EL PEZ GORDO.
Teatro Arenal.
Autor: Roger Rueff.
Traducción: Bernabé Rico.
Director: Juan Carlos Rubio.
Intérpretes: Helio Pedregal, Toni Cantó y Bernabé Rico.
Es difícil sobrevivir en una pecera pequeña, oscura, absorbente. Es difícil sobrevivir en un mísero acuario, mientras intentamos avanzar entre las bocanadas ansiosas de un pez gordo… del que a la postre depende nuestra existencia…
Es difícil sobrevivir en una sociedad en la que lo que menos importa es el ser humano, quién eres, en qué crees, qué sientes, qué quieres… Es difícil avanzar si nos resistimos a hacerlo enfundados en el frío abrigo de la apariencia, de la indiferencia, de lo superficial, de lo que los demás quieren ver, de lo que los demás quieren que seamos…
Tres comerciales se encuentran en la habitación de un hotel para llevar a cabo el negocio de su vida, un contrato vital para la carrera de nuestros protagonistas. Del Pez Gordo dependen sus futuros. Futuros que se escabullen de entre sus manos, a través de la propia humanidad de un magnate que por una noche se desnuda y abandona el abrigo áspero de un trabajo que en ocasiones nos impide ser humanos…
Dentro de la minúscula suite encontramos a un comercial de unos 56 años (Helio Pedregal) y a uno más joven que se halla ante su primera misión (Bernabé Tierno).
Los ideales frente al equilibro. La inexperiencia frente a unos ojos que lo han visto todo y que han determinado que todo es relativo. El ímpetu frente a la serenidad del tiempo, de la edad y no sé si del escepticismo. La Intransigencia frente a la relatividad y el agnosticismo…
Poco después y de un modo atronador llegará el tercero en discordia, (Toni Cantó) “Un ser frágil disfrazado de tiburón implacable”. Un hombre que cuenta con poco más de cuarenta años y que quizá ha aprendido que en ciertos trabajos, sino en todos, hemos de dejar a un lado la humanidad, los principios, la sensibilidad, la inocencia para sobrevivir, para ascender, para que te vean, para que te valoren, para que te respeten… Un hombre que a pesar de las mentiras que han rodeado su vida profesional ha mantenido cierta integridad, cierta coherencia, cierta honradez… rasgos que todavía su joven compañero, no sabe ver, no acierta a comprender que se pueda actuar más allá de los valores que implacablemente han marcado su corta existencia…
Bernabé Rico ha sido el encargado de regalarnos este interesante texto. Dos largos años le ha llevado a este joven y polifacético actor, poner en pie una obra de teatro que ensambla en una pequeña suite de hotel tres facetas de una sola persona; de un ser humano que se enfrenta inocente y desnudo ante la vida, que asume que ha de protegerse para sobrevivir y que finalmente contempla como espectador privilegiado la lucha de dos peces que no caben en un mismo acuario, y que tal vez serán devorados por un invisible Pez Gordo…
Juan Carlos Rubio ha sido el director de esta puesta en escena, uno de los mejores títulos que actualmente podemos ver en la cartelera madrileña. Toni Cantó, cada vez con más presencia y fuerza sobre los escenarios, realiza una labor magnífica. Helio Pedregal ofrece su propia edad a un personaje con una fuerza interior arrolladora y Bernabé Rico completa un trío que sinceramente, se escribe con mayúsculas.
No todo vale en la jauría en la que hemos convertido esta sociedad… Siempre ha de haber algo más allá de las letras que forman la palabra “Jefe”… Siempre, por nuestro bien…
Sofía Basalo.
Teatro Arenal.
Autor: Roger Rueff.
Traducción: Bernabé Rico.
Director: Juan Carlos Rubio.
Intérpretes: Helio Pedregal, Toni Cantó y Bernabé Rico.
Es difícil sobrevivir en una pecera pequeña, oscura, absorbente. Es difícil sobrevivir en un mísero acuario, mientras intentamos avanzar entre las bocanadas ansiosas de un pez gordo… del que a la postre depende nuestra existencia…
Es difícil sobrevivir en una sociedad en la que lo que menos importa es el ser humano, quién eres, en qué crees, qué sientes, qué quieres… Es difícil avanzar si nos resistimos a hacerlo enfundados en el frío abrigo de la apariencia, de la indiferencia, de lo superficial, de lo que los demás quieren ver, de lo que los demás quieren que seamos…
Tres comerciales se encuentran en la habitación de un hotel para llevar a cabo el negocio de su vida, un contrato vital para la carrera de nuestros protagonistas. Del Pez Gordo dependen sus futuros. Futuros que se escabullen de entre sus manos, a través de la propia humanidad de un magnate que por una noche se desnuda y abandona el abrigo áspero de un trabajo que en ocasiones nos impide ser humanos…
Dentro de la minúscula suite encontramos a un comercial de unos 56 años (Helio Pedregal) y a uno más joven que se halla ante su primera misión (Bernabé Tierno).
Los ideales frente al equilibro. La inexperiencia frente a unos ojos que lo han visto todo y que han determinado que todo es relativo. El ímpetu frente a la serenidad del tiempo, de la edad y no sé si del escepticismo. La Intransigencia frente a la relatividad y el agnosticismo…
Poco después y de un modo atronador llegará el tercero en discordia, (Toni Cantó) “Un ser frágil disfrazado de tiburón implacable”. Un hombre que cuenta con poco más de cuarenta años y que quizá ha aprendido que en ciertos trabajos, sino en todos, hemos de dejar a un lado la humanidad, los principios, la sensibilidad, la inocencia para sobrevivir, para ascender, para que te vean, para que te valoren, para que te respeten… Un hombre que a pesar de las mentiras que han rodeado su vida profesional ha mantenido cierta integridad, cierta coherencia, cierta honradez… rasgos que todavía su joven compañero, no sabe ver, no acierta a comprender que se pueda actuar más allá de los valores que implacablemente han marcado su corta existencia…
Bernabé Rico ha sido el encargado de regalarnos este interesante texto. Dos largos años le ha llevado a este joven y polifacético actor, poner en pie una obra de teatro que ensambla en una pequeña suite de hotel tres facetas de una sola persona; de un ser humano que se enfrenta inocente y desnudo ante la vida, que asume que ha de protegerse para sobrevivir y que finalmente contempla como espectador privilegiado la lucha de dos peces que no caben en un mismo acuario, y que tal vez serán devorados por un invisible Pez Gordo…
Juan Carlos Rubio ha sido el director de esta puesta en escena, uno de los mejores títulos que actualmente podemos ver en la cartelera madrileña. Toni Cantó, cada vez con más presencia y fuerza sobre los escenarios, realiza una labor magnífica. Helio Pedregal ofrece su propia edad a un personaje con una fuerza interior arrolladora y Bernabé Rico completa un trío que sinceramente, se escribe con mayúsculas.
No todo vale en la jauría en la que hemos convertido esta sociedad… Siempre ha de haber algo más allá de las letras que forman la palabra “Jefe”… Siempre, por nuestro bien…
Sofía Basalo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario