2036 OMENA-G.
Teatros del Canal.
Autor y director: Albert Boadella.
Intérpretes: Jesús Agelet, Ramón Fontseré, Pilar Sáenz, Jordi Costa, Minnie Marx, Xavier Sais, Dolors Tuneu y Lluis Olivé.
ALBERT BOADELLA SE PASA 26 PUEBLOS…
No es muy luminoso el futuro que imagina Albert Boadella. No es muy luminoso ni para España, ni para el hombre (espécimen humano del sexo masculino), ni para el castellano, ni para los toros, ni para la izquierda, ni para los pensionistas, ni para la cultura, ni para la juventud… Ni para ellos mismos, que en el primero de los actos de celebración de sus cincuenta años como compañía teatral, muestran una falta de imaginación e inteligencia que entristece.
Sería injusta si no reconociese el gran trabajo que realizan los veteranos Joglars sobre el escenario, riéndose de sí mismos, peleándose por ocupar la mejor silla para ver una corrida de toros o para apropiarse del mayor número de medicamentos en el barracón sanitario, donde han ido a parar los ancianos artistas. Sería injusta si no reconociese que algunos puntos irónicos de esta propuesta son agudos y notables, como por ejemplo el nombre de la entidad bancaria que patrocina “todo este tinglado”: La Cacha; o lo que el director pretende con la presencia de los dos actores más jóvenes, que hablan un lenguaje difícilmente inteligible, un menoscabado castellano cuya decadencia ha comenzado ya; aunque esto último es un acierto a medias, pues si en el montaje sobra algo son precisamente estos dos jóvenes intérpretes que, a la postre, presentan el “Show”.
Este homenaje o antihomenaje es muy sencillo, le cuesta arrancar y hasta la segunda parte, más o menos, no vemos al Boadella más irónico, sarcástico e incluso ingenioso; al Boadella que no deja títere con cabeza ya sea en el ámbito político, cultural o periodístico… Si bien, este ámbito no es global; Boadella critica única y exclusivamente a los políticos de izquierdas, a los escritores o actores de izquierdas y a los periodistas que se decantan por la izquierda… No es que me parezca mal ni mucho menos, pero no me convence.
No me convence el Boadella servil de los últimos tiempos; el Boadella que contempla el mundo de una forma tan sesgada; el Boadella que simplifica y hace demagogia con algo tan serio como la violencia de género, permitiéndose el lujo de hacer un chiste de mal gusto con este tema, diciendo sin decir que el futuro del maltrato machista y la actitud que afortunadamente se va despertando en la actualidad, darán como resultado “el ocaso de Adán”… siendo Eva la que “se cargue” al hombre; el Boadella que se ríe de la mujer y su lucha por la igualdad, haciendo mofas al respecto, imaginando a una fémina que pretende ser igual que un hombre, actuar como un hombre y desplazarlo hasta el punto de convertirlo en un muñeco, en una marioneta absolutamente innecesaria... Desde luego con mentalidades como la que crea estos “chascarrillos” no cambiaremos nunca, y nos condenaremos eternamente; y por último El Boadella al que parece habérsele ido la olla al anunciar entre otras, una futura ley que favorecerá y promoverá el aborto a las niñas de nueve años… Lo que no especifica es si se podrá ejercer este infantil derecho con o sin el consentimiento de los padres…
Está bien, es necesario e incluso “saludable” el teatro y el arte, en general, contestatarios, que nos invitan a reflexionar, que no hacen concesiones… pero a Boadella se le sigue viendo el plumero… y aunque es de bien nacidos ser agradecidos, yo le recomendaría que no lo fuese tanto con Esperanza Aguirre y su gobierno, merecedores, de todas, todas, de un papel protagónico en la “película” que dirigen en este “Omena-G”, “Maruja Torrejón” y “Juan Margallón”.
Sofía Basalo.
Teatros del Canal.
Autor y director: Albert Boadella.
Intérpretes: Jesús Agelet, Ramón Fontseré, Pilar Sáenz, Jordi Costa, Minnie Marx, Xavier Sais, Dolors Tuneu y Lluis Olivé.
ALBERT BOADELLA SE PASA 26 PUEBLOS…
No es muy luminoso el futuro que imagina Albert Boadella. No es muy luminoso ni para España, ni para el hombre (espécimen humano del sexo masculino), ni para el castellano, ni para los toros, ni para la izquierda, ni para los pensionistas, ni para la cultura, ni para la juventud… Ni para ellos mismos, que en el primero de los actos de celebración de sus cincuenta años como compañía teatral, muestran una falta de imaginación e inteligencia que entristece.
Sería injusta si no reconociese el gran trabajo que realizan los veteranos Joglars sobre el escenario, riéndose de sí mismos, peleándose por ocupar la mejor silla para ver una corrida de toros o para apropiarse del mayor número de medicamentos en el barracón sanitario, donde han ido a parar los ancianos artistas. Sería injusta si no reconociese que algunos puntos irónicos de esta propuesta son agudos y notables, como por ejemplo el nombre de la entidad bancaria que patrocina “todo este tinglado”: La Cacha; o lo que el director pretende con la presencia de los dos actores más jóvenes, que hablan un lenguaje difícilmente inteligible, un menoscabado castellano cuya decadencia ha comenzado ya; aunque esto último es un acierto a medias, pues si en el montaje sobra algo son precisamente estos dos jóvenes intérpretes que, a la postre, presentan el “Show”.
Este homenaje o antihomenaje es muy sencillo, le cuesta arrancar y hasta la segunda parte, más o menos, no vemos al Boadella más irónico, sarcástico e incluso ingenioso; al Boadella que no deja títere con cabeza ya sea en el ámbito político, cultural o periodístico… Si bien, este ámbito no es global; Boadella critica única y exclusivamente a los políticos de izquierdas, a los escritores o actores de izquierdas y a los periodistas que se decantan por la izquierda… No es que me parezca mal ni mucho menos, pero no me convence.
No me convence el Boadella servil de los últimos tiempos; el Boadella que contempla el mundo de una forma tan sesgada; el Boadella que simplifica y hace demagogia con algo tan serio como la violencia de género, permitiéndose el lujo de hacer un chiste de mal gusto con este tema, diciendo sin decir que el futuro del maltrato machista y la actitud que afortunadamente se va despertando en la actualidad, darán como resultado “el ocaso de Adán”… siendo Eva la que “se cargue” al hombre; el Boadella que se ríe de la mujer y su lucha por la igualdad, haciendo mofas al respecto, imaginando a una fémina que pretende ser igual que un hombre, actuar como un hombre y desplazarlo hasta el punto de convertirlo en un muñeco, en una marioneta absolutamente innecesaria... Desde luego con mentalidades como la que crea estos “chascarrillos” no cambiaremos nunca, y nos condenaremos eternamente; y por último El Boadella al que parece habérsele ido la olla al anunciar entre otras, una futura ley que favorecerá y promoverá el aborto a las niñas de nueve años… Lo que no especifica es si se podrá ejercer este infantil derecho con o sin el consentimiento de los padres…
Está bien, es necesario e incluso “saludable” el teatro y el arte, en general, contestatarios, que nos invitan a reflexionar, que no hacen concesiones… pero a Boadella se le sigue viendo el plumero… y aunque es de bien nacidos ser agradecidos, yo le recomendaría que no lo fuese tanto con Esperanza Aguirre y su gobierno, merecedores, de todas, todas, de un papel protagónico en la “película” que dirigen en este “Omena-G”, “Maruja Torrejón” y “Juan Margallón”.
Sofía Basalo.
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