Mostrando entradas con la etiqueta Teatro Infanta Isabel. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Teatro Infanta Isabel. Mostrar todas las entradas

viernes, 7 de octubre de 2011

LA GRAN DEPRESIÓN. (Mayo 2011)

LA GRAN DEPRESIÓN.

Teatro Infanta Isabel.

Autores y directores: Félix Sabroso y Dunia Ayaso.

Intérpretes: Bibiana Fernández y Loles León.

… TODO ES LO QUE PARECE…

… Aunque los autores y directores de este proyecto, escriban en el programa de mano lo contrario…

… Esto parece un reclamo. Lo es.

… Esto parece un texto fácil, reiterativo, sin sustancia. Lo es.

… Esto parece un proyecto única y exclusivamente para lucimiento de dos nombres mediáticos y llenos de carisma que teatralmente tienen poco para dar. Lo es.

… Esto parece una oferta para personas “hipermegafans” de Loles León y Bibiana Fernández a los que poco les importa si son buenas o no, si lo que ofrecen merece la pena o no. Lo es.

… Esto parece la reunión pública de dos amigas. Dos amigas que se cuentan sus cosillas y lo hacen sobre el escenario. Lo es.

…Esto parece una excusa, un paréntesis, una reunión de colegas que desean echar unas risas y ganar un dinerito. Lo es.

… Y es todo eso porque de nada vale buscar algo de calidad en un texto manido, fácil, con chistes vulgares y sin inteligencia; porque de nada vale buscar a la actriz, a la buena actriz que no hay en Bibiana Fernández, preocupada única y exclusivamente en lucir tipazo… Pero tipazo con mayúsculas, todo hay que decirlo; porque de nada vale recordar una y mil veces que los micrófonos, sobre todo en teatros tan pequeños como éste, lo que hacen es poner de manifiesto la falta de profesionalidad y de voz de los que osadamente se suben a un escenario a jugar (de mala manera) a ser actores, actrices en este caso; porque quien lleva la voz cantante (literalmente) en esta reunión de amigos es Loles León, quien por otra parte no hace otra cosa que ser Loles León… Una Loles León ridiculizada (a propósito, supongo) al lado del tipazo de su compañera de reparto.

He intentado localizar alguna crítica del espectáculo… Pero no he encontrado ninguna. Supongo que a nadie le interesa exponer la realidad de un título que cada tarde llena a rebosar un teatro… Por otra parte, tampoco creo que sea de gran importancia lo que una servidora está escribiendo… Pues los aplausos sin venir a cuento se seguirán prodigando, todas las tardes, a lo largo de la hora y cuarto que dura esta… propuesta…

… Alguien me dijo que me iba a reír mucho con estas dos mujeres… Me reí un poco… Pero sólo un poco… Hasta quedar boquiabierta al descubrir que Bibiana Fernández vocaliza mucho mejor cuando “hace de tertuliana” en cualquier programa de radio y televisión que cuando se sube a un escenario…

En fin, supongo que cuando se dice que en medio de la crisis, feroz crisis que nos está envolviendo a todos en el color azul de los “perfectos postulantes”, al teatro le va muy bien, se quiere decir que la cantidad de público que acude a estos recintos (cosa extraña si hay tanta escasez)… es ingente… Pero qué quieren que les diga, nunca me he fiado del criterio del público mayoritario... (Elitista que es una –ironía-).

Sofía Basalo.

sábado, 11 de diciembre de 2010

LA CENA DE LOS IDIOTAS (Septiembre 2010)


LA CENA DE LOS IDIOTAS.

Teatro Infanta Isabel.

Autor: Francis Veber.
Dirección: Juan José Afonso.
Intérpretes: Josema Yuste, Agustín Jiménez, Félix Álvarez, María José del Valle, Carles Moreu y Natalia Ruiz.

