CAMBALACHE.
Teatro Arlequín.
Autor: Álvaro Sáenz de Heredia.
Director: Álvaro Sáenz de Heredia.
Intérpretes: Emma Ozores, Santiago Urrialde, Ferran Botifoll, Vicente Renovell y Nelson Dante.
... POBRE PANFLETO CÓMICO...
En la oscuridad de la noche, un ruido sospechoso, en un elegante piso del barrio de Salamanca de Madrid. La luz del dormitorio se enciende y Sonia, aterrada, saca de la mesilla el revólver de su marido ausente, con el que encañona a un ladrón en el intento de abrir la caja fuerte... Así comienza la obra que ha escrito y dirigido Álvaro Sáenz de Heredia. Así comienza el texto que podemos leer en el programa de mano de una obra que puede tener algún acierto y numerosos puntos oscuros.
Entre los aciertos, hemos de señalar la presencia de dos actores bastante notables: Ferrán Botifoll y Vicente Renovell, que sin embargo se “pasa” en su “tarea” de “hacer gracia” como guardaespaldas del político corrupto que interpreta Santiago Urrialde. Otro acierto que, sin embargo, se diluye a medida que transcurre la obra y las interpretaciones exageradas por parte de “la protagonista” de la obra que de nuevo (supongo, con el visto bueno del director) recurre a sus tan traídos gags “heredados” de su padre, son las situaciones hilarantes y casi surrealistas que tienen lugar en el elegante piso del barrio madrileño de Salamanca. Pero no hay más que destacar de una obra que se hace larga, una obra a la que le sobran los mini monólogos de unos personajes que bajan al patio de butacas para que el equipo técnico cambie los cuadros del decorado (es que se nota mucho, disculpen ustedes), una obra que “lía” su final invitando al público a pensar en otra cosa... Sobre todo cuando Nelson Dante se dispone a cantar el tango “Cambalache” (¿Por qué creerán que todos los argentinos cantan y bailan bien el tango?... Supongo que pasa igual con los andaluces; la gente tiende a pensar que todo andaluz debe saber bailar y cantar flamenco...) Pues en este caso, el Señor Dante ni lo canta ni lo baila bien. Éste es otro aspecto que podría restarse de un espectáculo al que paradójicamente le sumaría algún que otro punto.
Álvaro Sáenz de Heredia ha querido hacer una comedia con la excusa de criticar la situación política actual y concretamente los puntos negros del gobierno saliente, tras las últimas elecciones generales. Eso está bien, pero cuando se hace de una manera inteligente, sin que esa intención sea tan notoria y se lleve a efecto de una manera tan ramplona. “Cambalache” es un panfleto, un panfleto elaborado de una manera fácil, sin inteligencia y cayendo en los tópicos de la comedia que por otra parte siempre ha practicado la pareja protagonista (Urrialde y Ozores)...
Una comedia deficientemente dirigida, heterogéneamente interpretada, de la que sólo destacamos, repito, a Ferrán Botifoll, quien en este proyecto ha sabido mantenerse en su papel, sin pasarse de la raya... Cosa complicada cuando “esa raya” se flexibiliza tanto...
Sofía Basalo.
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