Naves del Español.
Autor: George Pérec.
Adaptador y director: Sergio Peris-Mencheta.
Intérpretes: María Isasi, Marta Solaz, Rebeca Ledesma, Ainhoa Aldanondo, Lara Cobos, Marta Aledo, Sergio Villoldo y Sergio Peris-Mencheta.
ESPERANDO A... UN JEFE DE DEPARTAMENTO...
Una hipotética y más que improbable subida de sueldo es el punto de partida de la radiografía metafórica de una sociedad enferma, adocenada y alimentada por el miedo, la impotencia y la sumisión consciente, de todos y cada uno de los ciudadanos que en su lucha diaria se conforman con las migajas hipócritas y cínicas que les reparte un determinado jefe de departamento o el jefe de un determinado jefe de departamento.
George Pérec ha escrito un texto envolvente, reiterativo, que avanza casi en espiral y que exige mucho de aquellos que tengan la valentía suficiente como para llevarlo a escena.
Sergio Peris-Mencheta ha tenido el arrojo de adaptarlo, dirigiendo así, una propuesta difícil y arriesgada.
En “Incrementum” no cabe la improvisación. Es un trabajo actoral de primer orden, en el que cada actriz, cada eslabón de esa cadena teatral lleva a cabo un papel muy definido, muy preciso. Un fallo en esa sucesión y la obra podría resentirse de manera clara.
No ocurre esto. Las seis intérpretes conocen a la perfección cada una de sus líneas y aunque en algún momento pueda parecer que un gesto concreto, un modo determinado, obedece a la naturalidad de algo que se improvisa a sabiendas, no es así.
María Isasi brilla de un modo sobresaliente en un reparto más que notable, dentro de una puesta en escena simbólica que de una forma esquemática y exacta nos transmite la sensación de ahogo de un día a día rutinario; nos transmite la realidad automatizada y obediente de los muñecos en los que nos convertimos a sabiendas o no, aceptando la palabrería hueca de un superior que por otro lado, no deja de ser un muñeco más.
Alguien mueve los hilos y nos reparte las migajas de un pastel amargo. Amargo como el transcurrir de un tiempo, de una vida, a la espera de ser recibidos por un jefe de departamento que nunca está, que nunca escucha, que no conoce nuestro nombre, que no conoce nuestras circunstancias... Y a quien le importamos un pimiento.
Claro está, George Pérec y Sergio Peris-Mencheta nos muestran esta realidad con unas gotitas de ironía... Todo es más fácil, todo es más digerible con el dulce y adormecedor sonido de una risa...
Sofía Basalo.
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