… ADIVINA QUIÉN ES EL IDIOTA…

Se ha escrito mucho sobre esta obra. Se ha hablado mucho de la feroz crítica que de un modo tierno y divertido reflejó Francis Veber en esta obra teatral, posteriormente llevada a la gran pantalla. Se ha hablado de lo benévolo que sería el mundo con más “idiotas”-inocentes- y menos “listos”-malévolos-. Yo no voy a añadir más al respecto, sería innecesario y redundante. Ni qué decir tiene que el autor francés escribió un texto excelente, de una gran elegancia y una hilaridad inmensa. Me gustó mucho la primera vez que la vi. Me gustó mucho menos en la segunda ocasión. En ésta, iba con cierta reticencia, sobre todo cuando en una de las magníficas pantallas que adornan el Metro de Madrid pude leer que al texto original se le habían añadido “nuevos chistes”. ¿Por qué?, pensé, no son necesarios. ¿Vendrán al caso?, seguí pensando… O ¿serán el fruto del oportunista aprovechamiento de la vis cómica de los tres protagonistas de esta nueva versión?... Con esta idea acudí al Teatro Infanta Isabel… Y si bien, en cierto modo, atiné con mi “prejuicio” he de admitir que no me disgustó.
Eliminando algún chiste que no viene a cuento y que obedece a intereses ajenos a la misma obra, alguna caracterización exagerada y hortera que también mira hacia esos mismos intereses, he decir que encontré a un Josema Yuste casi perfecto en su papel, a un Agustín Jiménez fantástico en el personaje del ingenuo coleccionista de maquetas elaboradas con cerillas, llamado Francisco Piñón… También descubrí a un Félix Álvarez un tanto exagerado, a través de cuya presencia los productores o entidades colaboradoras han puesto el acento en situaciones que no están en el texto original. No reprocho el motivo de la crítica; sí reprocho el modo; se nota tanto… ¿Por qué no aprendemos a ser más sutiles…?
Una vez más, no voy a omitir algo que no es la primera vez que observo y que quizá sea una práctica ancestral, pero cuando la diferencia es tan grande no está de más señalarlo. Obviamente el trío protagonista “es el que es”. Reclamo para la atracción del público, para las risas, para el éxito… Sin embargo, no se debe descuidar el resto del elenco, aunque sus papeles sean muy secundarios, aunque sus apariciones sean mínimas. De hecho, el profesional que haya de defender estos personajes “de reparto” ha de serlo; ha de tener una presencia tan fuerte, tan potente como el “reclamo”, como el protagonista, como el famoso, como el popular… Aquí no, y la solvencia de los tres nombres que completan el cartel es tan pequeña como su tamaño en el mismo.
Por lo demás, la obra funciona, no podía ser de otro modo, aunque les quedan por cuadrar algunas cosillas. No se ha estrenado de forma absoluta en Madrid, pues viene de hacer una pequeña gira, y aún así, algún timbre suena después del tiempo preciso, algún altavoz de móvil “se coloca” de manera automática (al actor se le olvida apretar el botoncillo)… en fin, cosillas que se deben precisar más para que todo funcione como “un reloj”…

Sofía Basalo.

domingo, 7 de noviembre de 2010

SOMBRA DE PERRO (Diciembre 2009)

SOMBRA DE PERRO.

Teatro Infanta Isabel.

Autor y director: Nancho Novo.
Intérpretes: José Coronado, Sonia Castelo, Camilo Rodríguez, Natalia Moreno y Félix Cubero.

PSICOLOGÍA DE ANDAR POR CASA…

Nancho Novo está llenando en el Teatro Fígaro Adolfo Marsillach con El Cavernícola. En tiempos críticos, está arrasando en la cartelera madrileña… ¿Qué necesidad tiene, pues, de poner en marcha un proyecto en el que figura como director y autor y que para serles sincera, no tiene pies ni cabeza. Un proyecto que tras leer el programa de mano estimas interesante y que según avanza consideras “interesante”en la forma, aunque redundante y simple en el fondo?
Sombra de perro es una propuesta que pretende analizar el comportamiento humano, que pretende igualarnos en un instinto común y a veces inevitable… y lo consigue. Consigue pretenderlo… pues finalmente logra que nos quedemos con la boca abierta por el desconcierto, por la decepción y el innecesario envoltorio para tan absurdo contenido.
A las deficiencias en la interpretación que provienen en gran parte del trabajo de Natalia Moreno, se une un texto repleto de tópicos, de machismo, de especuladores cocainómanos y de políticos que harían cualquier cosa por conseguir aquello que ansían; un texto al que además se le ha vestido con una verborrea intencionadamente técnica que patina al intentar entrar en el ámbito de una psicología que a la postre resulta barata y pomposa.
Es original el modo de contar. Son simpáticas las proyecciones de un vídeo inexistente, que llevan a cabo los propios actores, realizando una labor complicada, al tener que repetir los mismos ademanes, las mismas palabras y el mismo tono. Pero no sólo de “forma” vive el hombre, y en este caso, el teatro… Y aunque Nancho Novo me cae muy bien y lo considero un hombre inteligente, no puedo por menos que darle un suspenso a una propuesta de la que, tristemente, no puedo salvar ni su sombra… qué digo… ni la silla de ruedas de un presentador inexplicablemente inválido que, al final, hace mutis por el foro a pie…

