Belenguer.

… TOMANDO EL NOMBRE DE LA VAGINA EN VANO…

Hace más de diez años, Maite Merino descubrió “Los monólogos de la vagina” en Londres. Rápidamente, esta actriz adquirió los derechos del texto y lo trajo a España. El montaje lo dirigió Antonia García. Maite Merino arriesgó su patrimonio para poner en pie un espectáculo reivindicativo, sugerente, poético y no exento de humor. Estos monólogos vieron la luz en Madrid en el Teatro Alfil, tras el éxito obtenido repitió temporada, perdón, temporadas, en el Teatro Arlequín, Teatro Muñoz Seca y en la Sala II del Teatro Nuevo Alcalá, respectivamente. En Barcelona y contra todo pronóstico, Maite Merino obtuvo un éxito absoluto, tanto es así que pensaba volver; pues el itinerario de este espectáculo ha sido extenso. Casi toda España ha sido testigo del trabajo de una actriz que ha contado con diversas compañeras de trabajo, aunque ella siempre ha estado presente, no sólo sobre el escenario, sino en la producción y en una iniciativa que no debiéramos olvidar, aunque según parece este verbo ha sido conjugado por más de una persona. No me refiero a nadie en concreto, pues nada sé. Lo único que he podido comprobar es que en el dossier de prensa de “el regreso” esta información no está contenida. Lo único que he podido comprobar es que en las noticias y reportajes de diversos medios de comunicación sólo dicen que “numerosas actrices han interpretado estos monólogos” ¿por qué omiten un dato tan importante. Por qué omiten el nombre de la persona que arriesgando mucho trajo a España estos monólogos, los interpretó por primera vez y los ha interpretado durante más de nueve años? Es extraño, cuando menos.
He considerado necesario hacer constar estos datos, antes de analizar los “nuevos” monólogos. Digo nuevos, porque no se ciñen estrictamente al texto original, porque se han introducido diferentes elementos, matices, hasta otro espíritu diría… un espíritu hilarante… y de “Club de la comedia”… Personalmente, creo que “Los monólogos de la vagina” originales no eran así.
Este montaje dirigido por Gabriel Olivares, quiere, en cierta forma, mantener esos cambios, esos giros, esa dualidad entre poesía y surrealismo; entre drama y comedia… pero ésta última se ha llevado a un grado tan extremo que no consigue hacer válidos esos giros… no se logra que el público asimile el drama, se adentre en la poesía, en la seriedad de un simbolismo que siempre mantuvo la autora (al menos eso creo) y digo más, para el fragmento en el que Eva Ensler habla de las relaciones sexuales entre mujeres, el director ha creado un gag tan lleno de morbo que resulta hiriente, tan lleno de frivolidad que molesta e incluso resulta impertinente ¿por qué? Porque conociendo el texto original y el montaje protagonizado por Maite Merino, conociendo que en esa puesta en escena se redujo el texto (para obviar ese matiz provocador e innecesario)… he deducido (si me equivoco me alegro, incluso) que en este regreso no se ha eliminado, con el fin de acentuar ese morbo, esa frivolidad, de restar seriedad y sensibilidad a unas relaciones siempre ocultas, siempre envueltas en un tabú triste y machista…
No arremeto contra las actrices, pues ellas están bien… al fin y al cabo obedecen directrices externas, aunque podrían cuestionarlas ¿no? No sé si arremeto contra Gabriel Olivares… ¿Obedecerá él también a directrices externas?...
“Los monólogos de la vagina” no es un espectáculo para echar unas risas sin más; Esas risas han de ser pensantes, inteligentes y envueltas en un sentimiento reivindicativo siempre edificante… Estos monólogos se acercan más a los “punto com” a los “Clubs de la comedia” con una voz en off innecesaria, machista y recurrente, incluida… Aquellas propuestas intrascendentes y facilonas que llenaron teatros hace bastantes años… Aquellas propuestas machistas cuyos carteles ofrecían una imagen femenina sugerente, sugestiva, sexual, provocativa… como este cartel… En fin, cuando algo es bueno, no está de más su reposición, su regreso a la cartelera, pero no a cualquier precio, por favor.

Sofía Basalo.

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