sábado, 18 de febrero de 2012

CAMBALACHE (Diciembre 2011)


CAMBALACHE.

Teatro Arlequín.

Autor: Álvaro Sáenz de Heredia.

Director: Álvaro Sáenz de Heredia.

Intérpretes: Emma Ozores, Santiago Urrialde, Ferran Botifoll, Vicente Renovell y Nelson Dante.

... POBRE PANFLETO CÓMICO...

En la oscuridad de la noche, un ruido sospechoso, en un elegante piso del barrio de Salamanca de Madrid. La luz del dormitorio se enciende y Sonia, aterrada, saca de la mesilla el revólver de su marido ausente, con el que encañona a un ladrón en el intento de abrir la caja fuerte... Así comienza la obra que ha escrito y dirigido Álvaro Sáenz de Heredia. Así comienza el texto que podemos leer en el programa de mano de una obra que puede tener algún acierto y numerosos puntos oscuros.

Entre los aciertos, hemos de señalar la presencia de dos actores bastante notables: Ferrán Botifoll y Vicente Renovell, que sin embargo se “pasa” en su “tarea” de “hacer gracia” como guardaespaldas del político corrupto que interpreta Santiago Urrialde. Otro acierto que, sin embargo, se diluye a medida que transcurre la obra y las interpretaciones exageradas por parte de “la protagonista” de la obra que de nuevo (supongo, con el visto bueno del director) recurre a sus tan traídos gags “heredados” de su padre, son las situaciones hilarantes y casi surrealistas que tienen lugar en el elegante piso del barrio madrileño de Salamanca. Pero no hay más que destacar de una obra que se hace larga, una obra a la que le sobran los mini monólogos de unos personajes que bajan al patio de butacas para que el equipo técnico cambie los cuadros del decorado (es que se nota mucho, disculpen ustedes), una obra que “lía” su final invitando al público a pensar en otra cosa... Sobre todo cuando Nelson Dante se dispone a cantar el tango “Cambalache” (¿Por qué creerán que todos los argentinos cantan y bailan bien el tango?... Supongo que pasa igual con los andaluces; la gente tiende a pensar que todo andaluz debe saber bailar y cantar flamenco...) Pues en este caso, el Señor Dante ni lo canta ni lo baila bien. Éste es otro aspecto que podría restarse de un espectáculo al que paradójicamente le sumaría algún que otro punto.

Álvaro Sáenz de Heredia ha querido hacer una comedia con la excusa de criticar la situación política actual y concretamente los puntos negros del gobierno saliente, tras las últimas elecciones generales. Eso está bien, pero cuando se hace de una manera inteligente, sin que esa intención sea tan notoria y se lleve a efecto de una manera tan ramplona. “Cambalache” es un panfleto, un panfleto elaborado de una manera fácil, sin inteligencia y cayendo en los tópicos de la comedia que por otra parte siempre ha practicado la pareja protagonista (Urrialde y Ozores)...

Una comedia deficientemente dirigida, heterogéneamente interpretada, de la que sólo destacamos, repito, a Ferrán Botifoll, quien en este proyecto ha sabido mantenerse en su papel, sin pasarse de la raya... Cosa complicada cuando “esa raya” se flexibiliza tanto...

Sofía Basalo.

domingo, 5 de febrero de 2012

CARCAJADA SALVAJE (Noviembre 2011)


CARCAJADA SALVAJE.

Teatro Bellas Artes.

Autor: Christopher Durang.

Director: Josep Costa.

Intérpretes: Charo López y Javier Gurruchaga.

EL ABSURDO COTIDIANO.

Una silla en un escenario vacío. Al fondo, una neutra proyección que favorecerá la transición entre un personaje y otro; la transición entre las situaciones que ambos nos relatarán en sendos monólogos.

La esencia escenográfica es bien sencilla. No se precisa nada más. Sale a escena Charo López, y a pesar de sus movimientos siempre exagerados, a pesar de su forma de actuar siempre un tanto afectada, consigue hacer del escenario del Teatro Bellas Artes (no demasiado grande, todo hay que decirlo) un espacio íntimo. Consigue romper la llamada cuarta pared y establecer con el público una comunicación que sinceramente llega a sorprenderme. Tal vez sea porque esa mujer perdida, hundida en el caos cotidiano que a todos nos ahoga en cierto modo; esa mujer que no es capaz de decirle “amablemente” a un hombre desconocido que le impide coger una lata de atún: “¿Podría apartarse un momento?”; esa mujer que suelta una carcajada salvaje en medio de la más dolorosa aflicción... Podría ser cualquiera de nosotros... En cualquiera de nuestros “absurdos cotidianos”...

Poco después aparece en escena Javier Gurruchaga. Desde el principio más auténtico que la veterana actriz. Quizá, el personaje que de sí mismo ha creado a lo largo de los años es, en esta función, su hábitat natural. Un hombre un poco histriónico, un poco histérico... Y un todo neurótico... Como cualquiera de nosotros...

Esta función es una comedia. Pero una comedia amarga. Podemos reírnos, incluso soltar alguna carcajada. Pero esa risa no se va a quedar ahí, vacía, hueca, sin más. Esa risa asoma su rostro en medio de una realidad asfixiante y adocenada. Una risa que nos habla de nuestra lucha por sobrevivir en un día a día que nos queda estrecho, que nos impide ser, que no deja que nos realicemos como seres humanos.

Nos reímos porque si paramos nuestro camino, si llegamos a pensar seriamente en ello... Tal vez no podríamos resistir tanta crueldad.

El final no acaba de gustarme. Si en un principio llegábamos a mirarnos en los rostros y los avatares de estos dos seres... Al final nos resulta muy difícil ser ellos... No sé si esa conclusión en la que ambos se encuentran en una especie de vuelta de tuerca del absurdo es iniciativa del autor, del director, del adaptador... Pero a la Carcajada Salvaje le basta y le sobra con los dos monólogos.

Sofía Basalo.