Sofía Basalo.

sábado, 3 de julio de 2010

LA MUJER DE NEGRO (2007)


LA MUJER DE NEGRO.

Teatro Infanta Isabel.

Autora: Susan Hill.
Adaptación: Stephen Mallatratt.
Versión de Juan Vi Martínez Luciano y Ana Gimeno Sanz.
Dirección: Eduardo Bazo.
Intérpretes: Emilio Gutiérrez Caba y Jorge de Juan
.

TERROR SIN EFECTOS ESPECIALES.

Arthur Kipps (Emilio Gutiérrez Caba), abogado de mediana edad, alquila un teatro y contrata los servicios de un actor profesional (Jorge de Juan) para que le ayude a recrear un suceso fantasmagórico que le ocurrió hace algún tiempo y que lo ha dejado marcado. Tiene la esperanza de que esto le pueda servir de exorcismo y lo libere de la carga que pesa sobre él desde entonces.
El público es testigo de los ensayos, de la preparación de esta nueva vivencia. Ante él, el abogado comienza a leer los hechos que ha relatado detalladamente en un diario. Ante sus expectantes ojos y oídos tiene lugar el exorcismo que, a fin de cuentas, será el principio de una nueva carga, que irá a parar, en esta ocasión, sobre los hombros del actor que interpretará al joven letrado, encargado de resolver los asuntos financieros de la difunta Sra. Drablow.
No es habitual ver una obra de terror sobre los escenarios. No hablo de suspense, sino de terror. De apariciones, muertos que caminan silenciosos por el patio de butacas o rostros cadavéricos que se asoman a través de un decorado en penumbra. No es habitual... los recursos técnicos quizá sean más limitados... el teatro es un arte artesanal y, tal vez, se tenga las manos un poco atadas en ese aspecto... Quizá también haya que utilizar la imaginación para crear ese clima especial... de intriga, de expectación... de terror, en sí.
En “La mujer de negro” se han utilizado muy bien los recursos. Se ha utilizado la luz, la penumbra, las sombras y los sonidos, resultando sumamente fácil entrar en el exorcismo que demanda el protagonista. El ritmo de la obra es perfecto y el suspense, la tensión van en aumento de forma progresiva; desde un comienzo simpático e hilarante, en el que creemos ver un escenario vacío.
Tras la oscuridad, tras las opacas cortinas, tras los muebles enfundados en amplias sábanas, tras la puerta cerrada misteriosamente, o tras la silueta de una escalera sin fin... se guardan los secretos de un estupendo montaje que cuenta, sin duda, con una historia perfectamente trazada, con un buen director, sin olvidar al “original” Rafael Calatayud, y con dos actores sensacionales.
Emilio Gutiérrez Caba repite en el personaje que nueve años atrás le llevara a conseguir el premio al mejor actor por la Unión de Actores, desempeñándolo con total maestría; por su parte, Jorge de Juan, artífice de esta reposición, da vida al actor contratado por el abogado y que para su desgracia se topará de bruces con la enlutada dama. Ciertamente, ambos actores nos regalan una jornada agradablemente terrorífica... si bien, una servidora... en el fondo, apasionada “fan” de este tipo de historias, películas, novelas... descubra desde un principio, bueno desde que aparece el femenino espíritu que no logra descansar en paz , “la sorpresa” que el contratado actor cree, inocente, que le ha querido reservar el asustado Arthur Kipps.

Sofía Basalo.